8 hábitos diarios que dañan tu piel (según dermatólogos)

Cuidas tu cuerpo: Levantas peso, haces cardio, comes saludable (más o menos), incluso quizás controlas tus macronutrientes. Pero, ¿le das el mismo nivel de cuidado a la salud de tu piel?

No basta con lavarte la cara, ponerte un poco de aftershave y considerar que eso es cuidado de la piel, especialmente si tienes ciertos hábitos diarios que, con el tiempo, pueden causar daños. Algunas elecciones aparentemente inofensivas pueden acumularse en forma de resequedad, brotes, irritación, envejecimiento prematuro e incluso un mayor riesgo de cáncer de piel.

La buena noticia es que no necesitas una rutina de 10 pasos. Unos cuantos ajustes simples pueden ser suficientes para optimizar la salud de tu órgano más grande: la piel.

Conoce a los expertos: La Dra. Michele Green es dermatóloga cosmética en Pasadena, CA. El Dr. Brian Toy es dermatólogo en el Providence Mission Hospital en el Condado de Orange, CA. El Dr. Angelo Ayar es dermatólogo especializado en dermatología quirúrgica, cosmética y médica en el sur de Florida. El Dr. David Kim es dermatólogo cosmético en la ciudad de Nueva York. El Dr. William Shipman es dermatólogo en Pasadena, CA.

8 hábitos sorprendentes que están dañando tu piel

Saltarse el protector solar diario

Sí, ya lo has escuchado antes. Pero hay una razón por la que esto encabeza todas las listas de cuidado de la piel: omitir el protector solar es uno de los peores hábitos que afectan tu piel. “El protector solar es la mejor línea de defensa contra la exposición dañina al sol y la radiación UV”, dice la Dra. Michele Green.

Solo el 12.3% de los hombres mayores de 18 años siempre usan protector solar cuando están al aire libre por más de una hora en un día soleado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La realidad es que, llueva o haga sol, verano o invierno, sin esa protección diaria, dejas tu piel vulnerable a hiperpigmentación, arrugas acentuadas, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Esto aplica a todos los tonos de piel: las personas con piel más oscura obtienen algo de protección adicional gracias a la melanina, pero sigue siendo esencial usar protector solar.

Esto también aplica a más que solo el rostro. “Los hombres a menudo olvidan aplicar bloqueador en la parte superior de las orejas, una zona común de cáncer de piel, especialmente en hombres con cabello corto”, dice el Dr. Brian Toy. “Y los hombres calvos suelen olvidar aplicarlo en el cuero cabelludo, otra zona frecuente de cáncer de piel”. Asegúrate de usar al menos un SPF 30, que protege contra el 97% de los rayos UV. Cualquier factor menor dejará tu piel vulnerable al daño solar.

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La nueva fórmula de protección solar está diseñada para ofrecer un cuidado integral tanto a adolescentes como adultos. Gracias a su tecnología de amplio espectro, protege eficazmente frente a los rayos UVB, UVA (cortos y largos), la luz visible (VIS), la radiación infrarroja (IR) y la contaminación ambiental. Además, su acción desintoxicante proporciona un aumento del 164% en el poder de purificación cutánea, dejando la piel visiblemente más luminosa. Su textura ultrafluida y de toque seco ofrece una experiencia sensorial única: es invisible, garantiza 8 horas de hidratación continua y mantiene un acabado mate durante todo el día. Todo esto en una fórmula virtuosa, libre de alcohol, siliconas y microplásticos, que respeta tanto la piel como el medio ambiente.

No lavar las sábanas con regularidad

Si tienes problemas de brotes e irritación, el problema puede no estar en tu rutina de cuidado de la piel, sino en tus sábanas. “La piel de los hombres, naturalmente más grasa debido a niveles más altos de testosterona, produce más sebo, que junto con el sudor se transfiere a las fundas de almohada y sábanas durante el sueño”, explica el Dr. Angelo Ayar. Esto crea un ambiente ideal para bacterias y alérgenos como los ácaros del polvo, que pueden desencadenar brotes, enrojecimiento y brotes de eczema; y dormir sobre ropa de cama sucia puede agravar el “acné mecánico, un tipo de acné causado por fricción y presión del contacto prolongado con superficies contaminadas”, agrega.

Más de una cuarta parte de los estadounidenses solo lava sus sábanas una vez al mes, según una encuesta de 2025 de Amerisleep; investigaciones anteriores muestran que los hombres solteros esperan en promedio 45 días antes de cambiar su ropa de cama. Para proteger tu piel, el Dr. Ayar recomienda lavar las sábanas semanalmente con agua caliente (al menos 60°C), usar fundas de almohada y sábanas de seda o bambú (menos absorbentes de aceites), usar detergentes sin fragancia y ducharse antes de dormir para minimizar la transferencia de grasa e impurezas.

Usar jabón corporal en el rostro

Los jabones corporales y en barra son demasiado agresivos para la piel del rostro, que es más delgada y sensible que la del cuerpo. “Estos jabones eliminan los aceites protectores del rostro, provocando resequedad, irritación y empeoramiento de líneas finas y arrugas”, explica el Dr. Toy.

