¿Qué hace tan especiales a los relojes?

Hay pocos objetos que despierten tanta admiración como un guardatiempo. Al tomar en cuenta cuántos se venden en el mundo (la industria suiza produjo más de 16 millones de unidades en 2023) y el exorbitante precio que alcanzan algunos (el récord es de 31 millones USD y le pertenece a Patek Philippe con su Grandmaster Chime*), queda claro que los relojes son mucho más que instrumentos de medición del tiempo. Ese era su propósito original, pero en una era en la que basta un vistazo a la pantalla del teléfono para conocer la hora exacta, llevar en la muñeca un artefacto mecánico extremadamente complejo y exquisitamente terminado es un acto de rebeldía, una forma de nadar contra la corriente. En MH somos fanáticos de los relojes y a continuación te damos cinco razones por las que deberías convertirte en uno también.

1. Son un reflejo de la personalidad de quien los porta

Seguramente te has descubierto a ti mismo soñando despierto alguna vez, y sin importar lo que imagines, hay un reloj que se adapta perfectamente a ese escenario. Digamos que tienes una afición por la aventura y el montañismo. Si te ves a ti mismo alcanzando la cumbre de algún ocho mil en la cordillera del Himalaya, el aliado perfecto sería un Explorer II de Rolex. Si tus sueños te llevan a investigar las profundidades del mar, tendrías que hacerlo armado con un Fifty Fathoms de Blancpain. ¿Te gustaría orbitar el planeta Tierra y advertir cuán minúsculos somos en el cosmos? No olvides tu Speedmaster Moonwatch Professional de Omega. Si tu mente te transporta a una entrega de premios y te imaginas recogiendo tu galardón ataviado con un exquisito traje de Savile Row, el detalle que hace la diferencia es un Datograph Up/Down de A. Lange & Söhne. ¿En cuanto cierras los ojos ves tus manos aferradas al volante de un 911 Turbo S mientras recorres un camino sinuoso? Enfócate en tu muñeca. ¿Qué hay ahí? un Carrera Chronograph de TAG Heuer, claro. 

La variedad de opciones es casi infinita y lo que elijas será una forma de comunicarle al mundo quién eres y lo que buscas. ¿Tu smartphone puede hacer eso?

2. Combinan arte y ciencia

Para lograr que un reloj refleje con precisión el paso de las horas, minutos y segundos, se requiere, esencialmente, de una fuente de energía (un muelle); una forma de regularla (un mecanismo llamado escape que bloquee y luego permita el desenroscamiento del muelle en intervalos, produciendo el característico tictac) y un tren de ruedas (una serie de engranajes) que impulse a las agujas. Es una operación compleja que emplea más de un centenar de piezas estratégicamente ubicadas en un espacio minúsculo. ¿Y si además quieres que el reloj muestre la fecha? Deberás añadir aún más elementos. ¿La fase lunar? Lo mismo. Cada una de estas funciones adicionales a la hora se conoce como “complicación” y lograr que todo funcione de forma precisa es una auténtica hazaña de ingeniería. Una pieza que contiene todo lo mencionado antes es el Overseas Moon Phase Retrograde Date de Vacheron Constantin. La fase lunar es tan precisa que sólo requerirá un ajuste en 122 años. Simplemente comprender el funcionamiento es difícil, imagina crear y ensamblar los distintos componentes.

Luego, viene la cuestión estética. En un reloj de alta gama, cada pieza, tanto si es visible (la esfera y el bisel, por ejemplo) como si no lo es (elementos escondidos detrás de los puentes en el movimiento), es decorada con esmero. El ojo del artista y la mente del ingeniero colaboran para dar lugar a algo extraordinario.

3. Son la pieza de joyería por excelencia para los hombres

Hay marcas de moda masculina que ofrecen accesorios espectaculares, desde anillos, pulseras y collares hasta pisacorbatas o pinzas para billetes, pero lo cierto es que son pocos los hombres que se animan a incorporarlos a sus atuendos. Por otro lado, la mayoría posee por lo menos un reloj. Al igual que las otras opciones, este te permite jugar tanto con elementos de diseño (una caja giratoria como la del Reverso Tribute Chronograph de Jaeger-LeCoultre, por ejemplo) como con distintos materiales. Si bien el más común es el acero inoxidable, también los hay fabricados en metales preciosos como oro amarillo, blanco y rosado, así como platino. ¿Deseas algo ligero y resistente? Marcas como Tudor, IWC y Zenith trabajan con titanio, ejemplos son el Pelagos FXD, Ingenieur Automatic 40 y Chronomaster Sport, respectivamente. ¿Te gustan los materiales más novedosos? En Audemars Piguet son expertos en el uso de cerámica, prueba de esto es el Royal Oak Minute Repeater Supersonnerie. Si estás en busca de algo especial e irrepetible, puedes optar por un reloj con esfera de meteorito, sí, literalmente fabricada con un fragmento de cuerpo celeste. Free Bridge Meteorite de Girard-Perregaux es una buena opción.

4. Evolucionan junto con su dueño


Si entras al garaje y adviertes un rayón en la puerta de tu auto, de inmediato querrás llevarlo a reparar. Lo mismo si como resultado de la exposición al sol, la pintura del cofre ha comenzado a desvanecerse. Con los relojes sucede algo distinto y contraintuitivo: para quien es un apasionado de la horología, las marcas que lleva un reloj le aportan carácter y lo convierten en una pieza única. Por supuesto, no hablamos de golpes que dañen la caja o el calibre, sino arañazos sutiles o, sobre todo, la decoloración que experimentan los biseles de aluminio, así como algunas esferas. Un reloj con pátina (señales de envejecimiento) revela que el dueño no ha temido usarlo y disfrutarlo. Es la razón por la que existe un gran mercado de relojes vintage, y esto nos lleva al siguiente punto.

