Esta es la generación Maxx
Entrenamientos con goma de mascar para afilar la mandíbula, productos para flecos revueltos y muchas fragancias. Aquí un vistazo a las tendencias que están moldeando a toda una generación de hombres jóvenes.

Hace unos meses, me encontraba en Nueva York desayunando con un amigo de la escuela y sus hijos. Era la conversación típica en la que dos adultos se ponen al tanto de lo que ha ocurrido: ¿Cómo estás? ¿Quién se ha enfermado? Cuando volteé hacia abajo, vi que uno de sus hijos estaba mirando su propio reflejo en la pantalla de un iPhone. Encogía las mejillas y se pasaba la mano por el rostro. Se veía como Ben Stiller en Zoolander mientras hacía “Blue Steel”. Sólo que seguramente nunca ha visto Zoolander. Es más, probablemente no tiene idea de quién es Ben Stiller.
“Está trabajando su mandíbula”, me dijo mi amigo mientras suspiraba. Como si esa oración tuviera algún sentido. “Está haciendo ‘mewing’”. El niño tiene 10 años y a pesar de que no tiene su propio teléfono todavía, la tendencia de TikTok llamada “looksmaxxing” ya está fijamente instalada en su cerebro. “Looksmaxxing” y sus primos, “auramaxxing” y “smellmaxxing” se refieren a la obsesión de la Generación Alfa con la maximización de la apariencia física para lucir más atractivos. Algunos de estos comportamientos son benignos, como el hecho de que busquen en Sephora las fragancias que recomiendan influencers como Jeremy Fragrance, quien tiene 10 millones de seguidores en TikTok. Pero si no se realizan con cuidado, otras cosas, como masticar un chicle para “afilar” la mandíbula, puede tener consecuencias negativas.

Anthony Rossi es un dermatólogo del hospital Memorial Sloan Kettering en Nueva York y se da cuenta de inmediato cuando alguien ha sido influenciado por lo que ve en internet. “Notamos a cada vez más pacientes que se obsesionan con sus ángulos faciales. Me cuenta también que sus colegas han visto a cada vez más millennials jóvenes e incluso pacientes que son Gen Z o Gen Alfa. “Quieren ángulos más definidos”. Algunos afirman que su rostro no luce bien en Instagram y dicen cosas como “uso filtros para verme bien, pero quiero verme así en la vida real”.
Incluso los gobiernos están preocupados. En octubre, después de una investigación de dos años, 14 estados de la Unión Americana demandaron a TikTok, argumentando que la app está diseñada para ser adictiva para los jóvenes. Investigaciones que han realizado ellos mismos concluyen que “el uso compulsivo está relacionado con efectos negativos en la salud mental, incluido un incremento en la ansiedad”.
Hay muchas otras tendencias que he pasado por alto, pero lamento informarte que esta no es una que deberíamos ignorar ya que puede ser clave para entender a las generaciones Z y Alfa, saber hacia dónde se dirigen y, lo más importante: ¿Están bien estos hombres jóvenes?
Casey Lewis tiene un newsletter muy popular llamado “After School” (Después de la escuela), en el que narra lo que ocurre con estas generaciones nuevas. Hay compañías de Fortune 500 que la contratan para que les explique este tema. El concepto de looksmaxxing, aparentemente proviene de la comunidad “promasculina”. Los denominados “incels” u hombres célibes involuntariamente. Ellos culpan a las mujeres de sus problemas.
La palabra apareció hace más de una década en los rincones oscuros del internet, antes de ganar tracción en 2023. “Hay un grupo de hombres que siente que su masculinidad está bajo amenaza por parte de la sociedad. Sienten como que carecen de poder o visibilidad”, explica Lewis. “Están intentando maximizar su masculinidad porque sienten como que no pueden expresar esta parte de su ser como deberían”.
