Cómo vestir según tu tipo de cuerpo

Lo más importante para entender la armonía visual en un cuerpo es mantener el equilibrio: la parte superior no puede tener más peso que la inferior, y viceversa, porque eso ocasionará un desequilibrio. Por ello entrevistamos a @vp_styling, asesores de imagen que nos ayudaron a entender el balance natural que debe existir en un cuerpo.

Lo primero es tener claro el largo de tu cuerpo. Imagina una línea recta que te atraviesa de forma vertical y tres líneas horizontales. Estas últimas deben estar a la altura de tus hombros, cintura y cadera. Con ellas, se alarga o acorta la silueta. A nivel estético, lo ideal es mantener una armonía visual; por eso es tan importante cuidar las proporciones para lograr un balance óptico.

Por ejemplo, si a una persona con algunos kilos de más le ponemos una camisa a cuadros en tonos rojo y naranja con un fit oversize, y la combinamos con unos pantalones skinny en gris claro, lo único que lograremos será incrementar visualmente el volumen del abdomen y la espalda, haciendo que la parte inferior se vea más angosta. Este es un error común.

La regla del balance, más o menos, dice así: si usas algo amplio, equilíbralo con algo ajustado, y al revés. Es una teoría aplicable, pero por supuesto, tiene variaciones. Por ello, proponemos algunas sugerencias rápidas y prácticas que te permitirán equilibrarte fácilmente. Entonces, ¿qué ropa deberías buscar?

¿Qué tipo de cuerpo tienes?

Rectangular:

Espalda y cadera del mismo ancho, con poca o nula cintura.

Trapecio:

Espalda y cadera del mismo ancho, con la cintura más pronunciada.

Triángulo invertido:

Espalda más ancha en proporción a la cadera.

Triángulo:

Espalda más angosta en proporción a la cadera (prominente).

Ovalado:

El volumen se concentra entre el pecho y la cintura. Generalmente, la espalda y la cadera son más estrechas.

Cómo vestir según ti tipo de cuerpo

Rectangular y trapecio (Básicamente, todo les va bien)

DO: Optar por prendas rectas u oversize. Todo dependerá del estilo que uses.

DON’T: Ropa muy ajustada. No importa cuántas horas inviertas en el gimnasio o en tu deporte favorito: usar una t-shirt pegada al cuerpo no te hará verte ni sexy ni cool.

Triángulo invertido (¡Ojo con los hombros!)

DO: Prendas superiores rectas, pantalones rectos o acampanados. Las chamarras y camisolas deben llegar a la altura de la cadera, no más cortas.

DON’T: Evita resaltar los hombros con t-shirts de cuello en V, hombreras, etc. También evita los colores llamativos en la parte superior; mejor úsalos en la parte baja.

Ovalado (¡Resalta los hombros!)

DO: Telas ligeras y con movimiento, idealmente en tonos sólidos en la parte superior y con poco contraste respecto a las partes bajas. Si vistes de forma monocromática, será lo ideal para alargar la silueta.

DON’T: Evita ropa muy ajustada o demasiado holgada. La mejor opción es un fit recto. Los cuellos en V son un gran aliado. Las telas rígidas dan una apariencia de pesadez y eso añade kilos visuales. Por supuesto, también hay que evitar los estampados o destellos de color en la zona abdominal.

Triángulo (¡Ojo con darle volumen a los hombros sin enfatizar la cadera!)

DO: Resalta los hombros mediante hombreras, estampados grandes, detalles en camisas, sacos, suéteres, gabardinas y más. Por ejemplo, los cuellos en V te ayudarán a lucir una espalda ligeramente más ancha y así lograr un equilibrio visual. Mientras más abierto el cuello, mayor el efecto en los hombros. En cuanto a las partes bajas, lo ideal es usar ropa recta y en colores que resalten frente a la parte superior.

DON’T: Evita cualquier parte superior con mangas ranglan (como las de estilo camiseta de beisbolista) o con hombros caídos.

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