Salud

Cómo deshacerte de lo que sobra en tu vida

Constantemente estamos pensando en hacernos de más cosas: autos, ropa, gadgets, rutinas, pasatiempos… Pero, ¿qué pasaría si nos concentráramos también en deshacernos de algunas cosas? Eso es lo que hicieron estos hombres y el proceso los transformó por completo.

10 junio, 2023
deshazte de lo que te sobra

Constantemente estamos pensando en hacernos de más cosas: autos, ropa, gadgets, rutinas, pasatiempos… Pero, ¿qué pasaría si nos concentráramos también en deshacernos de algunas cosas? Eso es lo que hicieron estos hombres y el proceso los transformó por completo.

Renuncié a: El press de banca

Por: Ebenezer Samuel, C.S.C.S, Director de Fitness de MH

El press de banca es considerado el estándar dorado del fitness. Es el único ejercicio de fuerza que los novatos de la NFL ponen a prueba durante el Combine. A mí me tomó años dominarlo. Eventualmente, conseguí levantar más de 250 lbs y hacer series con 225 me resultaba sencillo.

Hasta hace algunos años, nunca había pensado en renunciar a este movimiento que venía haciendo religiosamente desde la preparatoria. Todo cambió durante una conversación con un fisiculturista. Le dije que arrastraba un dolor en el hombro y él me sugirió que reemplazara la barra con mancuernas. Serían más gentiles con mis hombros y podrían ayudarme a desarrollar más el pecho. Había escuchado eso antes, pero nunca lo había puesto a prueba hasta un par de semanas más tarde, cuando el dolor se intensificó. Por primera vez en mi vida, renuncié a un ejercicio, una decisión que iba en contra de la retórica del fitness tradicional, donde se promueve la idea de nunca parar. Cuanto más pensaba en mis objetivos en el gimnasio, menos sentido tenía continuar aferrándome al press de banca. Así que lo dejé durante tres años. Pero para poder llegar a ese punto, tuve que liberarme del dogma y aprender estas lecciones.

Al cuerpo no le importa qué equipo usas

Al cambiar a las mancuernas y dejar de lidiar con dolor de hombro, podía enfocarme en contraer el pecho, en vez de simplemente levantar el peso. Esto me ayudó a ganar fuerza y volumen en los pectorales.

Renunciar te puede hacer más fuerte

El año pasado, decidí probar una vez más con el press de banca. Con mucho cuidado, hice repeticiones con 135 lbs. Luego con 185. Nada de dolor. Decidí probar con 225. Le pedí a alguien que me apoyara como spotter, en caso de que mi hombro reventara. Afortunadamente, no fue así. Había pasado tanto tiempo empleando una técnica adecuada y generando estabilidad que el peso voló ocho veces. Desde entonces lo he hecho de vez en cuando, pero ya no es un requisito para mí como hace años. Dejar un ejercicio no es el fin, sino el comienzo de un proceso que te puede llevar a donde quieres llegar.

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Renuncié a: El fanatismo excesivo

Por: Matt Miller, experto en cultura pop

Hay dos vívidos recuerdos que han forjado mi relación con Star Wars. En uno, soy un niño y estoy corriendo por la casa, sosteniendo un rollo de plástico para cocina, pretendiendo que es un sable de luz y jugando con mi padre. En el otro, estoy siendo acosado por fanáticos anónimos de la saga en internet. He sido testigo de cómo fans misóginos y racistas acosan a las actrices y actores de color que aparecen en las películas. Y, dado que soy un crítico de cine que ha escrito sobre Star Wars, me han atacado a mí también. Llegaron a amenazarme a mí y a mi pareja.

En teoría, una reunión de personas que tienen intereses en común debería generar un sentido de comunidad. Pero las redes sociales han hecho que el bullying y el acoso sean más fáciles de cometer. Dar un paso atrás es una cuestión de autocuidado.

Es por eso que dejé de ver los sitios de fans, las películas y los foros de internet. Después de un año, pude abordarlo de manera distinta. Sentía genuina emoción por ver las series nuevas sin preocuparme en absoluto de lo que pensaran otras personas. Esa decisión me cambió la vida.

Renuncié a: Los plásticos de un solo uso

Por: Joseph Macrino, cofundador de Re_Grocery

Durante mi infancia, mi familia no estaba particularmente interesada en la sustentabilidad. Pero cuando me mudé a San Francisco en 2007, el ecologismo parecía ser el estándar. Ahí está la sede de una de las compañías de manejo de desechos más progresistas del mundo, Recology, y ofrece tours para que puedas ver cuánto trabajo se requiere para separar la basura. Hice el recorrido en 2013 y me di cuenta de que todo el plástico que se ha producido en la historia sigue en el planeta.

Así que me comprometí a evitar los plásticos de un solo uso como popotes, mezcladores, utensilios y empaques de comida. Se requerían sólo pequeñas decisiones: cargar con una taza y una bolsa reutilizables y dejar de pedir comida a domicilio. Si necesitaba salsa para una reunión, pasaba por una taquería con un frasco y pedía que lo llenaran. Si quería pan árabe, iba a un restaurante de falafel camino a casa y llevaba una bolsa de algodón.

