Las nuevas reglas de una mentalidad ganadora
Aquí te presentamos sus estrategias para volverte más resiliente y salir adelante en cualquier situación.
Ser muy fuerte en términos físicos y dominar la técnica de tu disciplina es fundamental, pero no basta. Los atletas que nos deslumbraron en los Juegos Olímpicos también cuentan con una mentalidad a prueba de todo. Aquí te presentamos sus estrategias para volverte más resiliente y salir adelante en cualquier situación.
El camino rumbo a la excelencia es más rocoso de lo que podrías pensar. Hace tres décadas, los expertos en rendimiento mental pasaban horas y horas con los atletas, preparándolos para rendir a tope sin errores. “Había un gran enfoque en estar ‘en la zona’ y, básicamente, ejecutar las cosas a la perfección”, dice Sean McCann, Ph.D., quien ha trabajado con atletas durante 33 años como psicólogo del deporte del U.S. Olympic & Paralympic Committee. Pero la perfección es poco frecuente, el caos es más bien la norma. Conforme esta idea se ha difundido, los expertos como McCann han comenzado a enfocarse “en los momentos de presión que tienen el potencial de desestabilizar a los atletas”. Son ocasiones en las que las herramientas mentales como la visualización no funcionan dado que las circunstancias resultan abrumadoras. Ahí no puedes actuar en modo piloto automático, debes estar consciente, enfocado y en control. “Ayudamos a los atletas a lidiar con el caos, en vez de buscar el elusivo ‘estado de flujo’”, explica McCann. Los atletas olímpicos entrenan sus mentes para la competencia. Pero no necesitas ser un deportista del más alto nivel para beneficiarte de sus estrategias. Le pedimos a los expertos en rendimiento mental que nos compartieran sus reglas para ganar en la vida.
Cómo tener una mentalidad ganadora
Todos son datos
Para la mayoría de los atletas de alto rendimiento, las ocasiones en las que las cosas no salen bien no son sólo malas experiencias que olvidar, brindan información valiosa que les permite hacerlo mejor la próxima vez. “Los atletas olímpicos son optimistas”, dice Gervais. “Tienden a interpretar los eventos de una forma que les da la posibilidad de crecer”. Cuanto más al detalle veas los datos, mejor será la información con que cuentes.
McCann sugiere pensar en lo que no funcionó: “¿No te gustó el resultado o la ejecución?”. Si ejecutaste el plan como debía ser, pero el resultado se quedó corto de acuerdo a las expectativas, entonces probablemente lo que pasó estaba fuera de tu control. Alguien más fue mejor ese día. Sin embargo, si no estás feliz con tu ejecución, “entonces tienes datos que te resutarán útiles para la siguiente ocasión”, dice McCann. Identifica las cosas que te hicieron desviarte del plan. ¿Lo abandonaste voluntariamente? ¿Algo te distrajo? “¿Fue algo que no hiciste, que no puedes hacer o simplemente que no habías hecho antes?”, dice. Luego, pregúntate: ¿Cuál será la siguiente oportunidad para probar con algo distinto?
La calma está sobrevalorada
Por supuesto, siempre que hay riesgos, aparecerá la ansiedad. Ese sentimiento no desaparecerá si intentas luchar con él, así que mejor aprende a decir que sí. “Resulta muy útil comprender que los momentos más relevantes conllevan un caos interno”, afirma McCann. Esto normaliza la ansiedad y elimina la amenaza. Luego, redefine la energía. Cuando los atletas que sentían ansiedad antes de competir la replantearon como “emoción”, tuvieron mejores resultados, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Experimental Psychology: General. De forma similar, puedes cambiar tu lenguaje interno de “plagado de presión” a “intenso” o “eléctrico”, dice Michael Gervais, Ph.D., de Finding Mastery, un psicólogo enfocado en rendimiento que trabaja con atletas elite. Eliminar el juicio “te ayuda a enfrentarte al reto que tienes enfrente”, añade.
