Reseña de la Theragun Mini: ¿Puede esta compacta pistola de masaje competir con modelos de tamaño completo?

Mantener la consistencia en el entrenamiento es difícil para mí cuando aumentan los viajes de verano y la socialización. Gracias a una multitud de factores cuando estoy fuera de mi rutina y lejos de casa, encuentro que la recuperación tiende a sufrir primero.

Justo cuando más lo necesitaba, tuve en mis manos la Theragun Mini durante un mes completo de pruebas intensas. Acababa de comenzar un nuevo programa de 6 semanas utilizando la aplicación Caliber para ganar algo de músculo y darle un descanso a mi reciente obsesión por el yoga caliente, y lo estaba sintiendo. Así que puse a prueba esta cosa para ver si podía mantenerse al día con mis demandas de recuperación para llevar.

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La principal atracción de esta pistola de masaje es su portabilidad. ¿Realmente podría caber en mi bolso o riñonera? Sí y sí, dejando mucho espacio para otros elementos esenciales también. Incluso pude deslizarla en la funda de mi laptop en los días en que no me apetecía llevar una bolsa al trabajo. Además, no pesa mucho (menos de 800 gramos), así que no dudé en meterlo en mi equipaje facturado ya abarrotado sin temor a desequilibrar la balanza.

En la mañana antes de un vuelo a Colorado, fui al gimnasio para un intenso día de pierna en el que destacaba el peso muerto, que no había hecho en todo el verano. Temía estar dolorida como nunca, especialmente después de mi vuelo de 6 horas, pero no quería abandonar el programa que había comenzado apenas una semana antes. Naturalmente, usé la Theragun durante todo el viaje en automóvil al aeropuerto. Cuando bajé del avión en Denver, no estaba tan rígida como pensaba que estaría. La altitud suele hacer que me sienta como si me hubiera atropellado un autobús, sin importar cómo me prepare, pero esta vez fue diferente.

Encontré que la Mini era una sólida compañera de viaje, evitándome el dolor en lugares en los que no me hubiera molestado en llevar mi Theragun PRO (que he usado semanalmente durante los últimos dos años). Llevar la Mini en los viajes sirvió como un pequeño impulso adicional para mantenerme constante en mi entrenamiento, sabiendo que tenía una herramienta a mano para ayudarme a mantener mis rutinas de autocuidado que mantengo en casa. Después de un largo vuelo y un recorrido en bicicleta de 60 kilómetros a gran altitud en Breckenridge, Colorado, la Mini fue de gran ayuda para un poco de descanso y recuperación para ponerme de pie a tiempo para mis planes de cena. Sin mencionar que al día siguiente, me desperté con mucho menos dolor del que esperaba –estaba lista para enfrentar el segundo día de mis vacaciones con energía.

A pesar de su tamaño más pequeño, la Theragun Mini está sólidamente construida y no compromete la sensación premium por la que Therabody es conocida. Su durabilidad es sólida como una roca. La sometí a todo tipo de maltratos, golpeándola durante los viajes y el uso diario. Cuando he hecho lo mismo con pistolas de masaje más baratas, las marcas y golpes han aparecido rápidamente. Pero la Mini resistió mejor: después de un mes de uso, su botón único aún responde eficientemente, su pulso es tan fuerte como siempre y su exterior de goma está libre de cualquier rasguño.

A lo largo de mi mes conociendo la Mini, me enfoqué en grupos musculares específicos para ver cómo su rendimiento se comparaba con el PRO. Para hacer una evaluación justa, puse la Theragun Mini y mi Theragun PRO uno al lado del otro. Con la ayuda adicional de mi pareja, pusimos a prueba cada dispositivo (Mini a la izquierda, PRO a la derecha, o viceversa), trabajando a través de músculos bilaterales uno por uno. Apuntamos a mis trapecios y la parte baja de la espalda para la tensión diaria (culpo a las largas horas encorvado sobre mi teclado). Y nos esforzamos al máximo en mis cuádriceps y pantorrillas para abordar la tensión posterior al ejercicio que me había conferido mi nuevo programa.