Hay varias teorías en cuanto al origen de esto (podría ser una respuesta ante el movimiento #MeToo). Pero si la última elección presidencial en Estados Unidos nos enseñó algo es que los hombres jóvenes no pueden ser ignorados. Un hombre obeso de 78 años se convirtió en la imagen de la hipermasculinidad por una razón simple: hizo que sus seguidores se sintieran vistos y comprendidos. Le regresaron el favor. En 2024, Trump ganó el voto del segmento masculino de 18 a 29 años por 14 puntos. Con esto, rompió con una tradición de décadas en las que los jóvenes se inclinaban hacia la izquierda.
Hay otro personaje que se ha vuelto un modelo para la Generación Alfa. Se trata de Patrick Bateman, el protagonista de American Psycho. El asesino serial de la novela de Bret Easton Ellis fue magistralmente interpretado por Christian Bale en la cinta del año 2000. Bateman es una figura interesante. Antes de la aparición de los videos tipo “Get Ready With Me”, él ya narraba su rutina matutina, la cual incluía colocarse hielo en los ojos mientras hacía abdominales. Además, utilizaba un aftershave “sin alcohol o con muy poco porque el alcohol reseca tu cara y te hace ver más viejo”. En foros de Reddit, Bateman, con su rostro bien humectado, es una imagen muy popular para los autodescritos “sigmas”, un término de la Generación Alfa para los hombres independientes que priorizan el poder, la clase y el autocontrol y que atraen a las mujeres mediante sus cuentas de banco.

Un activista de extrema derecha acuñó el término “sigma” en 2010, unos años antes de declarar que las mujeres no deberían tener derecho al voto.
El looksmaxxing tiene como base la idea de que todos tenemos el poder de mejorar nuestros prospectos románticos a pesar de la mano que nos fue repartida. En una era en la que las audiencias se sienten desesperanzadas, esto por lo menos les brinda la ilusión de control sobre sus vidas. O, como dice Bateman: “Siempre puedes ser más delgado… lucir mejor”. Para muchos, esto comienza con el “mewing”. Aunque el hijo de mi amigo, aquel que se miraba en el iPhone, no lo sabe, el término viene de Mike Mew, un controversial ortodoncista británico que tenía una mandíbula sorprendentemente cuadrada. Pero lo que fascina a muchos en TikTok es cómo la consiguió. El Dr. Mew acepta contarme la historia vía Zoom desde su casa en Londres. Todo comienza con su padre, John Mew, quien denunció al establishment médico del Reino Unido en los años 90, declarando que la ortodoncia típica estaba errada. Esta fue diseñada para tirar de la mandíbula inferior hacia adelante, para llevarla al nivel de la superior, dice, lo cual no sólo es perjudicial para la salud, sino que los resultados pueden revertirse.
Pero había un problema aún más grande, de acuerdo con el padre de Mew. En algún momento de los últimos 200 años, el cráneo sufrió una modificación, para mal. Culpaba por eso a los alimentos procesados, los cuales hacen más fácil masticar. Pero, sin importar cuál sea la razón, decía, nuestros cráneos ya no tienen espacio para los 32 dientes. Esto ha dado lugar a la apnea del sueño y, lo que es peor, “caras feas”.
John Mew afirmaba que podía arreglar eso. Su técnica, a la que llamó “orthotropics”, usualmente comienza antes que la ortodoncia típica y requiere la instalación de un aparato en la boca que hace espacio para los dientes al tiempo que abre las vías respiratorias. Experimentó con sus hijos, de acuerdo con un documental llamado Open Wide. Y en vez de estudios científicos que respalden este método (no hay), el movimiento utiliza el rostro de Mike Mew como prueba de la efectividad del método. Y su mandíbula de verdad llama la atención. Tiene un ángulo que parece dibujado por un caricaturista. Mike promete que tú también puedes tener su mandíbula con algo de práctica. Lo único que debes hacer es empujar la parte superior de tu boca con la lengua durante horas cada día. A eso se le bautizó como mewing y ese hashtag ha sido visto más de 2 mil millones de veces en TikTok.