A veces, las cosas apestan
La idea de recibir un golpe y luego actuar como si no te hubiera afectado no es tan útil en realidad. “Una cosa que los grandes atletas hacen ahora con más frecuencia que hace 25 años es ser honestos consigo mismos”, dice Gervais. “Eso es fundamental para el rendimiento porque así trabajas con aquello que es cierto, en vez de interpretar las cosas de una forma falsa con el objetivo de reducir la ansiedad”.
Gervais sabe que no siempre es fácil. Él era consultor de los Seattle Seahawks en 2014, cuando aplastaron a Denver en uno de los Super Bowls más disparejos de la historia, y también al año siguiente, cuando perdieron ante los Patriots después de una intercepción en la yarda final. “Sería un error no sentir todo eso”, explica. “Si le temes a la profundidad de tus emociones, no puedes liberar tu mejor rendimiento. Debes permitirte sentir para poder aprender y crecer”. Ser honesto sobre cuánto apesta una situación, y la parte que juegas en ella, te ayuda a construir resiliencia para la próxima vez que enfrentes un obstáculo.
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No entrenar también es entrenar
Robert Andrews, L.M.F.T., fundador y director del Institute of Sports Performance, ha trabajado como consultor de rendimiento mental para atletas de alto nivel como Simone Biles y Simone Manuel. Andrew argumenta que sí, el trabajo duro importa, pero a veces tener una ética de trabajo férrea puede ser lo que evite que seas un campeón. Pensar constantemente que tienes que hacer más, más y más para obtener resultados conduce al agotamiento, no al progreso.
Cuando Andrew trabaja con atletas o ejecutivos que se han excedido con el trabajo y aún así no ven los resultados que buscan, les hace una pregunta: “¿Qué haces para llenar tu tanque?”. La respuesta debería ser más que simplemente tomar una siesta. “Debes encontrar una actividad significativa que no esté relacionada con tu profesión y que te ayude a recargar tus baterías”, explica. Andrew afirma que esto ha cambiado la carrera de varios deportistas. Hay uno que frecuentemente camina por la playa para ver el atardecer. Otro se reúne los martes con algunos de sus compañeros para comer tacos. También hay uno que lleva una cámara profesional consigo y hace retratos de lo que ve. Desconectarte y hacer cosas que te llenen es tan importante que los investigadores conocen estos momentos de recuperación mental como “las sesiones olvidadas” en un plan de entrenamiento. No tienes que hacerlo solo. Para un estudio de Texas Christian University, le preguntaron a los atletas qué estrategias de recuperación usaban para mejorar su rendimiento mental. Aquellos que mencionaron “socializar”, tuvieron mejores resultados en su deporte que el resto.
No se trata del resultado
El éxito aparece cuando haces todo lo necesario para cerrar con fuerza, no se trata de enfocarte nada más en la línea de meta. Imagina que eres un corredor de 1,500 m y tienes un objetivo de tiempo. Si te preocupa no tener suficiente energía para los últimos 300 m, podrías moderarte mucho al comienzo. Pero si tienes un plan, no pierdes demasiado terreno y decides en qué punto quieres estar cuando lleguen los 600 m, te estarás enfocando en una acción positiva. “Identificar cómo se ve una muy buena carrera y hacer un plan es lo que te permite hacer que sea una realidad”, dice McCann, quien subraya la importancia de tener una serie de pasos que puedas ejecutar sin importar lo que esté sucediendo. Eso es lo que incrementa tus probabilidades de alcanzar el éxito. En vez de pensar “¿Qué pasa si no logro lo que quiero?”, debes plantearlo como “¿Qué voy a hacer para poder alcanzar lo que quiero?”. No puedes controlar lo que hagan los demás o las circunstancias del momento, pero puedes comprometerte con un plan que te ponga en la posición en la que deseas estar. Eso es lo que te permite ganar.
Este artículo salió publicado en la edición de septiembre de Men’s Health México y Latinoamérica.
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