Ahora que sabes por qué los relojes son tan relevantes y codiciados, aquí te explicamos cuáles son las partes principales que los componen y las especificaciones que hay que tener en mente para distinguirlos y comprender lo que ofrecen.
1. Las partes (visibles) de un reloj
Caja
Se trata, esencialmente, del cuerpo del reloj. Contiene en su interior el mecanismo que lo hace funcionar y lo protege de los elementos. Incluye las asas, es decir, los bordes de los que se ajusta el brazalete. Aunque la mayoría de las cajas son redondas, existen también cuadradas (Monaco de TAG Heuer, por ejemplo); rectangulares (Tank de Cartier); elípticas (Golden Ellipse de Patek Philippe) y barril o “tonneau” (Richard Mille y Franck Muller), entre otras.
Esfera
También conocida como carátula, es la superficie sobre la cual se ubican las agujas y donde puede leerse la hora. Existe una enorme variedad de materiales y decorados que van desde lo más básico como una placa de latón blanca hasta lo más complejo como un disco de oro con decoración guilloché (un intrincado grabado hecho a mano mediante un buril). Sobre la esfera se encuentran los índices, es decir, las marcas que delimitan las horas y/o minutos. Estos pueden ser pintados o aplicados. A un reloj sin esfera se le conoce como “esqueletado”.
Bisel
Es un anillo que forma parte de la caja y rodea al cristal. En algunos casos, el bisel contiene información que le brinda funcionalidad adicional al reloj como un taquímetro en el caso de un cronógrafo, una escala de 24 horas si hablamos de un GMT o una de 60 minutos en un diver. En otros, es simplemente un elemento que protege a la pieza de los golpes. Puede fabricarse con el mismo material que la caja o con uno distinto. Es común encontrarlos en acero, cerámica o aluminio.
Cristal
Es el elemento que cubre la esfera para preservar su integridad y al mismo tiempo permite al usuario monitorear el avance de las manecillas. Hay distintos tipos de cristales como zafiro (el más común entre los relojes de alta gama, es prácticamente imposible de rayar, a menos que lo hagas con un diamante); acrílico (es accesible y aunque se raya fácilmente, puede pulirse) y mineral (es más resistente que el acrílico pero no tanto como el zafiro). El cristal puede ser completamente plano o convexo (esto le da un especto vintage al reloj).
Movimiento
También conocido como “calibre”, es el corazón del reloj. Se compone de decenas o cientos de piezas y convierte la energía potencial elástica almacenada en el muelle real en la energía cinética que permite que las agujas se muevan. Si el fondo de la caja es de zafiro, podrás ver el movimiento directamente. En el caso de un reloj automático, verás la masa oscilante y los puentes. En algunos casos incluso puedes echar un vistazo al escape.
Corona
Es un elemento que se ubica en el exterior de la caja y permite al usuario dar cuerda y ajustar la hora, fecha y otras funciones (si es el caso) en el reloj. La corona está conectada directamente con el movimiento. Hay coronas que deben desenrocarse antes de operarse, esto es para garantizar que no ingrese agua a la maquinaria. Algunos relojes cuentan con protecciones en los costados de la corona para evitar daños.
Agujas
Existe una enorme variedad. Las hay tipo bastón, catedral, flecha, Breguet, lápiz, Mercedes (en algunos modelos de Rolex como Submariner), Snowflake (en Black Bay y Pelagos de Tudor) y muchas más, pero todas cumplen el propósito de indicar algo, ya sean los segundos, minutos y horas o la fecha (como en el Big Crown Pointer Date de ORIS), reserva de marcha, día de la semana, etc.
Fechador
No todos los relojes muestran la fecha y, aunque parezca difícil de creer, en ocasiones esto es lo deseable. Aunque el fechador puede integrarse bien al diseño cuando la ejecución es correcta (suele estar ubicado a las 3 o 6), su ausencia permite una mayor simetría en la esfera. En los meses que tienen 30 días, el usuario debe ajustar el fechador para pasar manualmente al día 1, en vez del 31, salvo en algunos casos como verás más adelante.
Brazalete
El concepto detrás del brazalete, correa o extensible es muy simple: es una forma de mantener el reloj en la muñeca, pero fue toda una revolución en su momento. Permitió dejar atrás los relojes de bolsillo en favor de una opción más práctica. Aunque esta transición tomó tiempo, ahora todo el mundo utiliza relojes de pulso. Hay brazaletes metálicos, de caucho y textiles. Son una forma sencilla y accesible de modificar la apariencia de un guardatiempo.
Tapa
Es la parte posterior de la caja. Se atornilla a la misma para mantener el agua y el polvo lejos del movimiento. Hay tapas metálicas sobre las cuales se graban datos del reloj o se incluye algún tipo de decoración. También las hay fabricadas en cristal de zafiro, de manera que pueda verse el interior de la pieza.
2. Datos técnicos
Referencia
Es un número que distingue al modelo específico. El número de referencia permite saber exactamente qué configuración tiene el reloj. Por ejemplo, un Omega Seamaster Diver 300M de acero tiene una referencia (210.30.42.20.01.001) distinta del mismo modelo pero de titanio (210.90.42.20.01.001).
