Mirar tu teléfono todo el día podría ponerte en riesgo de este nuevo y alarmante trastorno
Si últimamente te sientes más torpe, tal vez quieras dejar tu teléfono. Pero antes, lee esto.
- El Trastorno de Procesamiento de la Conciencia Espacial (SAPD, por sus siglas en inglés) es una condición que describe el debilitamiento de la conciencia espacial debido al exceso de tiempo frente a pantallas.
- Sugiere que el cerebro deja de practicar las habilidades necesarias para navegar en el espacio real, como calcular distancias o percibir lo que ocurre en la periferia.
- SAPD es un efecto del estilo de vida moderno, no un diagnóstico médico oficial.
Lo más probable es que pases buena parte del día mirando una pantalla. A veces terminas con los ojos cansados o borrosos, y en otras ocasiones, con dolor por estar tanto tiempo sentado. Uno pensaría que esos son los únicos efectos, ¿verdad?
Pero si últimamente te sientes más torpe, te desorientas en lugares nuevos o dependes del GPS incluso en rutas conocidas, podrías estar experimentando síntomas del Trastorno de Procesamiento de la Conciencia Espacial (SAPD, por sus siglas en inglés).
Nunca habías escuchado hablar de este trastorno, y no eres el único. Es un término nuevo acuñado por Meenal Agarwal, optometrista y conductora del pódcast Uncover Your Eyes. Ella explica que el exceso de tiempo frente a pantallas podría estar reconfigurando el cerebro, causando una pérdida de conciencia espacial: la capacidad cognitiva para entender la relación entre tu cuerpo y los objetos que te rodean.
La conciencia espacial es lo que te permite moverte por una habitación sin tropezar o servir café sin derramarlo.
Agarwal aclara que SAPD no es una “enfermedad”, sino una consecuencia del estilo de vida digital y sedentario actual. La buena noticia es que puede corregirse. A continuación, te explicamos lo esencial.
¿Qué es el Trastorno de Procesamiento de la Conciencia Espacial?
El SAPD describe cambios en la forma en que el cerebro usa la información visual para procesar datos espaciales, periféricos y de navegación, explica Agarwal en un artículo publicado en noviembre.
La idea proviene de los “patrones” que ha observado en sus pacientes en los últimos años, como una reducción en la visión periférica y en la percepción de profundidad. Algunos ejemplos incluyen personas que chocan con objetos con frecuencia, niños que tienen dificultad para practicar deportes o adolescentes que no pueden calcular bien las distancias al conducir. También, adultos con menor capacidad de orientación, incluso en lugares que ya conocen.
Agarwal reconoce que algunos de estos comportamientos podrían estar relacionados con la ansiedad, pero considera que la mayoría se debe a dos factores:
- La reducción del movimiento en entornos reales.
- La dependencia de las pantallas, que limitan la mirada a un espacio cercano en lugar de al entorno. “Al enfocarnos todo el día en un objeto plano en 2D —nuestros dispositivos—, dejamos de procesar el espacio que nos rodea”, explica.
La teoría detrás del SAPD
Cuando miras fijamente hacia adelante, como al usar el teléfono, estás utilizando solo una fracción de tu campo visual, indica Agarwal. La información que observas llega a un área específica de la retina, conocida como fóvea central, que envía los datos al cerebro para su procesamiento.
La fóvea está compuesta por células conos, que interpretan detalles como el color y las líneas. En cambio, la retina periférica está formada por células bastón, responsables de procesar el movimiento, la percepción de profundidad y la dirección.
“Cuando usas constantemente la vía foveal, debilitas la vía periférica”, explica Agarwal. “Como ocurre con el resto del cuerpo, si no lo usas, se debilita”.
Es importante aclarar que SAPD aún no ha sido estudiado oficialmente en laboratorios, por lo que se considera una “hipótesis con un patrón clínico”, en palabras de Agarwal. Ella planea iniciar un estudio formal sobre el trastorno el próximo año.
El impacto del uso de pantallas en la conciencia espacial y la salud ocular y cerebral ha sido tema de investigación desde hace tiempo. Según Agarwal, la teoría del SAPD coincide con estudios existentes sobre la dependencia del GPS, el tiempo frente a pantallas y el desarrollo motor en niños, así como sobre la relación entre el exceso de pantallas y puntajes más bajos en pruebas de percepción espacial.
Los niños podrían ser los más vulnerables, ya que sus cerebros aún están en desarrollo. Además, los adultos y niños con TDAH, ansiedad o un uso prolongado de pantallas también podrían tener un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.
Lo que opinan otros médicos sobre el SAPD
El SAPD es “interesante pero no comprobado”, afirma Andrew Lee, MD, neurooftalmólogo del Houston Methodist Hospital.
“Existe un mecanismo biológicamente plausible que podría explicar la reducción en la conciencia espacial por el uso excesivo de pantallas planas, pero correlación no significa causalidad”, explica Lee. Él sugiere que una disminución en la actividad al aire libre, más que un aumento en la actividad virtual, podría ser la causa real.
Lee añade que una proyección bidimensional de un objeto tridimensional podría alterar la conciencia espacial, incluso en un cerebro adulto completamente desarrollado. “Como dice el lema ‘úsalo o piérdelo’, la falta de práctica de la conciencia espacial 3D podría degradar esa habilidad con el tiempo.”
Los problemas de conciencia espacial serían solo uno de los muchos efectos del exceso de tiempo frente a pantallas, explica Lee. El uso prolongado puede causar fatiga visual, fotosensibilidad, dolores de cabeza y alteraciones del sueño. Además, diversos estudios sugieren que demasiado tiempo frente a pantallas aumenta el riesgo de miopía y puede afectar negativamente la socialización, la comunicación y las interacciones humanas reales.

Cómo contrarrestar los efectos del uso excesivo de pantallas
Empieza tomando descansos de pantalla, recomienda Lee. Aunque esto puede ser más fácil decirlo que hacerlo —ya que la mayoría de las personas pasan al menos cinco horas diarias mirando pantallas—, hay estrategias que pueden ayudarte:
Sigue la regla 20/20/20
Cada 20 minutos, haz una pausa de 20 segundos para mirar algo a 6 metros (20 pies) de distancia, sugiere James Kelly, MD, oftalmólogo y cirujano ocular en Nueva York. “Esto ayuda a relajar los músculos oculares y reducir la fatiga visual digital. No olvides parpadear con frecuencia durante el uso de pantallas.”
Pasa más tiempo al aire libre
Pasar más tiempo en entornos tridimensionales —caminar, practicar deportes o simplemente observar el entorno exterior— ayuda a ejercitar la visión periférica, comenta Agarwal. “Eso fortalece tu conciencia espacial.”
Coloca correctamente tus pantallas
Si trabajas desde casa, Agarwal recomienda colocar tu estación de trabajo cerca de una ventana para poder mirar hacia afuera periódicamente.
Por su parte, Kelly aconseja usar filtros antirreflejantes y el modo nocturno para reducir el estrés visual, además de mantener la pantalla a la altura de los ojos.
Limita el tiempo frente a pantallas antes de dormir
Ya lo has escuchado antes: dormir poco afecta el estado de ánimo y la cognición, y la mayoría de nosotros no dormimos lo suficiente. Kelly sugiere dejar las pantallas un par de horas antes de acostarte.
“Muchos tenemos la mala costumbre de dormir con el teléfono junto a la cama, pero usar pantallas por la noche interfiere con la producción de melatonina y afecta la calidad del sueño.”
Vía Men’s Health UK
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