Cómo mejorar (mucho) en el juego de dedos, según expertos en sexo

Tenemos que reconocer a un héroe poco celebrado en la habitación: el juego de dedos. El juego de dedos puede ser sumamente placentero para las personas con vulva. Y no es solo “preámbulo”—también es un componente clave del evento principal, y merece tener su momento de brillo.

Sin embargo, el juego de dedos no puede fingirse. Debe hacerse bien para lograr buenos resultados. Una estimulación digital deficiente puede ser incómoda, e incluso dolorosa. Nadie necesita eso en su camino hacia el éxtasis sexual. Por suerte, si estudias un poco sobre la anatomía de la vulva, utilizas cantidades generosas de lubricante, te comunicas con tu pareja y estás abierto a incorporar algunos juguetes, puedes llevar tu técnica al siguiente nivel.

¿Qué es el juego de dedos?

Antes de entrar en las técnicas, aclaremos qué es exactamente el juego de dedos. “Juego de dedos” puede referirse a cualquier tipo de estimulación digital en o sobre los genitales de tu pareja. Esto puede incluir estimulación externa del clítoris, estimulación vaginal o una combinación de ambas. Además, incluso puedes incorporar algo de estimulación anal (pero hablaremos de eso más adelante).

Existen muchas formas de estimular la vulva o la vagina de tu pareja, pero según el educador sexual Tuck Malloy, los dedos están entre tus mejores herramientas. “Muchos de nosotros tenemos más control sobre cómo usar nuestros dedos que un juguete o un pene”, explica Malloy. “Están llenos de terminaciones nerviosas, lo que los hace muy buenos para sentir dónde están las cosas y tocar las [vulvas] de maneras específicas”.

Cada vulva es única y no existe un método único que funcione para todas cuando se trata del juego de dedos. Aun así, hay algunos consejos universales que pueden ayudarte, literalmente, a llevar el placer de tu pareja a tus manos.

Como dice la educadora sexual Luna Matatas: “Los dedos son los juguetes sexuales que siempre llevamos con nosotros”. ¡Así que ponlos en acción! Aquí te explicamos cómo mejorar tu técnica.

14 Consejos para Mejorar tu Juego de Dedos

Asegúrate de saber a dónde vas

Comencemos con una breve lección de anatomía. La vulva está compuesta por el monte de Venus, los labios menores, los labios mayores, el clítoris, la entrada vaginal y el perineo. Todas estas áreas son sensibles al tacto, pero hay un par de centros de placer que responden particularmente bien a la estimulación digital: el clítoris y el punto G.

El clítoris tiene alrededor de 10,000 fibras nerviosas, aproximadamente el doble que un pene, y probablemente sea más grande de lo que crees. La mayoría de las personas están familiarizadas con el pequeño bultito en la parte superior de la vulva (ese es el glande del clítoris), pero en realidad, la mayor parte del clítoris está debajo de la piel. Su estructura completa recorre los lados de la vulva y se extiende hasta cinco pulgadas dentro del cuerpo. Puedes estimular el clítoris externamente acariciando el glande o presionando suavemente contra la vulva, o puedes hacerlo desde dentro de la vagina encontrando el punto G.

Según un artículo editorial de 2022 publicado en la revista Sexual Medicine Reviews, el punto G es un centro de placer donde convergen cinco estructuras diferentes: las raíces del clítoris, el bulbo del clítoris, las glándulas periuretrales, la uretra y la pared vaginal anterior. Esta área se encuentra aproximadamente a dos pulgadas dentro de la vagina, en la parte frontal de la pared vaginal. Puedes encontrar el punto G de tu pareja insertando uno o dos dedos cuando está excitada y curvándolos hacia la parte delantera del cuerpo. Si sientes un bulto o una textura esponjosa, ¡estás en el lugar correcto!

El clítoris y el punto G son los centros de placer más conocidos para las personas con vulva, pero el cuerpo de cada persona es único. Tu pareja podría responder mejor a la penetración profunda, la estimulación indirecta del clítoris, la estimulación de los pezones o algo más. La mejor manera de encontrar sus puntos de placer es prestar atención a sus señales físicas y verbales.

Límpiate

¡Nadie quiere polvo de Doritos en su vagina! Antes de empezar a jugar con los dedos, lávate las manos. “La vagina tiene su propio ecosistema bacteriano”, explica Matatas. “Queremos reducir al máximo las bacterias externas”. Asegúrate de que tus uñas estén cortas y limadas para evitar causar cortes o abrasiones.

Pregunta a tu Pareja qué le Gusta

“Siempre es beneficioso comenzar un encuentro sexual con una charla sobre deseos específicos o limitaciones”, dice Malloy. Incluso en el contexto de una relación a largo plazo, el cuerpo de tu pareja podría desear diferentes sensaciones en distintos días.

No olvides mantener la comunicación durante el sexo también. “Afirma que la retroalimentación es bienvenida y demuestra entusiasmo por descubrir cómo va a responder su cuerpo”, agrega Matatas.

