Relojes esqueleto: con el corazón expuesto
Además de ofrecer una estética futurista, los relojes esqueleto permiten al usuario admirar la capacidad técnica y atención al detalle en sus piezas.
Históricamente, cuando decidías gastar una buena cantidad de dinero en un guardatiempos, parte de tu decisión de compra se debía a que sabías que lo que había en el interior tenía un terminado exquisito, incluso si no podías verlo. Hace unos años, eran muy pocos los relojes que permitían un vistazo a la maquinaria, es decir, relojes esqueleto. Esto se debía a que no sólo eran muy difíciles de fabricar, sino que se corría el riesgo de disminuir su integridad estructural al prescindir de algunos de los elementos tradicionales. Cuando la industria relojera se vio obligada a cambiar su enfoque, pasando de ofrecer herramientas indispensables a artículos de lujo, se les ocurrió que permitir al comprador observar la maquinaria sería una buena forma de incentivar la compra. Es así como aparecieron los fondos de zafiro en los años 90. Audemars Piguet decidió innovar al hacer hoyos en la esfera para dejar ver sus tourbillons. Omega, por su parte, diseñó un Speedmaster esqueletado. Aunque aún se trataba de un proceso muy complejo, la respuesta del público fue positiva.
Los avances tecnológicos de la primera década de este siglo permitieron que cada vez más marcas pudieran optar por este estilo, así que una nueva generación de referencias esqueletadas apareció en el mercado. El día de hoy son pocas las marcas que no cuentan con algún modelo que emplee este tipo de diseño. Cuanto más del movimiento puedas ver, más costosa suele ser la pieza, pero hay algo para todos los presupuestos. Aquí encontrarás cinco relojes esqueleto que te invitan a disfrutarlos por dentro y por fuera.
Relojes esqueleto que debes conocer
1. Zenith Chronomaster Open
La primera vez que Zenith le dio a sus clientes un vistazo al interior de sus célebres cronógrafos El Primero fue hace 20 años. Desde entonces, su icónica estética con tres círculos que se traslapan y que revelan el corazón de las piezas no ha cambiado. Este crono late a alta frecuencia, eso le permite medir intervalos de tiempo de una décima de segundo. Cómpralo aquí.
2. Rado True Square Automatic Skeleton
Mediante su caja de cerámica esqueleto de un solo bloque, Rado revela el calibre ETA que se encuentra dentro del True Square. Las secciones horizontales asemejan circuitos eléctricos y le proveen una nueva estética a las tradicionales marcas (conocidas como Côtes de Genève) en el movimiento que está debajo. Cómpralo aquí.
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3. Tag Heuer Monaco Chronograph
Dado su diseño geométrico y angular, el Monaco de Tag Heuer se presta perfectamente para lucir una carátula esqueletada. El esquema de color de la misma remite al modelo original de 1969, al tiempo que se muestra original y futurista. A la vista queda el calibre Heuer 02, un movimiento cronógrafo con una reserva de marcha de 80 horas. Cómpralo aquí.
4. Swatch Big Bold Irony “Bolden Yellow”
Desde el nombre, esta pieza revela que no se toma demasiado en serio a sí misma. Sí, es una ironía que se exhiba un movimiento de cuarzo producido en masa como si se tratase de un calibre automático, pero eso le da una cualidad juguetona que se agradece. El esquema de color de alto contraste funciona perfectamente para atraer al ojo hacia lo que ocurre en el interior y, a diferencia de muchos otros modelos de Swatch, este tiene una caja de acero inoxidable. Cómpralo aquí.
5. Bell & Ross BR 05 Skeleton Gold
Así como la tecnología permitió la proliferación de los relojes esqueletados, nuevos avances continúan empujando la evolución del estilo en esta industria. Un ejemplo es la tendencia reciente a emplear cristales de zafiro con color. Empleando este avance, Bell & Ross ha producido el BR 05 Skeleton en tonos naranja, verde y azul. Cómpralo aquí.
Este artículo salió publicado en la edición de marzo de Men’s Health México y Latinoamérica.