Charles Leclerc: precisión, talento y visión fuera del circuito
Previo al Gran Premio de México, el piloto monegasco habló con Men’s Health sobre su visión de la excelencia y su colaboración con Chivas Regal Crystalgold.
En la Fórmula 1, cada segundo cuenta. Y Charles Leclerc lo sabe mejor que nadie. El piloto monegasco, actual estrella de Ferrari y una de las figuras más prometedoras del automovilismo, encarna la precisión y la inteligencia estratégica que definen a los grandes competidores. Pero más allá del asfalto, su enfoque meticuloso y su estilo sofisticado lo han convertido en un referente de elegancia moderna.
Previo al Gran Premio de la Ciudad de México, Leclerc conversó con Men’s Health sobre lo que significa mantenerse un paso adelante, tanto en la pista como fuera de ella. Para él, el secreto está en la estrategia. “Siempre necesitas estar un paso adelante de tu competidor. Saber qué hará quien está frente a ti para actuar y armar una estrategia previa”, explica. Esa misma mentalidad es la que aplica en su carrera, pero también en su manera de entender el éxito personal.
Esa filosofía lo conecta con Chivas Regal, la reconocida marca escocesa de whisky con la que recientemente presentó Chivas Regal Crystalgold, una edición especial que celebra la innovación y el refinamiento. “Es un producto innovador y de calidad, que al igual que yo busca ser el mejor”, comenta el piloto, embajador global de la marca, quien participó en el lanzamiento previo al Gran Premio de Singapur.
Leclerc ve en esta colaboración una extensión natural de su forma de ser: buscar la perfección sin perder autenticidad. En su rutina, cada detalle cuenta, desde los ajustes en su monoplaza hasta su elección de proyectos fuera de las pistas. Esa atención al detalle lo ha convertido en uno de los competidores más consistentes y admirados del circuito.
Pero el equilibrio es fundamental. “La música es mi espacio seguro”, confiesa. En sus momentos libres, Leclerc se dedica a tocar el piano, una práctica que le permite mantener la mente clara y encontrar inspiración. “Me ayuda a renovarme y a tener claridad para la vida y el trabajo”, dice. Es en esas pausas donde encuentra la calma que equilibra la intensidad del automovilismo.
Su relación con la música y el ajedrez muestra una dualidad interesante: la creatividad y la estrategia. Ambas disciplinas requieren concentración, paciencia y visión, tres cualidades que Leclerc lleva también al volante. Su fuerza mental es su verdadero motor, una herramienta que le permite afrontar cada carrera con la serenidad de quien confía en su proceso.
La alianza con Chivas Regal simboliza ese equilibrio entre talento, esfuerzo y elegancia. Crystalgold, junto con su cóctel insignia CrystalGold Spritz, representa la celebración del éxito consciente, el brillo que proviene del trabajo bien hecho, no del azar.
Para Charles Leclerc, el lujo no está en lo material, sino en la precisión con la que se ejecutan los sueños. Ya sea frente al piano, en el box o en un evento con Chivas Regal, su esencia es la misma: un hombre que sabe cuándo acelerar, cuándo esperar y cómo dejar su marca, dentro y fuera del circuito.
Tradición y vanguardia: la ciencia detrás de Crystal Gold
Durante el viernes de prácticas del Gran Premio de la Ciudad de México, tuvimos la oportunidad de participar en una exclusiva cata guiada por Sandy Hyslop, Master Blender de Chivas Regal, quien compartió la historia detrás del innovador Crystal Gold. El experto explicó que el desarrollo del whisky tomó tres años, durante los cuales perfeccionó una nueva técnica de cristalización que redefine la manera en que se percibe el color y el sabor de un destilado premium.
“Siempre hemos creído que la innovación debe potenciar la tradición, no reemplazarla, y Chivas Regal Crystal Gold es la máxima expresión de esa filosofía”, comentó Hyslop. “Tras años de experimentación, perfeccionamos un proceso de filtración que elimina el color pero preserva el sabor, creando una experiencia única. El objetivo no fue solo innovar, sino conservar lo que la gente ama de un destilado añejado en roble, presentándolo de una manera nunca antes vista. La claridad sorprende, pero el sabor es indiscutiblemente nuestro.”
El resultado, según el Master Blender, es un whisky cristalino, suave y contundente al paladar, con todas las notas de un blend añejado en barrica. “Algunos productos sometidos a procesos de clarificación pierden carácter, pero Crystal Gold conserva su complejidad aromática y su calidez”, explicó. Además, destacó su versatilidad: “Es perfecto tanto para coctelería como para disfrutar con un solo hielo en un vaso old fashioned.”
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