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5. Son la herencia perfecta

A nadie le molesta recibir dinero como herencia. Pero, si bien este resulta muy útil, no tiene ningún significado más allá de la conveniencia. ¿Qué tal un auto? Si ha permanecido en tu familia durante muchos años, lo más probable es que esté repleto de averías, contamine mucho y resulte impráctico como medio de transporte. Hablando específicamente de un reloj mecánico, la energía que dio vida a ese reloj durante décadas provino directamente del movimiento del usuario. 

Fue la muñeca de tu padre o tu abuelo lo que facilitó el avance de las agujas a lo largo del tiempo y ahora eres tú, con tus propios movimientos y experiencias, quien da cuerda a la pieza. Esto trae a cuento una de las frases más icónicas de la industria, aparecida en una campaña publicitaria de 1996: “Nunca eres dueño de un Patek Philippe, simplemente lo cuidas para la siguiente generación”. Ese es el principal beneficio que brinda la alta relojería.

*Es reloj más costoso que se ha vendido en subasta (Ref. 6300A-010). Christie’s lo vendió en 31.19 millones de francos suizos en 2019. El dinero fue donado a investigaciones para hallar una cura para la distrofia muscular de Duchenne.

Explorer II de Rolex

• Movimiento: cuerda automática calibre 3285
Material de la caja: acero Oystersteel
• Diámetro de la caja: 42 mm
• Grosor: 12.5 mm
• Estanquidad: 100 m
• Brazalete: acero Oystersteel
• Reserva de marcha: 70 h

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Fifty Fathoms de Blancpain


• Movimiento: cuerda automática calibre 1315

• Material de la caja: oro rojo
• Diámetro de la caja: 42.3 mm
• Grosor: 14.3 mm
• Estanquidad: 300 m
• Brazalete: caucho
• Reserva de marcha: 120 h

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Speedmaster Moonwatch Professional de Omega

• Movimiento: cuerda manual calibre Omega 3861
• Material de la caja: acero
Diámetro de la caja: 42 mm
• Grosor: 13.2 mm
• Estanquidad: 50 m
• Brazalete: acero
• Reserva de marcha: 50 h
• Precio: 157 mil pesos

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Datograph Up/Down de A. Lange & Söhne

• Movimiento: cuerda manual calibre L951.6

• Material de la caja: platino
• Diámetro de la caja: 41 mm
• Grosor: 13.1 mm
• Estanquidad: 30 m
• Brazalete: piel de caimán
• Reserva de marcha: 60 h

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Carrera Chronograph de TAG Heuer

• Movimiento: cuerda automática calibre TH20-00

• Material de la caja: acero
• Diámetro de la caja: 39 mm
• Estanquidad: 100 m
• Brazalete: acero
• Reserva de marcha: 80 h

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Overseas Moon Phase Retrograde Date de Vacheron Constantin


• Movimiento: cuerda automática calibre 2460 R31L/2

• Material de la caja: acero
• Diámetro de la caja: 41 mm
• Grosor: 10.4 mm
• Estanquidad: 50 m
• Brazalete: acero
• Reserva de marcha: 40 h

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Reverso Tribute Chronograph de Jaeger-LeCoultre


• Movimiento: cuerda manual calibre 860

• Material de la caja: acero
• Tamaño de la caja: 49.4 x 29.9 mm
• Grosor: 11.1 mm
• Estanquidad: 30 m
• Brazalete: piel de becerro y textil
• Reserva de marcha: 52 h

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Pelagos FXD de Tudor

• Movimiento: cuerda automática calibre MT5602
• Material de la caja: titanio
• Diámetro de la caja: 42 mm
• Grosor: 12.7 mm
• Estanquidad: 200 m
• Brazalete: textil
• Reserva de marcha: 70 h
• Precio: 88 mil pesos

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Ingenieur Automatic 40 Titanium de IWC


• Movimiento: cuerda automática calibre 32111

• Material de la caja: titanio
• Diámetro de la caja: 40 mm
• Grosor: 10.8 mm
• Estanquidad: 100 m
• Brazalete: titanio
• Reserva de marcha: 120 horas

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Chronomaster Sport Titanium de Zenith


• Movimiento: cuerda automática calibre El Primero 3600

• Material de la caja: titanio
• Diámetro de la caja: 41 mm
• Estanquidad: 100 m
• Brazalete: titanio
• Reserva de marcha: 60 h

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Royal Oak Minute Repeater Supersonnerie de Audemars Piguet

• Movimiento: cuerda manual calibre 2953
• Material de la caja: cerámica negra
• Diámetro de la caja: 42 mm
• Grosor: 14 mm
• Estanquidad: 20 m
• Brazalete: caucho
• Reserva de marcha: 72 h

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Free Bridge Meteorite de Girard-Perregaux

• Movimiento: cuerda automática calibre GP01800
• Material de la caja: acero
• Diámetro de la caja: 44 mm
• Grosor: 12.2 mm
• Estanquidad: 30 m
• Brazalete: piel de becerro
• Reserva de marcha: 54 h

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