Cuando le pregunté sobre el mewing, un representante de la American Association of Orthodontists me envió un comunicado largo que contenía esta frase: “El respaldo científico para las afirmaciones de que el mewing puede esculpir la mandíbula es tan robusto como un hilo dental”. También afirma que “estas tendencias, popularizadas en las redes sociales, generan preocupación en torno a su seguridad y eficacia”. Vale la pena mencionar que John Mew perdió su licencia médica en 2017, después de haber sido encontrado culpable de realizar afirmaciones sin sustento. El asunto es que, para las redes, que el establishment esté molesto contigo es una señal de que estás haciendo algo bien.
En diciembre, Mike Mew lanzó una app llamada Mewing by Dr Mike Mew. Él cree en verdad que el trabajo de su familia puede no sólo ayudar a que las personas se vean mejor, sino que puede reducir la apnea del sueño, lo cual podría, a su vez, elevar el IQ en 10 puntos. “Lo que me impulsa no es el interés”, dice. “Quiero hacer del mundo un mejor lugar”.
Casi un año antes de que Gladiator II se estrenara en cines, se viralizó una foto de Paul Mescal. Estaba parado en una esquina en Nueva York, sosteniendo una ensalada y mostrando las piernas con unos shorts muy muy cortos. Se veía como cualquiera de los jóvenes de mi gym que se toman selfies con sus atuendos athleisure. Probablemente se la envié a una docena de personas. Supongo que no fui el único. “Los hombres son mucho más conscientes de la apariencia física ahora que antes”, dice el psicólogo Keith Valone. “Y no se sienten avergonzados o superficiales por hablar de ello”. Sí, es cierto que a los hombres les importa cómo se ven desde que vivían en las cavernas. Pero hay dos cosas que han cambiado. Primero “la popularidad de los procedimientos cosméticos ha crecido de forma exponencial gracias a las redes sociales”, de acuerdo con Joshua Zeichner, un dermatólogo del Mount Sinai Hospital en Nueva York. “Esto porque cada vez más personas están frente a una cámara de forma regular”. Términos como “brotox” se han difundido mucho. “Cuantos más hombres hablan sobre esto en las redes, más conscientes se vuelven todos de su propia apariencia. Cada vez son más los que acuden a la clínica en busca de procedimientos para modificar su mandíbula”.
Y no sólo es que se miren en el espejo todo el día, sino que constantemente reciben notificaciones que únicamente incrementan sus inseguridades. Como explica Mike Parent, profesor de la University of Texas, quien se especializa en el comportamiento de los hombres jóvenes, “históricamente, la publicidad ha hecho todo lo posible por hacer sentir mal sobre sí mismas a las mujeres, y esto ha resultado muy lucrativo. El foco está puesto ahora en los hombres”. Parece estar funcionando. El Dr. Parent me habló de un estudio de 2009 en el que participaron estudiantes universitarios y reveló que incluso los atletas se sentían avergonzados por su cuerpo. Es decir que incluso los veinteañeros con físico de Adonis se sienten inseguros.

Y la presión es real. Exactamente un día después de que empecé a investigar para esta historia, mi feed se llenó de anuncios de productos de autoayuda. Comencé a ver imágenes de un chicle llamado “Jawliner gum”, el cual es 10 veces más difícil de masticar que el normal, con lo cual, dicen, tonifica los músculos maseteros, ubicados en la cara. El fundador de esta marca, un alemán llamado Anton Perl, me recuerda que no fue él quien inventó las inseguridades. De hecho, dice, él está vendiendo la solución. “Cualquier tipo de motivación para cambiar a tu cuerpo siempre es lo mejor”. La compañía presume haber vendido ya más de un millón de unidades.
Afortunadamente, a mí no me preocupa mi mandíbula. Tengo 46 años y sé cómo me veo. ¿Pero qué tal si tuviera 15? ¿Qué tal si estuviera entrenando a los algoritmos para aprovecharse de mis inseguridades sin darme cuenta? ¿Sería uno de esos hombres de Reddit que están despiertos a la mitad de la noche hablando obsesivamente sobre sus inseguridades? ¿Dónde está la línea entre la incomodidad con uno mismo que resulta normal y la dismorfia corporal? Es una preocupación legítima. Casey Lewis compara al concepto looksmaxxing con el movimiento “pro-ana” (proanorexia), en el cual personas que padecen de desórdenes alimenticios se encuentran unas a otras en línea (bien) y alimentan sus obsesiones (mal). “Siempre ha habido hombres obsesivamente preocupados por su apariencia, explica, “pero ahora tienen muchas plataformas para reunirse unos con otros”.
