Planear tus comidas es el mejor hábito que puedes adoptar
Una experta en comportamiento explica por qué planear tus alimentos puede cambiar tu salud —y tu vida— para siempre.

¿Te cepillaste los dientes esta mañana? Si la pregunta suena extraña, es probablemente porque lo hiciste sin pensarlo. “El 43% de nuestro día está compuesto por hábitos”, afirma la Dra. Heather McKee, especialista en cambio de comportamiento y estilo de vida. La ciencia, dice, demuestra que lo que realmente importa para formar hábitos no es la fuerza de voluntad, sino la rutina. “No te quedaste en la cama debatiendo los pros y contras de la higiene dental o si estabas lo suficientemente motivado para llegar hasta las muelas —simplemente lo hiciste, porque ahora es un hábito.”
¿El siguiente hábito que McKee quiere que adoptemos? Planificar nuestras comidas. Según una encuesta reciente de MyFitnessPal —marca con la que colabora—, el 78% de quienes reportaron estar en su peso ideal también afirmaron planear sus comidas. De ellos, el 70% atribuyó sus decisiones saludables a la preparación anticipada. “Tomamos un promedio de más de 221 decisiones relacionadas con la comida al día, y la fatiga de decisión es muy real”, dice McKee. “Después de un largo día de trabajo, cuidar niños o estudiar, decidir qué cenar puede hacer que terminemos eligiendo algo rápido, poco saludable o caro.”
De hecho, cuando se preguntó a las personas si planear sus comidas y snacks les ayudaría a tomar mejores decisiones, el 67% estuvo de acuerdo. Entre quienes se consideraban con sobrepeso, el 70% reportó sufrir de fatiga relacionada con la planificación de alimentos. Casi una cuarta parte también admitió hacer compras improvisadas frecuentes u ordenar comida a domicilio, lo cual estimaron que añade unos £412 anuales a su presupuesto.

Beneficios de planear tus comidas
La investigación científica ha vinculado la planificación de comidas con niveles más bajos de estrés y obesidad, explica McKee. No se trata solo de estar organizado, sino de cómo el cerebro procesa las decisiones. “Constantemente debatimos con nosotros mismos sobre qué comer, y eso agota nuestra energía mental. Es lo que en ciencia llamamos fatiga de decisión”, dice. “Y cuando estamos agotados, tendemos a elegir por impulso emocional, en lugar de pensar si es lo más saludable, económico o sostenible.”
Además de reducir el estrés, la fatiga y las reacciones impulsivas, McKee asegura que planear también incrementa el éxito. “Los metaanálisis han mostrado que la planificación aumenta las probabilidades de seguir un plan entre dos y tres veces más.”
Ya sea que se trate de sumergirse en una tina con hielo o seguir la última moda de TikTok, muchos buscan el próximo gran truco de salud. Pero, en realidad, dice McKee, la respuesta es mucho más sencilla. “Sabemos que debemos comer más verduras, beber agua y dormir mejor. El reto es convertir esa información en acción.” En su investigación con MyFitnessPal, hallaron que el 90% de las personas empieza la semana comiendo bien, pero para el viernes, un tercio ya ha abandonado sus hábitos.
Lo que falla no eres tú, es tu método
“Cuando iniciamos una rutina de salud, solemos echar todo de golpe y eso agota nuestra fuerza de voluntad”, explica McKee. “Ahí es donde entra la ciencia del comportamiento: se trata de crear sistemas de cambio.” Si te cuesta mantener nuevos hábitos, no te culpes. “El problema no eres tú. El problema es tu método. Si cambias tu método, el cambio llegará.”
En lugar de buscar más motivación, muchas veces solo necesitamos un mejor plan. “Planear bien es un acto de autocompasión anticipada”, asegura. Y la planificación de comidas “nos permite decidir una vez y ganar todos los días.”
Cómo convertir la planificación de comidas en hábito
Volviendo al ejemplo del cepillado dental, McKee explica que los hábitos se forman por “repetición dependiente del contexto”: hacer la misma acción en la misma situación hasta que se vuelve automática.
Un estudio de University College London descubrió que crear un hábito puede tardar entre 18 y 254 días, dependiendo de su complejidad. Beber más agua es más sencillo que implementar un plan de alimentación semanal. “Lo que me gusta enseñar es el poder de las habilidades: las señales, los sistemas y las rutinas que apoyan el cambio a largo plazo. Porque, al final, lo que genera cambio no es la fuerza de voluntad, sino el poder de las habilidades”, dice McKee.
Crear estructuras que funcionen incluso en los días difíciles es clave. ¿Tendrás una semana complicada en el trabajo? Cocina de más el domingo y congela porciones para tener cenas listas. ¿No sueles planear nada? Comienza con uno o dos días por semana. Así podrás evaluar qué te funciona, evitar desperdicios y formar una rutina realista.
Pequeños cambios como estos pueden ayudarte a reducir el estrés, tomar mejores decisiones alimenticias y sostener un estilo de vida saludable sin agotarte. “Planificar no es solo una herramienta”, concluye McKee, “es una ventaja psicológica”.
Vía Men’s Health UK
¿Ya te suscribiste al Newsletter de Men’s Health México y Latinoamérica?
Haz click aquí y recibe las mejores rutinas, consejos para bajar de peso, recomendaciones de salud y todo el contenido que necesitas para convertirte en tu mejor versión.
Síguenos en nuestras redes sociales: Instagram, Facebook, X (Twitter) y Threads