¿Qué pasa cuando… entro en un estado de flujo?
También se le conoce como estar “en la zona”. Se trata de un estado de enfoque profundo e inmersión total. Aquí lo analizamos.
¿Qué sucede cuando entras en un estado de flujo? Conocido también como estar “en la zona”, el estado de flujo es una experiencia de enfoque profundo y total inmersión en la actividad que estás realizando. Es ese momento en el que pierdes la noción del tiempo y tu mente parece desbordarse en creatividad y eficiencia, alcanzando un equilibrio perfecto entre la concentración y el disfrute. Pero ¿qué ocurre realmente en el cerebro durante este estado? Analizamos con la ayuda de la neurocientífica Nicole Vignola cómo funciona este proceso y por qué nos hace sentir tan bien, ayudándonos a mejorar tanto nuestra productividad como nuestro bienestar general.
1. El punto medio
El estado de flujo es un punto de equilibrio entre el aburrimiento y el estrés, de acuerdo con Nicole Vignola, neurocientífica y autora de Rewire: Your Neurotoolkit For Everyday Life. La tarea en cuestión no puede ser tan tediosa que te distraigas por cuestiones internas como tus pensamientos (“tengo que ir por café”). Pero tampoco puede ser tan compleja que te sientas paralizado. Es el resultado de una mezcla entre motivación intrínseca (el deseo de hacer algo) y extrínseca (una fecha límite).
2. Buenas sensaciones
Cuando te encuentras en este estado, la dopamina, el neurotransmisor que juega un rol en la dinámica de motivación y recompensa, es liberada en el nucleus accumbens. Esto es parte de los ganglios basales, un grupo de estructuras cerebrales que también están relacionadas en la formación de hábitos. “La actividad se vuelve gratificante en sí misma, en vez de que desees únicamente el resultado. Esto te hace sentir eufórico”, dice Vignola. Además, disminuye la fatiga y la incomodidad.
3. Enfoque perfecto
La norepinefrina es el neurotransmisor liberado durante momentos de estrés para mantenerte alerta. Si hay demasiado del mismo, te sacará del estado de flujo, pero en dosis moderadas resulta útil. Es responsable por “determinar qué parte de tu atención debe dirigirse a qué tareas y eliminar estímulos que podrían distraerte”, explica Vignola. Además, te permite enfocarte de lleno en la tarea en cuestión. Es lo que genera la sensación de visión de túnel, donde todo lo demás deja de existir.
4. Un escape
El estado de flujo te puede ayudar a despejar tu mente. “La red neuronal por defecto (DMN, por sus siglas en inglés), es responsable por tus pensamientos y tus recuerdos, así como por el hecho de que la mente divague”, explica Vignola. Esta red está menos activa cuando te encuentras en estado de flujo porque estás menos enfocado en ti mismo “y en vez de eso, te concentras en lo que tienes que hacer”.
5. Un mapa de tu mente
La creatividad durante el estado de flujo es el resultado de la interacción entre la DMN y la red ejecutiva central (CEN), responsable por la resolución de problemas y las tareas demandantes en términos cognitivos. Un tercer sistema, la red de saliencia, decide qué estímulos son importantes y alterna entre la DMN y la CEN, de acuerdo con Vignola. Puedes hacer que este proceso sea más eficiente mediante la meditación y autohipnosis.
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