Salud

Por qué los jóvenes comen más carne que nunca

Cada vez hay más información sobre nutrición allá afuera y una de las consecuencias ha sido una caída en el consumo de carne. Pero algunos hombres jóvenes parecen estar moviéndose en la dirección contraria y están haciendo de este alimento un fundamento de su dieta. ¿Cómo se relaciona esto con lo que ven en línea? Lo investigamos.

Por: Elle Hunt
20 noviembre, 2025

A veces, cuando el clima lo permite, Will, de 16 años, toma su asador portátil, lo lleva a la orilla del río, cerca de su casa, y asa cortes de res con sus amigos. “Eso es lo que hacemos todo el tiempo”, dice.

Hace un año, Will empezó a acudir al gimnasio. Hace entrenamiento pliométrico y levanta pesas. Para optimizar sus resultados, ha incrementado su consumo de proteínas. Procura comer ya sea pollo o res casi todos los días.

Aunque su dieta sigue siendo balanceada, considera que “la carne es la mejor fuente de proteína”. Y está consciente de que hay un estereotipo masculino atado al consumo de carne, y esto no es necesariamente lo que lo motiva. Según su forma de verlo, la carne es simplemente una opción “más natural”.

Como un hombre joven que ahora consume más carne que antes, Will es representativo de un demográfico específico, el cual está revirtiendo una tendencia que tiene décadas de existir. Durante el último medio siglo, con el advenimiento de las dietas plant-based y la conciencia medioambiental, así como la cuestión financiera, los hogares empezaron a reducir su consumo de carne. Al pollo y el pescado se les ve como opciones más saludables desde los años 80. Pero, en años recientes, un grupo está desviándose de la norma: los hombres jóvenes.

En abril, la fundación Hubbub publicó un reporte que encontró que 39% de los hombres de 16 a 24 años están comiendo más carne hoy que el año pasado. La encuesta, que tomó en cuenta a 12 mil personas, encontró que más de 40% de estos hombres jóvenes la comen a diario y no están dispuestos a reducir su consumo.

Las razones que identificaron los investigadores de Hubbub van de lo inofensivo a lo preocupante y son reveladoras de un cambio cultural. Una es la preocupación de la generación Z por el entrenamiento físico y la proteína como una herramienta para ganar músculo. Otra, algo más alarmante, es su relación con el ascenso de la denominada “manósfera” y los influencers asociados con ella como el podcaster Joe Rogan, quien ve las dietas altas en carne de res como un camino rumbo a la autorrealización. Esto está basado en una asociación entre la carne y la masculinidad. Como lo planteó uno de los sujetos entrevistados: “Cuanta más carne comas, más masculino serás”. La base de esta creencia, que se comparte a diario en las redes, es tanto histórica como cultural, pero no es biológica.

La influencia del algoritmo

“Es más que simplemente el hecho de que la carne tenga proteína”, dice Michael Baah, un entrenador personal del Reino Unido. Actualmente, trabaja con 10 hombres jóvenes de entre 16 y 25 años y muchos más han solicitado sus servicios. La mayoría, alrededor del 70%, de acuerdo con Baah, están enfocados de manera consciente en consumir más carne y ganar músculo. Pero esto es tanto un reflejo de sus objetivos en el gym como de lo que ven en las redes. “Tiene que ver con algo más amplio que es la forma en que los hombres jóvenes desean presentarse ante el mundo”.

En la actualidad, los jóvenes están más preocupados por la salud, el fitness y la nutrición que hace una década. “En general, la generación Z está mucho mejor informada que mis clientes de otros rangos de edad”, dice. Pero incluso aquellos que cuentan con más información corren el riesgo de dejarse llevar por consejos erróneos o dañinos. Baah ha notado a muchos influencers que van demasiado lejos en sus críticas hacia otras fuentes de proteína y a las personas que las consumen. “Hay personajes que exageran en términos de promover la carne. En realidad, necesitas un balance”, dice. Y añade que un alto porcentaje de sus clientes subestiman la cantidad de proteína que incluyen en sus dietas.

Más allá de los consejos contradictorios que pueden encontrarse en las redes, hay información falsa diseñada para vender suplementos, cursos o e-books. Los algoritmos no ayudan ya que le dan amplificación a las cosas más extremas, en vez de los consejos sensatos. “Si le das like una, dos o tres veces a alguna cosa, entonces eso es todo lo que te presentará la plataforma y tu panorama estará muy cargado hacia un lado”, dice Baah.

500 G, EL LÍMITE
Consumir demasiada carne roja y carne procesada puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de intestino. Deberías limitar tu consumo a medio kilo por semana, de acuerdo con Bowel Cancer UK.