Fue así como llegué a un sitio web llamado Mogwarts Academy, el cual se promociona como una “escuela de looksmaxxing y de superación personal profunda”. El nombre es una referencia a Hogwarts, la escuela para hechiceros de la saga de Harry Potter. Pero también hace alusión al término “mogging”. Esto se refiere a pararse junto a una persona menos atractiva para hacer que uno se vea mejor.
El responsable de Mogwarts es el influencer de belleza Kareem Shami, quien tiene más de 1.8 millones de seguidores en TikTok y su sitio opera con base en un sistema de suscripciones: por 19 dólares al mes, los usuarios tienen acceso a sus tutoriales en línea. De acuerdo con un artículo del New York Times, él y su familia huyeron de la guerra civil en Siria en 2012 y llegaron a Beirut, donde a Shami lo molestaban por su tez clara. Luego, parece que confundió American Psycho con un tutorial ya que comenzó una transformación profunda que involucraba, entre otras cosas, mewing. Su nombre de usuario en TikTok es “Syrianpsycho”. Intrigado, pasé algo de tiempo en el sitio y tomé el curso Looksmaxxing 101 de Shami, el cual incluye tips para conseguir “ojos de cazador” que, dice, las mujeres encuentran irresistibles. No tengo idea de si eso es real, pero si las fotos de antes y después de Shami no son photoshop, algo está haciendo bien. En Mogwarts dicen que tienen casi 3 mil miembros suscritos. Pero, desde la perspectiva de alguien externo, el sitio parece más relevante por los foros que contiene que por las clases. Como ocurre con las hormonas de los adolescentes, estos foros son extremadamente activos. En una publicación, un usuario de 16 años con cuerpo magro comparte fotos de sí mismo y pide que le digan “qué debería mejorar”, lo cual me pareció algo peligroso. De acuerdo con un reporte del sitio de noticias The Conversation, esa línea de cuestionamiento es algo común y a los hombres que reciben un puntaje muy bajo en su “valor de mercado sexual”, se les ha impulsado para que se quiten la vida. Sí, el internet puede ser cruel y peligroso. En el caso del adolescente que mencioné, quizá simplemente estaba buscando recibir cumplidos, pero es difícil saberlo. Muchas de las publicaciones son de hombres jóvenes con dudas reales como la mejor forma de mejorar el estado de su piel. Y la retroalimentación suele ser sincera. Es, en cierto sentido, como un grupo de apoyo.

La versión cinematográfica de American Psycho se estrenó hace 25 años, pero la influencia de Bateman continúa. El director de Challengers, Luca Guadagnino, acaba de anunciar que está trabajando en su propia adaptación con Austin Butler como el protagonista. Era hora de que investigara hablando directamente con los adolescentes, así que pregunté en Facebook y TikTok quiénes estaban interesados en smellmaxxing y mewing. Un adolescente de 13 años llamado Max me dijo que se enteró del mewing a través del internet hace un año o dos. Lo probó, pero “no me gustó. Sé que muchas personas dicen que puede arreglar tu mandíbula, pero para ver resultados tienes que hacerlo mucho”. Cuando le pregunté si conocía a alguien que lo estuviera haciendo mucho me dijo que no. “Creo que se convirtió en una especie de meme”. Quizá tenga razón. Uno de los chistes en la película The Fall Guy de 2024 con Ryan Gosling es, precisamente, sobre su mandíbula.
Quizá lo más llamativo de esta conversación y las otras que tuve es lo cómodos que se sienten los adolescentes hablando sobre su propia apariencia y rutina de skincare. Cuando yo era joven, a todos nos importaba cómo nos veíamos, pero hablar sobre ello habría sido vergonzoso. Estos chicos no tienen pena. ¿Y por qué habrían de tenerla?
