¿Puedes alcanzar el orgasmo solo con el poder de tu mente?

Nada es más misterioso que la mente humana. Sabemos que es profunda y poderosa. También sabemos que la mente controla el cuerpo de manera consciente e inconsciente, y a veces la línea entre ambos se difumina. ¿Podría ser posible invocar conscientemente un orgasmo sin estimulación física? ¿Podrían la respiración y el poder del pensamiento realmente desencadenar respuestas orgásmicas observables en el cuerpo?

Si lo piensas, ser capaz de llegar al orgasmo sin sexo o masturbación suena realista en comparación con historias increíbles sobre monjes tibetanos que pueden aumentar la temperatura de su cuerpo con su mente, personas que crean mundos ficticios masivos y vívidos mientras sueñan lúcidos, o casos raros de personas que se recuperan de enfermedades crónicas y terminales solo a través de una voluntad inquebrantable.

Los desencadenantes físicos y psicológicos de un orgasmo

Un orgasmo es la culminación de múltiples procesos fisiológicos y cognitivos. Cuando alguien se excita, experimenta un placer aumentado por la liberación de neurotransmisores y hormonas. A medida que el placer se acumula, también ocurre un cambio fisiológico considerable: aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, respiración acelerada y contracción de varios músculos.

Según Suzannah Weiss, sexóloga residente de Fleshy y autora de Subjectified: Becoming a Sexual Subject, la mayoría de nosotros alcanzamos el orgasmo en respuesta a una combinación de estimulación física y mental. Por ejemplo, podríamos tocarnos mientras fantaseamos o miramos pornografía, o tener relaciones sexuales mientras miramos a nuestra pareja o hablamos de manera provocativa con ella. La única diferencia con el orgasmo sin contacto es que toda la estimulación es mental.

La estimulación física a través de la masturbación o las relaciones sexuales es el desencadenante más común de la excitación sexual, pero si alguna vez has tenido un sueño húmedo, sabrás que no siempre tiene que ser así. Además de las incómodas situaciones nocturnas, también sabrás por experiencia que puedes excitarte mucho solo al pensar en un enamorado o en tu pareja. Las imágenes mentales vívidas funcionan de manera similar al contacto físico, porque nuestro cerebro a veces tiene dificultades para distinguir entre la imaginación y la realidad.

“Normalmente, el toque es la batuta que pone en marcha la orquesta, pero tu cerebro puede ser su propio director”, dice Emily May, PhD, terapeuta sexual certificada por AASECT y escritora en Private Sugar Club. “A veces les digo a mis clientes: ‘Si tu cerebro puede causarte estrés, también puede causarte placer’”.

Cuando se trata de la respuesta sexual, también existe un modelo de control dual desarrollado por Erick Janssen y John Bancroft a finales de los años 90.

“El Modelo de Control Dual de la Respuesta Sexual es un modelo interesante a considerar cuando se habla de la respuesta sexual”, explica Catherine Drysdale, coach sexual y de relaciones con más de 250k seguidores en TikTok y actual embajadora de ONE Condoms. “Los investigadores lo comparan con los pedales de aceleración y freno de tu coche. El sistema de excitación sexual (SES) es tu pedal de aceleración: todas las cosas que puedes oler, tocar, saborear, pensar y creer que aumentan tu excitación sexual. Este es el comienzo del proceso de excitación.

“Por otro lado, el sistema de inhibición (SIS) es el pedal del freno”, continúa. “Hay muchos factores que pueden activar estos frenos, como la imagen corporal, factores culturales, traumas pasados y cómo nos sentimos en términos de seguridad o dignidad para expresarnos. Los frenos pueden incluir el olor en la habitación, la iluminación o que nuestra mente divague hacia nuestra lista de tareas pendientes o la ansiedad por el rendimiento”.

¿Existe evidencia científica que respalde los orgasmos sin contacto?

Según Holly Wood, PhD, terapeuta sexual y sexóloga certificada por AASECT en Bedbible.com, la mayoría de los informes son anecdóticos y la investigación científica sobre este tema es limitada, pero algunos pequeños estudios han documentado casos de orgasmos desencadenados puramente por el pensamiento. Por ejemplo, un estudio de caso en 2022 presentó a una mujer de 33 años que desarrolló la capacidad de experimentar y controlar orgasmos sin ninguna estimulación genital.

Para verificar sus afirmaciones, el equipo de investigación midió sus respuestas hormonales, incluidas la prolactina y la hormona luteinizante. Todos quedaron sorprendidos al descubrir que los cambios en los niveles de prolactina y otros marcadores fisiológicos y hormonales eran muy similares a los de los orgasmos reales.

Cuando se le preguntó cómo había aprendido a alcanzar el orgasmo solo con su mente, la mujer dijo que fue un viaje que le tomó más de una década, ya que sufría de vaginismo, debilidad del suelo pélvico y problemas de autoimagen. Sus protocolos para lograrlo incluyeron la práctica constante de yoga, ejercicios del suelo pélvico, rutinas de atención plena y respiración, entre otros.

Antes de esto, un estudio de 1992 mostró cómo la respuesta del cerebro al orgasmo sin contacto es similar a su respuesta al orgasmo mediante la estimulación genital.