Un ejemplo de esto es la dieta carnívora, la cual se compone primordialmente de carne roja y huevos. Fue promovida en 2018 por un libro de Shawn Baker, quien era en ese tiempo cirujano ortopédico. Desde entonces, ha ganado popularidad gracias a Joe Rogan, el psicólogo canadiense Jordan Peterson e incluso el autonombrado misógino Andrew Tate. Todos ellos son figuras influyentes de la manósfera. Otro ejemplo es el exfisiculturista británico Eddie Abbew, quien regularmente le habla de los beneficios de la dieta carnívora a sus casi seis millones de seguidores en TikTok e Instagram. Hubbub ha señalado a Abbew y a Rogan como algunas de las figuras que están detrás del incremento en el consumo de carne de res.

Abbew le atribuye al hecho de haberse vuelto completamente carnívoro su recuperación de presión elevada, resistencia a la insulina, fatiga, apnea, entre otras cosas. Las investigaciones sobre la eficacia e implicaciones de la dieta carnívora son limitadas. Un estudio de 2024 concluyó que “podría ser útil” para tratar algunas condiciones inflamatorias, pero también advierte sobre el riesgo de desarrollar deficiencias de nutrientes y de posibles incrementos en el colesterol.

Evidentemente, estos datos no forman parte de la conversación en línea. “Los influencers carnívoros te dirán que resuelve tu fatiga, ansiedad y problemas gastrointestinales, pero la carne no es una cura mágica, es simplemente una pieza del rompecabezas”, dice Baah.

Él ve la popularidad de esta dieta como el resultado de los algoritmos que “empujan a las personas hacia los extremos”. Incluso entre sus clientes, la importancia que le dan al consumo de carne no puede explicarse únicamente con un interés por los macronutrientes que contiene o el deseo de ganar masa muscular. “Lo que resulta interesante es la asociación con lo emocional”, dice Baah. “A la carne se le ve como algo serio: es una señal de propósito, dedicación y compromiso con el fitness. Veo muchos comentarios del estilo ‘las ensaladas no me llenan’ o ‘los hombres reales comen carne’. No es solo una cuestión de nutrición, sino de identidad”.

Los hombres reales comen carne

La asociación entre carne y masculinidad no es algo nuevo, dice Lauren Camilleri del Institute for Health and Sport en Victoria University, Melbourne. Desde los tiempos del Imperio Romano y durante la Primera Guerra Mundial, los soldados priorizaban la carne, con la idea de que les daría una ventaja en el campo de batalla. La realidad, de acuerdo con Camilleri, es que los estudios muestran de forma consistente que “no hay una diferencia entre las dietas basadas en animales y plantas (siempre y cuando se iguale el contenido de proteínas) para la ganancia muscular o el rendimiento deportivo. “No tiene una base científica, pero existe este mito de que necesitas carne para tener fuerza y potencia. Ese es el mensaje que muchos de estos influencers están promoviendo junto con la dieta carnívora”, afirma.

Algo inherente a esto es la creencia de que las dietas vegetarianas y veganas son poco masculinas o femeninas y que “necesitas comer carne para ser un hombre de verdad”. Para algunos hombres jóvenes, quienes están desarrollando su identidad, comer carne parece una medida obvia y accesible para apegarse a lo que las redes les dicen que un hombre debe ser.

Will no sigue a Abbew en TikTok ni Instagram, pero sí ve sus videos cuando aparecen en su feed. “Obviamente, tiene un muy buen físico, así que de alguna forma tiene pruebas detrás de lo que afirma”, explica Will.

Nunca ha visto contenido que relacione explícitamente a la carne roja con la masculinidad “pero existe este estereotipo subyacente que viene de los videos”. Algunos hombres no quieren que los vean consumiendo un yogur para obtener proteínas, quieren ser vistos comiendo carne”.

Will no entiende esta asociación. “No creo que los aguacates o el yogur sean femeninos. Creo que cualquier persona inteligente comerá lo que sabe que es bueno para ella”. Con frecuencia, disfruta de huevos escalfados en pan tostado con aguacate o un tazón de yogur griego con granola y fruta. Al mismo tiempo, admite que está completamente en desacuerdo con la soya. Afirma que contiene “un montón de estrógenos y como hombre, no quiero esas hormonas en mi cuerpo”. Dice no conocer a ningún vegetariano que sea hombre y admite que si se volviera uno, sus amigos lo molestarían por ello. La mitad de ellos entrena regularmente en el gimnasio, algunos con el único objetivo de ganar masa muscular para lucir más grandes. Él cree que esto se debe a lo que ven en línea. “Creo que todo esto viene de las redes sociales y ver a hombres masculinos con mucho músculo. Los jóvenes de mi edad quieren copiar exactamente lo que hacen para verse así”.

