¿Cómo eliminar la peligrosa grasa visceral?
Esto es más importante que ese gordito en el abdomen.

Existen dos tipos de grasa: subcutánea y visceral. De estas, la grasa visceral es la menos visible, pero quizá la que más debería preocuparte.
Cuando piensas en grasa, probablemente imaginas ese gordito no deseado. Ese que a veces agarras cuando te ves al espejo, seguido del grito: “¿Tú qué sigues haciendo aquí?”. Entonces haces más ejercicio y comes un poco menos para reducir tu porcentaje de grasa corporal. Pero hay un enemigo oculto. Se esconde en lo profundo de tu cuerpo y llama silenciosamente a la muerte: la grasa visceral.
¿Qué es la grasa visceral?
La grasa visceral es completamente diferente a la grasa subcutánea. En cuanto a células y moléculas, pero también en sus consecuencias para tu salud. Este tipo de grasa abdominal se acumula principalmente alrededor de tus órganos, como el estómago, los intestinos y el hígado. Incluso puedes tener un cuerpo relativamente delgado y aun así contar con un exceso de grasa visceral. Además, es un indicador más importante del riesgo de padecer enfermedades crónicas e incluso de muerte, que la grasa visible por la que usualmente te preocupas tanto.
Esta grasa se acumula sobre todo debido al estrés, la falta de actividad física y una alimentación inadecuada. Particularmente, el consumo (excesivo) de grasas saturadas conlleva a más acumulación de grasa en el hígado que el consumo de grasas insaturadas. Nuestra cultura alimentaria actual está, por supuesto, repleta de grasas saturadas. La comida rápida y otros snacks son los principales culpables, pero también productos menos procesados como la carne de cerdo, el queso, la mantequilla y algunos aceites las contienen. No, eso no los convierte en “malos”, pero sí contribuyen a un consumo excesivo de grasas saturadas.

¿Cómo eliminar la grasa visceral?
Manejo del estrés
El estrés lleva a un aumento de grasa corporal, y viceversa, ya que el sobrepeso puede poner al cuerpo en un estado de estrés crónico. Entre las técnicas para manejar el estrés están actividades simples de relajación, como caminar o tomar siestas. También ayudan prácticas como la respiración profunda y la meditación. ¿Te parece que meditar es demasiado “espiritual”? Entonces prueba con escribir un diario, anotando tus pensamientos sin filtros.
Alimentación
La forma más sencilla de hacer tu alimentación más amigable con respecto a la grasa es limitar las grasas saturadas, especialmente las que provienen de alimentos ultraprocesados. Esto no significa que debas eliminar por completo las grasas. Las insaturadas, presentes en pescados, aceite de oliva, nueces y huevos, sí son buenas para ti y no alimentan la grasa visceral. Si tienes sobrepeso, también puede ayudarte un déficit calórico y simplemente perder peso para combatir esta amenaza que se esconde en lo profundo.
Actividad física
Al final, reducir la grasa visceral se resume en llevar un estilo de vida saludable. Y eso, naturalmente, incluye el ejercicio, ya sea caminar, andar en bicicleta o hacer cardio. Pero se ha encontrado una forma de ejercicio particularmente efectiva, y la respuesta te va a gustar: el entrenamiento de fuerza. De hecho, esta investigación descubrió que un déficit calórico adicional no aportaba beneficios extra cuando ya se realizaba este tipo de entrenamiento.
Vía Men’s Health NL
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