Este también es un buen momento para hablar sobre prácticas sexuales seguras. Si el juego de dedos es el único acto sexual en el menú, el riesgo de contraer o transmitir una ITS es bajo, pero no inexistente. Si tienes múltiples parejas, si alguno de los dos vive con una ITS crónica o si ha pasado tiempo desde que se hicieron pruebas, usar guantes de látex o nitrilo garantizará la experiencia más segura posible.

Calienta Motores

Ir directamente al clítoris o a la vagina de tu pareja podría ser un desaire. “A muchas personas esto les resulta un poco impactante”, dice Malloy. Tómate un tiempo para besar y acariciar a tu pareja antes de entrar en acción. Mientras más excitada esté, más sensible será su vulva.

Construye anticipación

Una vez que comiences a ir hacia el sur, aumenta la anticipación de placer en tu pareja. El juego previo y el tease pueden ser una gran fuente de excitación.

El clítoris debe ser la meta final, pero comienza en la parte externa de la vulva y ve trabajando poco a poco hacia adentro. Acaricia los muslos internos, trazando círculos lentamente o moviendo tus dedos hacia arriba y hacia abajo. Luego, mueve tu mano sobre la vulva, deslizando tus dedos suavemente por los labios de la labia.

Haz esto hasta que tu pareja apenas pueda resistirlo. Mantén las sensaciones suaves y ligeras para que su respuesta sexual llegue al máximo.

Y si tu pareja está abierta a ello: incluso puedes pedirle que sea paciente como una “buena chica”.

Prueba el “Vulva Cupping”

El vulva cupping es una técnica que algunas personas encuentran increíblemente placentera. Mientras estás de pie frente a tu pareja, coloca la palma de tu mano sobre toda la vulva, con los dedos apuntando hacia abajo. Presiona suavemente con la palma, utilizando tu otra mano para atraer a tu pareja hacia ti desde la parte baja de su espalda. También puedes hacer esto mientras estás acostado junto a tu pareja en la cama, usando el colchón para mantenerla en posición.

Esto puede aumentar la sensibilidad y el flujo sanguíneo, ayudando a que la vulva y la vagina se llenen de sangre y alcancen una excitación total. Además, puede resultar “desesperante” para tu pareja… en el mejor sentido posible.

Usa lubricante

Si tu pareja ha tenido vulva toda su vida, es probable que su vagina se humedezca cuando esté excitada, pero un poco de lubricante adicional puede hacer que la experiencia sea mucho más cómoda. “El lubricante, tanto interna como externamente, puede reducir la fricción, lo que disminuye el estrés en la piel de la vulva y en el tejido vaginal”, explica Matatas.

Un estudio de 2011 encontró que, además de facilitar la penetración, el uso de lubricante realmente aumenta el placer sexual para las personas con vulva. Solo asegúrate de consultar con tu pareja sobre sus preferencias de lubricante y posibles alergias a ingredientes específicos antes de usarlo.

Recuerda que, si tu pareja necesita lubricación adicional, no significa que no esté excitada contigo o con el sexo que están teniendo. Medicamentos, desequilibrios hormonales, la menopausia, el estrés o la deshidratación pueden reducir la lubricación natural de la vagina. Además, personas con músculos del suelo pélvico tensos o tejido cicatricial vaginal pueden experimentar dolor sin lubricante adicional. Algunas personas simplemente necesitan un poco de ayuda, y eso está perfectamente bien.

Empieza despacio

Antes de introducirte en la vagina de tu pareja, enfócate en su clítoris y vulva. Por supuesto, puedes usar tu boca si tu pareja disfruta del sexo oral, pero tus dedos pueden ofrecer una mayor versatilidad.

“Los dedos son ágiles: puedes acceder a pequeños rincones, como los lados del clítoris y la labia, además de ajustar fácilmente la presión y la velocidad”, comenta Matatas.

Acaricia suavemente las labias de tu pareja, recorre con un dedo en círculos alrededor de su clítoris o proporciona estimulación directa si tu pareja quiere una sensación más intensa. También puedes dejar que tu pareja se frote contra tu palma o muslo para estimular los crura, o las “piernas” del clítoris, que se extienden a lo largo de ambos lados de la vulva.

Estimula su punto G

Una vez que tu pareja esté lista para la penetración vaginal, sé delicado y comienza lentamente con un solo dedo. Solo necesitas insertar el dedo aproximadamente dos pulgadas para alcanzar el punto G de tu pareja.

“Empieza deslizando un dedo lentamente, con la yema frotando la pared frontal de la vagina hacia el ombligo”, explica Matatas. Busca un tejido esponjoso y firme. Una vez que estés en la zona correcta, Malloy recomienda presionar con tu dedo hacia el hueso púbico de tu pareja con un movimiento de “ven aquí”. Agrega más presión, velocidad o dedos si tu pareja lo pide, o intenta con empujes suaves.

La estimulación constante del punto G podría facilitar el squirting, que ocurre cuando las personas con vulva expulsan fluido a través de la uretra. Si tu pareja ya tiene experiencia con el squirting o quiere intentarlo, coloca una toalla y adelante. Y recuerda: ¡no es orina!