Las opiniones de Will y sus amigos son reveladoras de las diferentes formas en que los hombres usan la carne para construir, comunicar y reforzar su masculinidad. En un estudio reciente, investigadores de la University of Antwerp y de Ghent University entrevistaron a hombres belgas de entre 18 y 29 años e identificaron cinco diferentes “identidades masculinas relacionadas con la carne”.

Algunos dijeron que comen carne para alcanzar sus objetivos de fitness y porque “quieren construir un tipo de cuerpo específico”, de acuerdo con Elina Vrijsen, autora del estudio. Otros se mostraron más hedonistas y afirmaron que es el sabor y el placer que les brida comer carne, así como las oportunidades de convivencia con amigos que esto brinda. Una categoría más revela que hay hombres que comen carne “porque es así como debe ser”, como una parte normal de la vida. No puedes poner a todos los hombres en una sola categoría, dice Vrijsen, pero esto demuestra que la comida puede ser una forma de comunicar nuestra identidad.

La idea de que “los hombres reales comen carne” está relacionada con creencias sobre lo que se supone que hacían las sociedades de cazadores y recolectores. Muchas de estas ideas son contradictorias o carecen de evidencias, además de que serían irrelevantes para nuestra especie el día de hoy, de acuerdo con Vrijsen. Por ejemplo, se cree que los hombres eran cazadores y las mujeres recolectoras, pero los estudios arqueológicos y antropológicos no necesariamente respaldan esta división estricta de labores. “La asociación entre la carne y la masculinidad es más cultural que biológica”, dice Vrijsen, y cada vez más ideológica.

FUENTE DE B12
La carne roja, cuando se consume con moderación, es una buena fuente de hierro, zinc y vitaminas B, incluida la B12, de la cual esta es una de las mejores fuentes.

Carne roja y masculinidad

Por supuesto, no todos los hombres que aprecian la carne, o incluso quienes consumen una gran cantidad, tienen una visión tradicional de la masculinidad, pero las investigaciones sí demuestran una fuerte correlación. El estudio reciente de Camilleri, el cual analizó a alrededor de 650 hombres predominantemente heterosexuales provenientes de Australia e Inglaterra, encontró que aquellos que “creían que es aceptable utilizar la violencia física y le dieron más importancia a la virilidad sexual, tendieron a comer más carne”. La asociación es correlativa, no causal, añade Camilleri, pero explica la importancia de la carne en la “manósfera”, la red de sitios de internet y foros dedicados a discutir cuestiones como los derechos de los hombres. Eso va desde la misoginia explícita de Andrew Tate, quien enfrenta acusaciones de acoso sexual y trafico humano, al apoyo generalizado a los roles de género. En la manósfera, el consumo de carne tiende a verse como un símbolo de la fuerza masculina, el dominio y la vitalidad. Por tanto, el feminismo, la preocupación por el medio ambiente y las dietas plant-based son percibidos como amenazas. “La dieta carnívora, o el simple hecho de comer carne, se ven casi como un símbolo de la resistencia, una forma de reclamar una masculinidad perdida en la sociedad actual”, dice Camilleri. En las redes sociales, la carne cumple una función muy útil, no solo como indicativa de una masculinidad “real”, sino como el punto de entrada a otras perspectivas más preocupantes e incluso tóxicas.

Un estudio de 2024 realizado por investigadores de UCL encontró que el contenido de fitness y salud, y la tendencia conocida como “looksmaxxing” en TikTok, es una vía mediante la cual los hombres jóvenes podrían ser atraídos hacia mensajes misóginos, los cuales son amplificados por los algoritmos. Los investigadores encontraron que es cuestión de días para que un feed sea infestado por contenido que se considera “masculinidad tóxica”. La dieta carnívora, por su parte, atrae a audiencias masculinas y las predispone a la radicalización política, de acuerdo con David Rooney de la University of Texas en Austin. Junto con su colega, S. Marek Muller, ha estudiado el ascenso de la dieta carnívora y su conexión con las ideologías de derecha. Ellos la relacionan con “una sensación generalizada de crisis” que perciben algunos hombres que se sienten abandonados o excluidos. “Ya sea que en verdad haya una crisis o no, ellos creen que un regreso a la tradición, particularmente el consumo de carne, los puede rescatar”, dice Rooney.