Ese fue un buen comienzo, pero muchas cosas que todos usamos cada día siguen vendiéndose en empaques plásticos. Cuando mi departamento se incendió en 2014, mi esposa (entonces novia) y yo lo vimos como una oportunidad y nos mudamos a Los Ángeles. Ahí es donde llegó la inspiración. Abrimos Re_grocery, un mercado libre de empaques, el 22 de abril de 2020 (Día de la Tierra). Tenemos huevos, quesos veganos, aceites, vinagre y más. Puedes comprar tanto o tan poco como quieras. Mi deseo es que dejemos este planeta mejor que como lo encontramos. Se trata de pequeños cambios. Quizá no seas perfecto, pero poco a poco puedes mejorar.

Renuncié a: Hacerle “ghosting” a la gente

Por: Zachary Zane, columnista de sexo de MH

Decirle a una persona que no estás interesado en ella es muy incómodo. Es por eso que existe el “ghosting”, es decir, cesar toda comunicación y desparecer de la faz de la Tierra. Estoy aquí para decirte que dejar las cosas claras es la mejor opción.

No siempre he pensado eso. Durante la universidad, si no sentía que las cosas marchaban bien, mi método de escape era desaparecer. Lucía algo como esto:

ELLAS: “Eso fue divertido. ¿Estás libre la siguiente semana?”.

YO: Espera 48 horas para responder. “Esta semana está muy ajetreada”. No sugiere ningún otro momento ni se disculpa por tardar tanto en responder.

ELLAS: “De acuerdo. ¿Y la próxima?”.

YO: Espera 72 horas para responder. “La verdad es que seguiré muy ocupado”.

Se termina toda la comunicación.

Había conseguido convencerme a mí mismo de que esa era la manera más ética de hacerlo, hasta que alguien me confrontó al respecto. Llevaba un par de semanas haciendo lo mismo de siempre y de pronto ella me escribió “¿Te gusto o no?”. “No”, respondí. “Está bien”, fue su respuesta, “pero quisiera que me hubieras dicho antes porque estas últimas semanas han sido muy confusas y desagradables”. En ese momento me di cuenta de que cortar comunicación era simplemente la forma cobarde de hacerlo.

Desde entonces, he intentado ser más honesto. Les digo algo como esto: “La pasé muy bien y me dio gusto conocerte, pero la verdad es que no siento esa chispa, así que preferiría dejar de salir”. Sin importar cómo reaccionen, es mejor saber que si bien podrá doler en el momento, no las estoy sometiendo a semanas de incertidumbre al prolongar lo inevitable y eso es lo mínimo que puedo hacer.

3 Formas más de ganar renunciando

Por: Lisa Mulcahy

Cómo dejar la cafeína

Si tu objetivo es sentirte menos ansioso y dormir mejor, quizá deberías considerar esto. Aquí te decimos cómo hacerlo, sin que sea un dolor de cabeza.

No te detengas de pronto. Eso sería brutal. Además de fatiga, dejar la cafeína de un momento a otro te causará dolor de cabeza, dice el nutricionista Andy De Santis. En vez de eso, reduce el consumo en 20% durante una semana. La estrategia: llena la taza que sueles usar en sólo cuatro quintos. Sigue bajando cada semana hasta que la dejes por completo.

Encuentra una alternativa. Prueba con subir escaleras. En un estudio, personas que no habían dormido bien y subieron escaleras por 10 minutos se sintieron con más energía que quienes bebieron 50 mg de cafeína. Otra opción: habla con alguien. Los pilotos que no han dormido están más alerta después de un break de 7 minutos en el que caminan y platican.

Cómo renunciar a tu terapeuta

Antes de romper con él, dale la oportunidad de arreglar lo que no está funcionando, dice Rheeda Walker, Ph.D., de la Universidad de Houston.

Di lo que está mal. Es importante que sepa que no estás obteniendo lo que necesitas. Si es muy incómodo hacerlo en una sesión, mándale una nota de voz, dice Walker.

Sé claro. “Si el terapeuta no quiere o no puede hacer ajustes, está bien que le digas ‘quisiera que esta sea nuestra última reunión. No me parece que esté funcionando’”.

Cómo dejar de vapear

Hacerlo de tajo es la manera más dura y menos efectiva, dice Amanda L. Graham, Ph.D., de Truth Initiative. Si te sientes mal, querrás nicotina de nuevo. La idea es dejarla poco a poco.

Que sea gradual. “Intenta reducir a la mitad tu consumo a lo largo de una semana”, sugiere Graham. Prueba con designar el tiempo que pasarás entre cada fumada. “Estos descansos te preparan para cuando tengas antojos y no puedas fumar”, afirma. Procura dejarlo por completo en dos semanas.

Encuentra algo más. No sólo intentes resistir un antojo, haz un plan para cuando llegue. Beber agua fría puede distraerte del vape, al igual que cosas como caminar, hacer jumping-jacks, masticar un chicle o apretar una pelota para el estrés.

Pide ayuda. Escribir por qué quieres dejarlo te puede ayudar a superar los momentos duros, dice Graham. También hay grupos de apoyo y terapias de reemplazo de nicotina, así como medicamentos que facilitan el proceso como bupropion y vareniclina.

Este artículo salió publicado en la edición de junio 2023 de Men’s Health México y Latinoamérica

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