Guía para saberlo todo sobre… el páncreas

No suele hablarse tanto sobre este pequeño órgano con forma de secadora de aire que se encuentra en lo más profundo del abdomen, pero es muy relevante. Aquí te contamos cómo mantenerlo funcionando bien para que tu salud esté a tope.

Lo básico sobre el páncreas

Lo que hace

Es casi como dos órganos en uno. En primer lugar, produce hormonas que regulan el azúcar en sangre y previenen la diabetes y sus complicaciones, tales como fatiga y disfunción eréctil. Además, colabora en la digestión de alimentos. Cuando eso falla, podrías perder peso y tener problemas en el baño.

Lo que le gusta

DIETAS ANTIINFLAMATORIAS: para las personas con factores de riesgo para problemas pancreáticos (historial familiar, consumo excesivo de alcohol), un plan de alimentación que contemple alimentos enteros (como la dieta mediterránea) resulta ideal.

EJERCICIO: la actividad física mantiene la grasa corporal bajo control, lo cual ayuda a tu páncreas al trabajar contra la diabetes. Ayuda a tu sistema inmune y podría prevenir el cáncer pancreático.

Lo que no le gusta

FUMAR: los cigarros son dañinos porque pueden causar inflamación y daños al ADN, lo cual puede impactar al páncreas. Lo mismo podría ocurrir con los puros y la mariguana, aunque hay menos datos al respecto.

BEBER: el alcohol es una toxina para el páncreas y genera lesiones a largo plazo.

Cómo saber si algo está mal

Muchos síntomas de problemas con el páncreas son genéricos, pero hay algunos a los que vale la pena poner atención, de acuerdo con Brett Sheppard, M.D. de Oregon Health & Science University.

• Heces grasosas y de color claro que flotan
• Ictericia
• Dolor abdominal que parece emanar del centro del cuerpo
• Pérdida de peso inesperada

3 Grandes problemas del páncreas

1. Diabates

La diabetes ocurre cuando la insulina, la hormona que produce el páncreas para regular el azúcar en sangre, deja de funcionar. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no responde bien ante la insulina. Como resultado, las células beta del páncreas la producen en exceso, es decir que trabajan de más y pueden morir. De acuerdo con Archana Sadhu, M.D., edocrinóloga del hospital Houston Methodist, la elevación en azúcar en sangre que resulta puede causar grandes daños, desde ataques cardiacos hasta fallas en los riñones, ceguera o disfunción eréctil.

Tratamiento

Comienza con cambios a tu estilo de vida, dice el Dr. Sadhu. El ejercicio reduce la resistencia a la insulina y comer menos alimentos ultraprocesados ayuda a reducir la necesidad de secreción de la misma para mantener la glucosa en un nivel adecuado. A fin de cuentas, esto ayuda a proteger las células beta en el páncreas.

Un detalle importante

Existen dos pruebas de sangre distintas. La prueba de glucosa en plasma en ayunas es una representación de tu azúcar en sangre (<100 es normal). La prueba A1C mide el promedio de azúcar en sangre a lo largo de tres meses (<5.7 es normal).

2. Pancreatitis

Cuando las enzimas que crea el páncreas para ayudarte a digerir alimentos no pueden llegar hasta tu intestino delgado, pueden comenzar a digerir el páncreas mismo. El síntoma principal es un dolor terrible de abdomen. De acuerdo con el Dr. Sheppard, las causas más comunes son abuso en el consumo de alcohol, lo cual limita el funcionamiento del órgano, y cálculos biliares. Estos últimos bloquean los ductos que usan las enzimas.

Tratamiento

PANCREATITIS AGUDA. Usualmente es algo que ocurre una sola vez, pero también podría ser recurrente, lo cual se torna crónico. Podrías estar hasta una semana en el hospital recibiendo medicamentos y fluidos por vía intravenosa. Si la causa son cálculos biliares, también necesitarás tratamiento para eso.

PANCREATITIS CRÓNICA. Esta puede generar tejido cicatricial, lo cual genera aún más bloqueos y podría requerirse cirugía, así como enzimas u hormonas que el páncreas ya no puede secretar por su cuenta.

3. Cáncer de páncreas

No hay otra forma de decirlo: este es uno de los tipos de cáncer más preocupantes. La expectativa de vida promedio después del diagnóstico es de uno a tres años. No existe una prueba de monitoreo preventivo y es muy difícil detectarlo pronto. Pero, de acuerdo con Andrew Hendifar, M.D. del hospital Cedars-Sinai, hay razones para ser optimistas.

Tratamiento

Dependiendo de cuán avanzado sea el tumor, usualmente se trata con cirugía y quimioterapia. Hay nuevas terapias en el horizonte que podrían enfocarse en células específicas que tienen mutaciones genéticas que producen cáncer, de acuerdo con el Dr. Hendifar. Cuando estén disponibles, cambiarán el panorama radicalmente. A diferencia de otros tipos de cáncer, este tiende a ser similar en diferentes pacientes, de manera que los tratamientos ayudarán a la mayoría de sujetos.

Este artículo salió publicado en la edición de agosto de Men’s Health México y Latinoamérica.

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