En Estados Unidos, los políticos de derecha han tomado a la carne como un símbolo de una masculinidad que está siendo amenazada y como una herramienta para alcanzar a este demográfico. En 2019, un asesor de Donald Trump le dijo a sus seguidores que “los de la izquierda quieren quitarte tus hamburguesas”. Mientras tanto, en su documental, The End Of Men, el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, promueve una teoría de la conspiración la cual afirma que la virilidad está siendo atacada de forma deliberada por “el globalismo de la soya”.

La carne se ha vuelto ideología en estos tiempos y eso viene con mucha influencia. Las investigaciones han mostrado una fuerte correlación entre el consumo elevado de carne y la tendencia a negar el cambio climático, de acuerdo con Rooney. Esto sugiere que detrás de esto hay una perspectiva conspiranoica. “No todos los consumidores de carne niegan el cambio climático, pero en esas comunidades digitales, estas dos cosas tienden a ir de la mano y creo que puede ser un primer paso rumbo a la radicalización”. Usa el ejemplo de “Liver King”, el alias del influencer estadounidense Brian Johnson, quien promueve una dieta cruda como un regreso a una forma “ancestral” de vida. Aunque es fácil desestimarlo como un espectáculo ridículo de redes sociales, Rooney advierte que Liver King es un ente con la capacidad de conectar a las audiencias con perspectivas aún más extremas. El reporte de Hubbub, el cual tenía por objetivo investigar por qué los hombres jóvenes comen más carne, llegó a una conclusión similar y nombró a Liver King como una figura influyente, a pesar de que este reconoció haber consumido esteroides. El reporte también afirma que el respaldo de estas figuras a la dieta carnívora “frecuentemente está relacionado con desinformación relacionada con el ambiente y con una visión misógina”.

Rooney afirma que Johnson y compañía son parte de un cambio cultural. “Creo que es algo profundo y persuasivo, y está creciendo”, dice. “Creo que será un tema muy relevante en los siguientes 10 o 15 años”.

Mientras tanto, él sugiere que todos los hombres, no solo los jóvenes, se beneficiarían de reflexionar en torno a su consumo de carne y, específicamente, lo que los motiva. “Comer carne por el contenido de proteína tiene sentido desde una perspectiva de rendimiento físico. Pero el hecho de que te sientas atraído por la carne por encima de otras fuentes de proteína no tiene mucho que ver con salud”. Después de todo, si en verdad quieres rendir bien, no solo consumes proteínas, también necesitas carbohidratos. Son buenos para ti”.

Con 16 años, Will entiende la importancia de una dieta balanceada, así como de no creer todo lo que ve en línea: “Veo a estos influencers, pero sé lo que es bueno para mí. No soy tonto respecto a estas cuestiones”. Y reconoce que algunos de estos consejos son simplemente raros: “Vi a un tipo comer pollo crudo. Me pareció una locura. ¿Qué estás haciendo, amigo? Pollo crudo, ¿en serio?”.

Los influencers de la carne

De acuerdo con el reporte de Hubbub, la manósfera, y en particular estos personajes, tienen un impacto en la forma en que los hombres jóvenes piensan en la comida.

Joe Rogan

Este podcaster increíblemente popular ha probado varias veces con la dieta carnívora. Después de 30 días de no comer otra cosa que carne en 2020, dijo que esa dieta le había brindado “un gran impulso” y evitaba que sus niveles de energía cayeran a lo largo del día.

Brian Johnson (Liver King)

Johnson promovía los beneficios de una vida “ancestral” a sus 10 millones de seguidores. En 2022, se descubrió que gastaba 11 mil dólares al mes en esteroides.

Andrew Tate

Fue la tercera persona más buscada en Google en 2023. Asegura que entre el 80 y 90% de su dieta se compone de carne. Afirma que le gusta consumir tres cortes una vez por día.

¿Ya te suscribiste al Newsletter de Men’s Health México y Latinoamérica? 

Haz click aquí y recibe las mejores rutinas, consejos para bajar de peso, recomendaciones de salud y todo el contenido que necesitas para ser la mejor versión de ti.

Síguenos en nuestras redes socialesInstagramFacebookX (Twitter) y Threads

Go back

¡Gracias por suscribirte!

Ya formas parte de la comunidad más grande e influyente de apasionados del fitness, la salud y el estilo en México y Latinoamérica.
Dale potencia a tu bandeja de entrada

Regístrate para obtener entrenamientos para desarrollar músculos, consejos de expertos para perder peso y planes de comidas nutritivas, enviados a tu correo electrónico cada semana.

Warning
Warning
Warning.