Reserva de marcha
Es, en pocas palabras, el tiempo que puede continuar funcionando el reloj con una carga completa (cuando el muelle está completamente enroscado) sin que el usuario le dé cuerda ya sea mediante la corona o el movimiento normal del uso diario. En los relojes modernos, la reserva de marcha va usualmente de las 36 a las 120 horas. Si hablamos de un reloj automático que usas a diario, sólo necesitas que dure lo suficiente para que puedas quitártelo e irte a dormir y ponértelo de nuevo al día siguiente.
Estanquidad
También se conoce como resistencia al agua. Alude a la capacidad del reloj de mantenerse libre de humedad en diferentes circunstancias, pero eso no significa necesariamente que pueda sumergirse por completo. Por ejemplo, un reloj que dice 3 bares o 30 m puede resistir alguna salpicadura leve, pero no es un reloj para nadar o para la ducha. Uno que declara 100 m de resistencia es apto para la alberca, pero probablemente no deberías bucear con él o ser demasiado brusco dentro del agua. De 300 m en adelante, prácticamente puedes hacer lo que quieras, siempre y cuando no sea un reloj muy viejo (¡y no olvides enroscar bien la corona antes de sumergirte!).
Distancia entre asas
Esto es relevante porque determina qué brazaletes puedes usar con ese reloj. Las medidas usuales son 20, 21 y 22 mm, pero existen otras opciones. Para detener el extremo de la correa, se emplea una barra de resorte que se ajusta a las asas.
Distancia de asa a asa
Este número se obtiene al medir el reloj de arriba a abajo viéndolo de frente, desde la punta de las asas en la parte superior hasta la punta de las asas que están debajo. Es una medida útil para saber cómo se sentirá sobre la muñeca. Un reloj de 44 mm que tiene asas cortas, podría no sentirse tan voluminoso, a pesar de tener un diámetro considerable. Por otro lado, uno de 39 mm que tiene una gran distancia entre asas, se sentirá más grande de lo que es en realidad.
Tipo de movimiento Los movimientos o calibres se clasifican según la fuente de energía que los hace funcionar. En un reloj mecánico es la energía almacenada en el muelle real; en uno de cuarzo es una batería. Entre los mecánicos hay dos tipos: los de cuerda manual y los de cuerda automática. Los automáticos tienen una masa oscilante, un elemento que gira libremente con el movimiento del usuario, y esa energía se transfiere al muelle. Los manuales no cuentan con este componente, de manera que el dueño tiene que darles cuerda a través de la corona cada día. Al igual que ocurre con las referencias para los modelos, las marcas le asignan un nombre específico a cada calibre.
Cronómetro
Si bien es la palabra que usamos normalmente para describir la acción de un cronógrafo, en el mundo de la relojería un cronómetro es un guardatiempo cuya precisión es excepcional y ha sido evaluada por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC). Si cumple con los criterios de esta institución, se denomina oficialmente como cronómetro y la palabra puede escribirse en la esfera (por ejemplo, el MIDO Ocean Star 600 Chronometer).
RELACIONADA: Diferencias entre cronógrafo y cronómetro
3. Las complicaciones
Cronógrafo
Así se conoce a un reloj que, además de marcar la hora, puede registrar un lapso específico de tiempo a petición del usuario. Esto resulta útil para saber cuánto tarda un auto en dar la vuelta a un circuito, por ejemplo. La forma en que este lapso es representado es mediante subesferas, cada una de las cuales tiene su propia manecilla. En la mayoría de los casos, los cronógrafos tienen un pulsador arriba de la corona para iniciar y detener el contador y otro debajo de la misma para reiniciar el conteo, llevando todas las agujas a cero.
Fase lunar
Es una de las complicaciones más elegantes. Consiste en una apertura en la esfera que revela la fase de la Luna en cada momento. Esto funciona mediante un disco que rota en lapsos de 29 días y medio, algo conocido como mes sinódico o lunación. Suele encontrarse en relojes de aspecto formal, aquellos delgados con correas de piel de becerro o caimán.
Calendario perpetuo
Esta es una de las complicaciones más complejas y costosas. Un reloj que cuenta con un calendario perpetuo es aquel que marca el día de la semana, el día del mes, el mes y el año de forma precisa, tomando en cuenta los años bisiestos. Estos relojes no necesitarán ajustes sino hasta el año 2100. ¿Por qué? Porque ese año no se considera bisiesto dado que es divisible entre cuatro y entre 100 pero no entre 400 (esto tiene que ver con la forma en que funciona el calendario Gregoriano).
Repetidor de minutos
Esta complicación es una maravilla de la ingeniería, aunque en estos tiempos no resulta muy útil (se inventó antes de la aparición de la luz eléctrica). Un repetidor de minutos es un reloj que tras el accionar de una palanca ubicada en un costado de la caja indica las horas, los cuartos de hora y los minutos mediante sonidos. Esto sucede gracias a diminutos martillos que golpean gongs igual de pequeños el número preciso de veces según la hora.
Tourbillon
Esta palabra francesa significa “torbellino” y alude a la máxima expresión de maestría en el mundo de la relojería. En su origen, tenía un propósito funcional pero en la actualidad es apreciado sobre todo por su belleza. Consiste en una pequeña jaula que gira sobre su eje, usualmente una vez por minuto, y contiene en su interior el escape y el volante (la parte que dosifica la energía del movimiento). El propósito es evitar que la fuerza de gravedad actúe únicamente sobre un lado de los mismos como ocurría en los relojes de bolsillo que siempre estaban en la misma posición. El tourbillon mejoraba sustancialmente la precisión de los mecanismos. Hoy esta complicación es señal de que se está ante una pieza de alta relojería.
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