Como usuaria asidua de la PRO, estaba escéptica sobre la capacidad de la Mini para ofrecer el mismo masaje poderoso. Pero disipó esas dudas. A pesar de su menor amplitud (12 mm para la Mini, 16 mm para el PRO), no sentí ninguna disminución en la intensidad del masaje. La realidad es que puedes ajustar la profundidad aplicando más o menos presión con el dispositivo contra tu cuerpo para compensar la ligera diferencia en amplitud si es necesario. Cuando le pregunté a Dan Giordano, D.P.T., C.S.C.S., cofundador de Bespoke Treatments, su opinión sobre la Mini, mencionó que quedó sorprendido por la potencia que tiene. Debido a que es tan compacta, recomienda mantenerla junto a la cama para usarla justo antes de dormir, lo cual tiene el potencial de activar el sistema parasimpático del cuerpo, ayudando a inducir el sueño, promover la relajación y facilitar la recuperación.

Cuando se trata de aliviar la tensión y el dolor con pistolas de masaje, se trata menos de la potencia y más de encontrar el punto ideal. Mientras que la PRO viene con seis cabezales intercambiables para ayudarte a llegar justo al punto correcto, la Mini solo viene con tres. De cierta manera, es un alivio no tener tantas cabezas intercambiables, porque no necesito estar pendiente de ellas. Y las que vienen con la Mini, cubren todas mis necesidades. 

Los tres ajustes de velocidad de la Mini fueron fáciles de navegar, incluso para alguien como yo que está acostumbrada a la amplia gama de intensidades de la PRO. A lo largo de mis pruebas, me encontré prefiriendo las dos velocidades más bajas, que proporcionaron un masaje satisfactorio, uno que llegaba a los puntos correctos en mis músculos con la cantidad justa de potencia. El tercer ajuste era demasiado intenso para mi gusto, resultando en más ‘ay’ que ‘ahh’ en mis músculos más sensibles. Me hubiera gustado que los ajustes de velocidad de la Mini ofrecieran una transición más gradual entre velocidades, ya que las cinco velocidades de la PRO progresan de manera más suave.

Aunque no igualó el trabajo en tejido blando de la PRO en los ajustes más altos, aún hizo más que suficiente para que me sintiera lista para las actividades del día siguiente. Mis cuádriceps se vuelven insoportablemente tensos, por lo general me lleva unos minutos por lado con la PRO en su tercer ajuste más alto para relajarlos. Así que, la primera vez que usé la Mini después de sentadillas, me preocupé de que todavía estaría cojeando para cenar, pero esa rigidez se disolvió después de un par de minutos en la segunda velocidad más alta. Nunca me vi en la necesidad de cambiar la Mini por el PRO para obtener más potencia.

Lo que me lleva al siguiente punto, y es un aspecto subestimado: el peso y el equilibrio de la Mini. Es mucho más ligera, más equilibrada y en general se siente más natural en la mano en comparación con sus hermanas mayores. La PRO pesa un kilo y medio, mientras que la Mini pesa menos de 800 gramos. Esto puede no parecer mucha diferencia. Pero cuando la estás usando en tus hombros después de levantar pesas con la parte superior del cuerpo y tus brazos ya se sienten pesados como el infierno, apreciarás la ligereza.

Otra de las características gratamente sorprendentes de la Mini es su duración de batería. Incluso con un uso diario de 15-20 minutos seguidos, logró durarme una semana completa antes de necesitar una recarga. (Ambos modelos prometen hasta 150 minutos por carga.) Esta confiabilidad me ayudó durante mis viajes, ya que ni siquiera me molesté en empacar el cargador de la Mini en la mayoría de las ocasiones.

Theragun resolvió muchos problemas con la Mini. Pero uno que no resolvieron es el nivel de ruido. Me gustaría poder llevarlo al trabajo porque en realidad es lo suficientemente portátil, pero también es tan ruidosa que atraerás muchas miradas si lo usas en una oficina tranquila o en un avión.

Si bien es posible que no reemplace a la Theragun PRO en cuanto a accesorios e intensidad, la Theragun Mini lo compensa con portabilidad. Su combinación de potencia, portabilidad y duración de la batería la hace valer cada centavo para las personas activas que anhelan ese ritual de autocuidado sin importar dónde se encuentren.

Vía Men’s Health