La pizza frita que está cambiando la CDMX
Visitamos Rita La Pizza Fritta, la propuesta de Luis Delgado que llevó la auténtica pizza fritta napolitana a la ciudad.
En Nápoles, freír la pizza fue una solución de guerra. En la Ciudad de México, se convirtió en una revelación. Si aún no has probado la pizza frita, has malgastado tu tiempo, porque Rita La Pizza Fritta cambió por completo la forma en que entendemos este clásico italiano.
Rita abrió sus puertas en noviembre de 2024 en el corazón de la Condesa, bajo la dirección del chef Luis Antonio Delgado, quien decidió rescatar una tradición napolitana poco conocida fuera de Italia. “La pizza frita es legítima, solo que casi nadie la conocía”, dice.
Lo que en su origen fue un recurso económico durante la Segunda Guerra Mundial, hoy es un platillo artesanal, hecho con masa de alta hidratación y fermentación lenta. Luis lo describe como una pizza con carácter: “Se fríe, pero no empalaga; tiene estructura, sabor y alma”.
El concepto de Rita es el de una friggitoria napolitana, un espacio donde la fritura es arte. Su cocina abierta permite ver cómo la masa cobra vida en el aceite y luego se transforma en una pizza crujiente y ligera. Todo sucede frente al comensal, en un ambiente relajado y sin pretensiones.
El lugar se ubica en Zamora 31, Condesa, y abre de martes a domingo. Con mesas interiores y una pequeña terraza, Rita mantiene una vibra de barrio con espíritu europeo. No hay mantel blanco ni formalidades: solo buena música, olor a masa y la promesa de una comida honesta.
El menú se divide en dos estilos: la montanara —una base frita que se hornea después con los ingredientes— y la rellena, similar a un calzone frito. “La montanara es mi favorita”, confiesa Luis. “Permite jugar más con los ingredientes, porque la masa ya está cocida y no se rompe”.
Entre las pizzas más solicitadas está la Luigi, con salame calabrese, jalapeño, hongos y grana padano; una mezcla intensa que Luis recomienda con un vino blanco o un spritz. También destaca la Domenico Festa, más tradicional, con mozzarella y pelati.
Pero la sorpresa llega con la DEFectuosa, una versión chilanga que combina chicharrón prensado, salsa verde cruda y quesillo. “El chicharrón es nuestro chiccoli napolitano”, explica el chef. “Y con la salsa verde rompe la grasa, es redonda, equilibrada, mexicana”.
Luis, quien creció entre Houston y la Ciudad de México, estudió artes culinarias en Nueva York. Su trayectoria incluye restaurantes como Cosme y Roberta’s, y una constante exploración de técnicas italianas y asiáticas. “La cocina es lo que te repara el alma y la panza”, dice con una sonrisa.
Su paso por diferentes cocinas moldeó un estilo personal donde la técnica se encuentra con la emoción. En Rita, eso se nota en cada detalle: desde la selección del aceite hasta el tiempo de fermentación de la masa. “Si voy a freír, quiero hacerlo con el mejor aceite posible”, asegura.
Todo se prepara con aceite de caña de azúcar fermentada, libre de procesos industriales, lo que da una textura más limpia y ligera. “Si vas a encargarme fritura, quiero que sea algo que sientas bien después de comer”, comenta.
La carta incluye también ensaladas, pastas y postres caseros, pero el centro de la experiencia está en la masa. Alta hidratación, larga fermentación y harinas con alto contenido proteico hacen que el gluten se desarrolle correctamente, logrando una pizza más ligera y digerible.
Luis sabe que su propuesta no es convencional: “A algunos les parece cara, pero uso ingredientes de primera. Prefiero que coman menos, pero mejor”. Y tiene razón. Cada bocado deja claro que aquí la calidad está por encima de todo.
Para el chef, Rita es una declaración de intenciones: rescatar un pedazo de historia italiana con alma mexicana, reinterpretar la pizza sin copiar, y hacerla propia. “No quiero ser otra pizzería más. Quiero que cuando la pruebes, digas: esto no lo he comido en ningún otro lugar”.
Así que sí, si no has probado la pizza frita, no sabes lo que te estás perdiendo. No es una moda ni un experimento: es un homenaje al sabor, a la historia y a la curiosidad. Una pizza que se fríe para reinventarse y que te deja con ganas de regresar.
Qué pedir en Rita La Pizza Fritta
La entrada: Ensalada de coles de bruselas
Sí, venimos por pizza, pero esta ensalada vale la pena. Coles crudas, piñones, grana padano, limón amarillo y aceite de oliva extra virgen. Una entrada fresca, crujiente y perfectamente equilibrada. La acidez del limón corta la grasa y prepara el paladar para la intensidad de las pizzas fritas. Ligera, vegetal y adictiva.
LA PIZZA (definitivamente el momento cumbre de nuestra visita). No podíamos irnos sin probar la Defectuosa, la especialidad de la casa. Aunque es suficiente para una persona, no queríamos quedarnos con las ganas de probar una Montanara, así que seguimos la recomendación del chef y pedimos la Luigi.
Montanara Luigi
Salame calabrese, pelati, jalapeño, mozzarella, funghi y grana padano. Un golpe de sabor con equilibrio perfecto entre el picante, el umami y la textura crujiente de la masa frita.
Media Defectuosa
Chicharrón prensado, mozzarella, salsa verde mexicana y ricotta. Un guiño al paladar chilango que fusiona Italia y México con maestría. La salsa verde y el queso balancean la grasa, creando una pizza con identidad propia.
El postre: crème brûlée
Porque ninguna comida memorable termina sin algo dulce, el crème brûlée de Rita es un cierre clásico con un toque justo de ligereza. La capa crujiente de azúcar caramelizado se rompe para revelar una crema suave, aromática y perfectamente balanceada. Simple, elegante y sin pretensiones, como todo en este lugar.
Dónde: Zamora 31, Colonia Condesa, CDMX
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