Ballerina tiene una de las escenas de acción más increíbles que he visto. Involucra lanzallamas.
No hay otra forma de decirlo: esta película tiene una pelea con lanzallamas y es ridículamente genial.
ESTA ES una historia sobre From the World of John Wick: Ballerina (o, como nos referiremos a ella de ahora en adelante, simplemente Ballerina). Pero para explicar adecuadamente la magia de algo muy específico de Ballerina, primero necesito hablar de otra película: 28 Weeks Later.
Con el próximo estreno este mes de 28 Years Later, la segunda secuela de la película de culto dirigida por Danny Boyle, 28 Days Later, por fin me puse al día con algunas cosas. No hace mucho, vi 28 Days Later por primera vez, y fue brillante. Casi la comparo, en cierto modo, con la original Alien —es silenciosa por momentos, claustrofóbica y llena de tensión antes de estallar al final en una explosión de acción, violencia y horror.
La secuela, entonces, lo lleva todo a un nivel superior. 28 Weeks Later no trata solo sobre humanos contra zombis —hay toda una operación militar involucrada. Y con una operación militar, dado que esto es una película, llega algo más: fuego. Aquí es donde revelo que el mismo día que vi 28 Weeks Later, también vi Ballerina. No tienen mucho en común estas dos películas; una trata sobre un brote de infectados rabiosos estilo zombi, y la otra sobre una asesina entrenada en busca de venganza. Pero hay una cosa que las conecta, y es que ambas presentan mucho, muchísimo fuego.
28 Weeks Later se estrenó en 2007, lo que significa que ya tiene casi 20 años. Y aunque los efectos especiales han avanzado bastante, hay algunos momentos en los que el fuego en pantalla no se ve como el fuego real, sino más bien como efectos de un videojuego o una película aún más antigua. Obviamente nada de esto está ocurriendo en la vida real, pero los efectos anticuados pueden tener un impacto negativo en la experiencia de ver una película (aunque 28 Weeks Later sigue siendo increíble, que quede claro). En Ballerina, eso jamás sucede—y mucho menos durante una larga secuencia hacia el final de la película que hace algo que nunca había visto antes.
En Ballerina, hay una pelea con lanzallamas. Sí, leíste bien: una pelea completa con lanzallamas.
Parte de eso, por supuesto, se debe a que prácticamente no hubo efectos visuales involucrados. Una vez más, Ballerina demuestra que es mejor usar efectos prácticos siempre que sea posible. El CGI a veces envejece mal. ¿Sabes qué no lo hace? Lo real. “No era solo un poco de fuego—era el fuego”, dijo Ana de Armas en una entrevista reciente. “Y era real. Lo hicimos. El fuego, el agua—todo.”
La trama de Ballerina es de lo más básico que se puede encontrar en una película. Cuando Eve (Ana de Armas) era niña, su padre fue asesinado por un culto malvado de asesinos (liderado por El Canciller, interpretado por Gabriel Byrne). Toda su vida la ha llevado por un camino de venganza hasta enfrentarse finalmente al Culto y al Canciller, lo que la conduce a dos horas de acción altamente estilizada y muy violenta. La historia es solo un pretexto para poner acción hipnótica en pantalla; la película, como cualquier otra del universo John Wick, presenta momento tras momento de violencia que te atrapa y no te permite apartar la vista.
La mayor parte de la acción a lo largo del filme es similar a lo que ya hemos visto en otras películas de Wick. Pero cerca del final, Eve toma un lanzallamas y se enfrenta en un duelo con el principal secuaz del Canciller, Dex (Robert Maaser), y es ahí donde la película realmente hace algo especial. Estos dos asesinos entrenados pasan los siguientes 15 minutos disparándose llamaradas uno al otro; fuego por todas partes, con la tensión al máximo sabiendo que un solo error convertirá a cualquiera de los dos en la colilla quemada de un fósforo.
Es una secuencia impactante de ver, y el director Len Wiseman (junto con Chad Stahelski, director de Wick, quien supuestamente estuvo involucrado en muchas de las escenas regrabadas de la película) tuvo la astucia de ubicarla en varios escenarios diferentes. En un momento, la pantalla está completamente iluminada con el resplandor naranja del fuego, una imagen tan hipnotizante que simplemente te deja sin aliento. Para esto venimos a ver películas de acción. Por esto vale la pena verlas en la pantalla grande.
Finalmente, la escena concluye cuando Eve toma una manguera de incendio, y la eterna batalla entre fuego y agua se convierte en nuestro último gran enfrentamiento. Es otra imagen que se queda grabada en la memoria—en parte, porque ¿quién no ha imaginado algo así alguna vez? Y ahora está aquí, luciendo completamente real y absolutamente fascinante.
La escena concluye, literalmente, con una explosión, cuando John Wick en persona (Keanu Reeves), quien ha estado observando todo desde lejos a través de la mira de su rifle de francotirador, dispara al tanque de gas del lanzallamas de Dex, haciéndolo estallar. Bastante apropiado que una pelea de fuego termine con una explosión aún mayor, ¿cierto?
Esa es la magia del cine, amigos. Fuego, más fuego, agua y una gran explosión. ¡No hay nada mejor que eso!
Vía Men’s Health
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