“En su estudio observaron ciertos marcadores fisiológicos, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la dilatación de las pupilas para medir el orgasmo en mujeres cuando se autoestimulaban, y luego midieron estos mismos marcadores cuando solo invocaban el orgasmo sin tocarse, y eran prácticamente idénticos”, explica Megwyn White, sexóloga radicada en Nueva York y directora de educación de Satisfyer. “Otro dato interesante es que utilizaron neuroimagen para observar qué centros del cerebro se activaban y encontraron que solo pensando en ciertas partes del cuerpo, el mapa sensorial correspondiente se activaba dentro de la parte somatosensorial del cerebro. Esto podría apuntar al poder de la atención y el enfoque mental para activar las vías sensoriales que pueden facilitar la excitación y el orgasmo con el enfoque adecuado”.

Otro estudio se centró en el efecto de la respiración sobre la excitación, y encontró que la respiración es una herramienta efectiva para apoyar la respuesta de excitación.

“Es importante tener en cuenta que, si bien este fenómeno es intrigante, la comprensión científica sigue siendo limitada. Se necesitan más estudios controlados para validar las afirmaciones y explorar posibles aplicaciones”, dice Wood. “Además, la capacidad de experimentar orgasmos inducidos por el pensamiento no debe considerarse un reemplazo de las experiencias sexuales típicas ni un referente de la salud sexual”.

¿Pueden los hombres tener orgasmos sin estimulación física?

Según Andrew Mioch, coach sexual, autor de The Best She Ever Had y fundador de Sexual Quantum Leap y School of Squirt, es posible que los hombres logren conscientemente un orgasmo sin estimulación física a través de técnicas como la “visualización erótica”, combinada con una respiración profunda y diafragmática. Este es un aspecto clave del Método Mioch, en el cual se emplea el “hackeo neuro-sensorial” para comunicarse directamente con las zonas erógenas y desencadenar respuestas físicas.

“Los hombres que tienen experiencia en la no eyaculación y la retención de semen pueden experimentar ondas orgásmicas profundas en todo el cuerpo sin tocarse los genitales. Yo mismo lo he experimentado un par de veces y también he trabajado con clientes avanzados que pudieron alcanzar estados orgásmicos sin ninguna estimulación física directa”, afirma Mioch.

“Un orgasmo inducido por la mente se siente más como una ‘liberación energética de todo el cuerpo’, una ola que recorre el sistema nervioso, casi como un zumbido vibratorio”, continúa. “Los orgasmos físicos suelen ser más localizados e intensos, mientras que los mentales se sienten más difusos y pueden prolongarse más tiempo, casi como si el cuerpo resonara con placer. Se trata de experimentar el orgasmo como una sinfonía interna, no solo como un pico singular”.

Agregó que sigue siendo una experiencia poco común, especialmente considerando que muchos hombres hoy en día están atrapados en patrones de consumo frecuente de pornografía y eyaculación, lo que los desconecta de la conciencia cuerpo-mente profunda necesaria para acceder a este nivel de sensación.

¿Existe alguna diferencia entre las sensaciones de un orgasmo inducido por la mente y uno desencadenado a través del sexo o la masturbación?

Actualmente, la literatura científica es inconclusa. No hay una forma clara de comparar los orgasmos con estimulación física con los orgasmos basados únicamente en la estimulación mental. En algunas personas, los orgasmos mentales duran mucho más y se extienden por todo el cuerpo, probablemente debido a la mayor relajación física y conexión mente-cuerpo. En otros, los orgasmos no físicos pueden sentirse más ligeros físicamente, pero igualmente poderosos emocionalmente y más fáciles de recuperar. La experiencia subjetiva, la duración y la intensidad variarán definitivamente de persona a persona.

“Los orgasmos se ven y se sienten diferentes para cada persona. Lo que estimula a un cuerpo puede desconectar a otro, y el contexto también importa”, explica Drysdale. “Es importante recordar que un orgasmo no es el marcador definitivo de placer para todos. La cultura popular y las normas sociales a menudo ponen tanto énfasis en el orgasmo como el objetivo final, lo que puede hacer que el sexo se sienta demasiado orientado a una meta y estresante. El enfoque está en el ‘gran O’ en lugar de disfrutar el viaje. En lugar de centrarse en ‘¿cuándo alcanzaré el orgasmo?’, cambiar el enfoque a ‘¿estoy teniendo un momento feliz y placentero?’ nos permite aprender a escuchar y sentir las diversas sensaciones dentro de nuestro cuerpo que se sienten bien”.

“Explorar la sexualidad de uno y la capacidad de sentir placer es un viaje profundamente personal que puede involucrar mucho más que acciones físicas”, agrega Michelle Herzog, LMFT, terapeuta sexual certificada por AASECT y fundadora del Center for Modern Relationships. “La mente es una herramienta poderosa, y abrazar su papel en la satisfacción sexual puede abrir nuevas vías para el placer y la intimidad, tanto individualmente como en pareja. ¡Pero es importante recordar que no hay una forma correcta o incorrecta de experimentar placer!”.

Vía Men’s Health

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