Aidan, de 15 años, se interesó por el mundo de las fragancias después de escuchar a sus compañeros hablar al respecto en el almuerzo. “Quería poder involucrarme más en las conversaciones”, dice. Después de tomar prestada una fragancia Armani de su padre, fue con sus amigos a adquirir la suya. A la mitad de la conversación, me explicó las diferencias entre “parfum” y “eau de parfum” y habló de notas de entrada y salida. Todo esto lo hacía sonar más como un perfumista que un incel.
Max estaba igual de informado sobre esto después de consumir contenido de influencers como Fragrance Knowledge, el cual crea reseñas divertidas de perfumes para su millón de seguidores en TikTok. A veces lo acompaña su abuela en los videos. Su nombre real es Evan. Intenté entrevistarlo para este artículo y le encantó la idea, pero me dijo que estaba muy ocupado con un proyecto que había cerrado con una marca.
Aidan tiene alrededor de 18 fragancias hoy, incluida la muy costosa Althaïr de Parfums de Marly (8,200 pesos). La describe como “una mezcla de naranja y vainilla”, y añade que “es única”. Suele recorrer los pasillos de tiendas departamentales con sus amigos, aprovechando las muestras gratis.
Como explica David Razzano, director de belleza de Sephora, “el perfume es uno de los primeros pasos que dan los hombres jóvenes para encontrar su estilo y su rutina de autocuidado. En la era de las redes sociales, muchos jóvenes están expuestos al mundo de las fragancias y al poder y estatus que vienen con él. Es como ver un auto deportivo y soñar con poseerlo, pero los perfumes son mucho más accesibles. Llegar a la escuela con el aroma de Le Male Elixir de Jean Paul Gaultier (3,420 pesos), con sus notas amaderadas y un toque de lavanda es una señal de madurez y sofisticación”.
Cuando le pregunto sobre la obsesión de su generación con los perfumes, Aidan me explica: “Definitivamente diría que es una cuestión de confianza. Y todo el mundo habla sobre cómo a las mujeres les gusta más un hombre que huele bien. Así que creo que eso tiene una gran influencia”.
El perfume es, entonces, algo diseñado para hacerte parecer más atractivo. Y ese es el punto de toda esta historia dado que la atracción es un juego de confianza. A fin de cuentas, lo que más me preocupaba sobre los hombres jóvenes y su obsesión con el looksmaxxing y sus mandíbulas no era el hecho de que hicieran mewing, sino lo que provocó el ascenso de esta tendencia: la incapacidad de distinguir la información verídica de la que no lo es y la desconfianza en lo que dicen los expertos.

En 2023, se hizo viral un video de Andrew Huberman que era un deepfake (un montaje). En él, Huberman afirmaba que la goma de mascar podía “alterar la estructura de tu cara”. Aunque era evidente que era falso, se compartió tantas veces que el Huberman real tuvo que publicar una respuesta en X, recordándole a sus seguidores que “no tengo ninguna relación financiera con estos productos/marcas y no los respaldo”. Intentado prever el futuro del looksmaxxing, el Dr. Zeichner dice lo siguiente: “Aunque espero que el movimiento desaparezca, no creo que sea así. Creo que los jóvenes intentarán mejorar su apariencia a toda costa. Sólo espero que en cinco años, el enfoque sea más en lo natural y en aquello que es saludable”.
El lado positivo es que existen formas mínimamente invasivas de obtener una mandíbula más fuerte. A principios de este siglo, conocí a alguien que se hizo un implante. La cirugía fue costosa y brutal y hasta que la inflamación cedió, se veía como Jay Leno. Eso fue hace 25 años. Hoy, AbbVie Allergan Aesthetics tiene Juvéderm Volux XC, un relleno aprobado por la FDA que “mejora la proyección del mentón”, de acuerdo con el Dr. Rossi. Y el procedimiento probablemente puede realizarse durante tu hora del almuerzo. Si todo lo demás falla, déjate la barba. Seth Rogen se afeitó una vez después de años de tener barba y dijo que esta le había dado algo que siempre había querido: un mentón.
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