Guía para dejar de estresarte por el dinero
No te preocupes, no hablaremos sobre presupuestos.
Si comparas tus tickets del supermercado de las últimas semanas con los de un año atrás, notarás que el precio de todo ha incrementado. Esto también es evidente al analizar las porciones de algunos productos: el costo podrá ser similar pero la galleta es más pequeña. Con todo lo anterior, es perfectamente comprensible que te sientas estresado respecto al dinero. Y no eres nada más tú. Un reporte de Bankrate revela que 47% de los adultos afirman que su salud mental ha sufrido como consecuencia de cuestiones financieras. Si acudes a las redes sociales en busca de un respiro, te toparás, por un lado, con personas presumiendo autos y viajes, y por el otro con autoproclamados gurús que te dicen que no estás trabajando lo suficiente o invirtiendo como deberías.
Quizá la razón por la que no podemos sacudirnos el estrés financiero es que solemos ver la cuestión al revés. “En la superficie, parece que las finanzas son simplemente una cuestión de detalles prácticos”, dice Spencer Sherman, fundador de Abacus Wealth Partners y autor de The Cure for Money Madness. Pero las estrategias clásicas, como ajustarte a la regla 50-30-20 (50% de tu dinero para necesidades, 30% para cosas que quieres y 20% para ahorro) y dejar de comprar productos con sobreprecio, tienden a enfocarse en los síntomas y no en la raíz del problema.
Así que en vez de simplemente buscar otra app o sistema que te ayude a organizarte, vale la pena conocer cuáles son tus creencias y emociones en torno al dinero, de acuerdo con Sherman. El miedo, vergüenza y otros sentimientos relacionados pueden evitar que veas tu realidad financiera de forma objetiva y que tengas la confianza necesaria para tomar decisiones acertadas. De hecho, puede ocurrir lo contrario: que termines arriesgándote demasiado o tirando el dinero en cosas que sabes que no te beneficiarán. “El dinero apela a nuestro sentido de supervivencia y eso es lo que lo hace tan intimidante”, dice Sherman.
Existe algo conocido como “terapia financiera” y apareció desde principios de este siglo. La mayoría de sus enfoques están basados en esta premisa: cuando analizas los miedos y estresores relacionados con el dinero, puedes comportarte de forma distinta. En otras palabras: puedes dejar de gastar de forma descontrolada, excederte con el trabajo sólo para hacer crecer tu cuenta de banco o de evitar el tema por completo porque lo encuentras incómodo.
La Financial Therapy Association, una organizacion de profesionales en este tema, es ahora seis veces más grande de lo que era hace 10 años. Esto debido a la creciente ansiedad en torno al dinero a nivel global y la progresiva aceptación de la terapia en general. Cada vez son más las universidades que añaden terapia financiera a sus planes de estudio e incluso algunos bancos se están sumando.
Lo importante es que este enfoque puede ayudar a aliviar el estrés financiero. “Hay ahora una mayor aceptación de que el dinero tiene una conexión real con nuestra salud y bienestar”, dice Joyce Master, L.C.P.C., terapeuta financiera y autora de The Financial Mindset Fix.
Deshacerte del estrés financiero es similar a perder peso. Puedes abordarlo desde una perspectiva programática (comer una taza de esto y dos tazas de aquello), y es algo que funciona si eres constante. O puedes examinar lo que te lleva a consumir alimentos que no te ayudan a alcanzar tus metas y controlar eso. Resolver el problema que está detrás del problema puede ayudarte tanto a perder el peso como a disminuir el estrés que rodea al asunto.
Cuando comprendes qué es lo que está detrás de tu comportamiento en torno al dinero, también descubres que tienes la capacidad de modificarlo. Mayor confianza en el ámbito financiero ayuda a establecer límites y sentir menos ansiedad. Esto es lo que sugieren los terapeutas para que llegues a ese punto.