Y sí, necesitas jabón. “Muchos hombres no limpian su rostro correctamente y eso contribuye al acné, poros obstruidos, textura irregular, foliculitis (vellos encarnados) y más”, dice el Dr. David Kim. “Para eliminar el sudor, aceite, contaminación y bacterias acumuladas durante el día, usa un limpiador suave, sin fragancia, formulado específicamente para el rostro, que limpie sin dañar la barrera cutánea.”

No usar hidratante

No usar crema hidratante puede parecer práctico, pero puede ser contraproducente. “Muchos hombres, especialmente aquellos con piel grasa o propensa al acné, evitan las cremas por miedo a que tapen los poros o hagan brillar la piel”, dice el Dr. William Shipman. Pero “una piel deshidratada puede producir más grasa para compensar, generando brotes y textura desigual”.

Esto es aún más importante en hombres mayores. “Con la edad, la piel de los hombres produce menos sebo, su hidratante natural, lo que favorece la evaporación del agua”, dice el Dr. Toy. “Una crema hidratante imita esta función y restaura la barrera cutánea para evitar la pérdida de agua.” No necesitas algo complicado, solo busca una crema ligera con emolientes como ceramidas, siliconas o manteca de karité, o humectantes como glicerina, aloe vera o ácido hialurónico, que atraen y retienen la humedad, calman la inflamación y protegen contra el envejecimiento.

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Retrasar la ducha después del gimnasio

Saltarse la ducha después de entrenar ahorra tiempo, pero dejar la ropa sudada puesta (especialmente la ajustada) atrapa humedad en la piel, permitiendo que las bacterias prosperen. “Es muy importante cambiarte inmediatamente; de lo contrario, estás invitando a poros obstruidos, acné corporal e infecciones por hongos”, dice el Dr. Kim.

Y mantén el agua tibia. Ponerla muy caliente (ya sea en la ducha o al lavarte la cara) “puede resecar la piel, dañar la barrera natural y provocar enrojecimiento, sequedad y sensibilidad”, agrega. Si prefieres el agua caliente, que no pase de cinco minutos; de lo contrario, una temperatura baja es más suave para la piel.

Descuidar la higiene al afeitarse

El vello facial crece rápido y grueso, por lo que es clave afeitarse con buena técnica e higiene para prevenir microdesgarros (pequeñas abrasiones que permiten la entrada de irritantes y microbios), irritación, hiperpigmentación y vellos encarnados, dice el Dr. Ayar. La Dra. Green agrega que los hombres con vello grueso o rizado son más propensos a los vellos encarnados. “Después de afeitarse, el vello grueso tiende a curvarse y quedar atrapado bajo la piel, formando protuberancias”, explica.

Afeítate cada uno a tres días, según el crecimiento. “Antes, limpia el rostro con un limpiador suave, luego suaviza el vello con agua tibia o una toalla húmeda uno o dos minutos (o afeita justo después de ducharte). Usa un gel o crema de afeitar lubricante —nunca jabón— y una rasuradora limpia, afilada de una o dos hojas. Enjuaga la cuchilla después de cada pasada. Al terminar, enjuaga con agua fría, seca a golpecitos y aplica una crema calmante sin alcohol con aloe o niacinamida.”

Manipular vellos encarnados, granos o zonas ásperas

Todos lo hacemos. “Pero los hombres, especialmente quienes se afeitan o tienen vello facial grueso, suelen intentar extraerlos”, dice el Dr. Shipman. “Eso suele empeorar el problema: cicatrices, manchas oscuras e infecciones.” Un grano puede ser leve al principio, pero “al manipularlo, puedes propagar su contenido a otras zonas de la piel, provocando más acné, inflamación y hasta infecciones”, dice la Dra. Green.

La Dra. Green señala que las personas con piel más oscura son más propensas a la hiperpigmentación tras la inflamación. “Al manipular la piel, los melanocitos (células que producen melanina) generan pigmento en exceso, dejando manchas oscuras.”

Regla del Dr. Shipman: “Si te dan ganas de exprimirlo, es porque necesita tratamiento, no presión.” Mantén las manos lejos y trata con medicamentos tópicos u orales. “Para casos leves, productos de venta libre con ácido salicílico o peróxido de benzoilo pueden ser eficaces”, dice la Dra. Green, aunque siempre es mejor consultar primero al dermatólogo. En casos moderados o severos, puede ser necesario tratamiento prescrito. Mientras tanto, los parches o adhesivos ayudan a romper el hábito.

Descuidar la barba

No lavar, nunca exfoliar o usar productos gruesos que atrapan suciedad puede convertir tu barba en un nido de microbios indeseados. “Las barbas son un imán para levaduras, hongos y bacterias”, dice el Dr. Toy. “El vello, el aceite y la humedad alrededor de la boca crean el ambiente perfecto para su proliferación.” Esto puede causar picazón, enrojecimiento, descamación tipo caspa, acné, foliculitis y dermatitis.

Una barba sana empieza por una piel sana. “Límpiala diariamente con un jabón facial o de barba suave para eliminar residuos y prevenir el crecimiento bacteriano”, dice el Dr. Ayar. “Exfolia una o dos veces por semana con exfoliantes químicos suaves como ácido salicílico, para eliminar células muertas y prevenir vellos encarnados; luego hidrata con aceites de jojoba o argán. Cepilla la barba diariamente con un cepillo de cerdas naturales para distribuir aceites, desenredar y recortar regularmente.”

Vía Men’s Health

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