Santos de Cartier: tradición y evolución
Para aquellos que aprecian la más alta calidad en manufactura, además del diseño atemporal, no hay mejor apuesta que un Santos de Cartier.
Incluso si no eres un experto en relojería, seguramente identificas al Santos de Cartier de inmediato. Con su silueta cuadrada, algo innovador en un tiempo en que todos los relojes eran redondos, y los tornillos visibles en el bisel, los cuales le dan un aspecto mecánico e industrial, esta colección es inconfundible.
El origen es fascinante. El Santos de Cartier fue creado específicamente para el pionero de la aviación Alberto Santos Dumont, amigo personal de Louis Cartier. El piloto necesitaba un instrumento que le permitiera conocer la hora sin tener que sacar su reloj de bolsillo, algo que implicaba una distracción cuando se encontraba al mando de un avión. ¿El resultado? El primer reloj de pulsera para hombres, así como el primer reloj de aviación en la historia.
Todo esto ocurrió a principios del siglo XX. Desde entonces, el Santos de Cartier ha evolucionado, pero manteniendo siempre los mismos principios de diseño: la pureza de sus líneas, la precisión de sus formas y la belleza de sus detalles.
Este año, la Maison ha presentado nuevas versiones del ícono. Se trata tres referencias más pequeñas (27 mm x 34.5 mm) en oro, acero y la combinación de ambos metales. El movimiento que les da vida es de cuarzo y todos son herméticos hasta 30 metros. Además de que el tamaño los hace accesibles para todo tipo de muñecas, destaca la sofisticación de la esfera con efecto rayos de sol.
A esto se suma un brazalete intercambiable que permite combinar la caja de acero con un extensible del mismo material o con una correa de piel. En el caso de la caja de oro, el brazalete de este material precioso puede intercambiarse con una correa de piel de aligátor. El resultado es mayor versatilidad.
Dentro de los lanzamientos en esta familia también podemos encontrar una referencia en tamaño grande con caja y brazalete de acero, así como fechador a las seis en punto. En su corazón late un movimiento de cuerda automática y tiene una hermeticidad de 100 metros.
No importa cuál elijas, un Santos de Cartier es la pieza perfecta para cualquier contexto gracias a su icónico diseño y manufactura del más alto nivel. ¿Cuál es tu favorito?
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