Elimina los juicios
Debes ver tu cuenta bancaria como números que te ayudan a emprender acciones, no como juicios de valor. Por ejemplo: si tienes menos de lo que “deberías”, es posible caer en una espiral de autocrítica y tacharte a ti mismo de irresponsable. En vez de eso, piensa en la cuenta simplemente como un indicador de lo que deberías hacer a continuación. ¿Deberías pensar en obtener otra fuente de ingresos o en recortar tus gastos?
Cuando pones atención a los números sin juicio, tiendes a responder de mejor manera ante la información. Pero tampoco se trata de actuar como que no te molesta lo que ves. “No queremos hacer a un lado el dolor, sino aceptarlo y cultivar resiliencia”, dice Sherman. Como suelen decir los terapeutas: siéntate con los sentimientos. Intenta aceptar tu situación (no estoy donde quisiera, pero esa es la realidad ahora mismo, así que haré algunos cambios). Esto te permitirá avanzar en la dirección correcta.
Pon atención a lo que te dices a ti mismo
¿Cuál es tu “guion financiero”? Piensa en las creencias que tienes sobre el dinero: “El dinero provoca peleas” o “Tener mucho dinero demuestra que soy una persona valiosa” o “Lo mejor es comer en casa en vez de salir a un restaurante con amigos y gastar”. Este tipo de creencias se forjan temprano en la vida, así que trata de recordar tu infancia. ¿Tus papás peleaban sobre dinero? ¿Te compraban cosas todo el tiempo? ¿Odiaban gastar? Si reflexionas en torno a lo que te llevó a pensar como piensas sobre el dinero, comenzarás a reconocer de dónde vienen tus estresores.
Decide si esas creencias te benefician o no
“Una vez que te das cuenta de que tienes una vieja creencia que ya no está alineada contigo hoy, tienes la posibilidad de reaccionar de forma distinta cuando se manifieste”, dice Jack Howard. Por ejemplo, pregúntate si gastar excesivamente para que parezca como que le sigues el ritmo a los demás es algo verdaderamente importante y si hay un guion que te funcione mejor que ese como “Mi valor no está definido por cuánto gano; el éxito se trata de llevar una vida alineada con mis valores”. En sus talleres, Howard le pide a los participantes que escriban sus viejas creencias y, al lado, las nuevas.
Por ejemplo, un guion viejo: “El dinero trae la felicidad”. Howard recuerda a una persona que gastaba demasiado en regalos para sus hijos como resultado de haber crecido sin dinero. El sujeto se dio cuenta de que el tiempo de convivencia con ellos, y no los regalos, era lo que conducía a que tuvieran buenos recuerdos. El nuevo guion: “Las experiencias traen felicidad”.
Ordenar el caos mental que tienes en torno a las finanzas no hará que ganes más o que baje el precio de las cosas, pero sí te ayudará a vivir con menos estrés, vergüenza y culpa. Como resultado, podrás tomar mejores decisiones, lo cual, por supuesto, será beneficioso para tu cuenta de banco. Como dice Master: “Nuestra situación financiera es cómo nos encontramos, no quiénes somos”.
Guiones financieros clásicos
Hay cuatro guiones básicos, de acuerdo con un sistema desarrollado por Brad Klontz, Psy.D., profesor del Heider College of Business de Creighton University. Si tienes dificultades para identificar el tuyo con base en las descripciones que ves aquí, responde el cuestionario en mentalwealthadvisors.com.
Eres evitativo
Evitas lidiar con tus finanzas, posiblemente porque tienes una visión negativa sobre el dinero (causa problemas, no lo mereces, es un tabú, etc.).
Eres vigilante
Crees que es importante trabajar duro por tu dinero y ahorrarlo. Te hace sentir seguro y gastarlo puede venir con algo de ansiedad. Podrías sentir también la necesidad de esconder lo que compras.
Buscas estatus
Tiendes a atar tu valor personal a tus finanzas. Te gusta mostrarle a otros lo que tienes y, como resultado, podrías terminar gastando de más.
Te parece lo más importante
Crees que el dinero siempre es la respuesta y que todo mejora cuando tu cuenta crece. El problema es que eso puede provocar que nunca te sientas satisfecho con lo que tienes y que compres cosas sólo como un intento de ser más feliz.
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