Ve más profundo

Algunos cuerpos prefieren la estimulación superficial, pero si tu pareja desea una sensación más plena, usa tus dedos más largos para llegar más profundo. La penetración más profunda podría estimular el fornix anterior, o punto A, una zona erógena que se encuentra entre cuatro y seis pulgadas dentro de la vagina, en la parte frontal de la pared vaginal.

Para encontrar el punto A de tu pareja, mueve tus dedos un par de pulgadas más allá del punto G y presiona suavemente contra diferentes partes de la pared vaginal. Si tu pareja responde con placer, físicamente o de manera verbal, ¡detente ahí y continúa! Si tienes problemas para encontrar los centros de placer internos de tu pareja, Matatas sugiere dejar tus dedos quietos mientras tu pareja empuja contra ellos.

Si tu pareja disfruta de mucha presión y grosor, también puedes intentar darle toda tu mano. “El fisting puede estimular con éxito varias zonas sensibles del canal vaginal al mismo tiempo, lo que puede provocar un placer corporal intenso y total”, menciona Malloy.

Si tu pareja quiere probar el fisting, asegúrate de que esté lo suficientemente excitada (es decir, que hayan estado jugando un buen rato) y usa mucho lubricante. Junta todos tus dedos en forma de “pico de pato” e insértalos lentamente en la vagina de tu pareja. Es importante comunicarte en todo momento y detenerte si algo duele. Si solo puedes insertar tus dedos, ¡está bien! El cuerpo de tu pareja te mostrará hasta dónde está listo. El grosor adicional de cuatro o cinco dedos podría ser suficiente. Si logras insertar la mano más allá de los nudillos, puedes cerrar tu mano en forma de puño. Permite que tu pareja empuje contra tu puño o mueve suavemente tu muñeca para aplicar presión rítmica en la pared frontal de la vagina.

Cuando tu pareja esté lista para terminar, abre lentamente los dedos y retira tu mano mientras tu pareja usa los músculos del suelo pélvico para ayudarte a sacarla.

Combina el juego con los dedos con otras formas de estimulación

Para muchas personas con vulva, el juego con los dedos se siente mejor cuando se combina con otras formas de estimulación. De hecho, un estudio de 2017 publicado en la revista Sex and Marital Therapy encontró que solo el 18% de las personas con vulva pueden alcanzar el orgasmo únicamente con penetración vaginal.

“A muchas personas les gusta la estimulación oral en la vulva o el ano mientras reciben el juego con los dedos”, comenta Matatas. “Estimular puntos cercanos puede intensificar las sensaciones y aumentar los niveles de excitación”. Matatas también sugiere combinar el juego con los dedos con besos, penetración anal, juego en los pezones, charla provocativa o juguetes sexuales que proporcionen estimulación clitoriana o anal.

Mientras practicas el juego con los dedos, recuerda que puede tomar tiempo encontrar las formas específicas de estimulación que funcionen para tu pareja. “Hay muchas maneras de estimular una vagina con los dedos”, dice Malloy. “Sigue explorando y probando cosas nuevas”.

Obtén retroalimentación

No temas preguntar cómo lo estás haciendo. Incluso si ya has hablado con tu pareja sobre lo que les gusta, siempre es útil asegurarte de que lo que haces está funcionando. Si cambias algo o es la primera vez que juegas con los dedos con tu pareja, verifica cómo se siente. No pienses que preguntar será una señal de que no sabes lo que haces; tener una pareja que quiera mejorar sus habilidades es algo maravilloso. Un bien colocado “¿te gusta eso?” puede ser muy estimulante de escuchar.

Mantén el ritmo si lo que haces está funcionando

Si la retroalimentación es positiva, ¡sigue con ello! Aquí es donde también necesitas prestar atención a las señales físicas de tu pareja. Si lo que haces realmente les está funcionando y escuchas muchos “¡Oh, sí!” o “¡Sigue ahí!”, además de movimientos pélvicos intensos, gemidos, etc., NO CAMBIES LO QUE ESTÁS HACIENDO.

Para la mayoría de las personas con vulva, la consistencia es clave para alcanzar el orgasmo. Cuando algo está generando el nivel adecuado de excitación, necesita mantenerse igual para crear suficiente tensión que permita llegar al clímax.

Puede ser tentador ponerte creativo e intentar algo diferente para “mostrar tus habilidades”, pero… no lo hagas. Confía en lo que estás haciendo y mantén el curso hasta que tu pareja alcance el orgasmo más intenso de su vida.

Introduce juguetes sexuales

El hecho de que estés jugando con los dedos no significa que no haya espacio para experimentar con juguetes. Usar un vibrador clitoriano mientras con tu otra mano estimulas el punto G puede ser justo la combinación necesaria para llevar a tu pareja al clímax.

También puedes usar un juguete de succión en el clítoris mientras estimulas el punto G con tus dedos. Si esto te parece demasiado complicado, tu pareja puede usar el vibrador clitoriano mientras tú trabajas el punto G manualmente.

Otra opción es usar una varita para el punto G dentro de la vagina mientras usas tu otra mano para estimular el clítoris. Esto puede proporcionar vibraciones internas profundas que estimulan todo el cuerpo clitoriano de una manera única y placentera.

Los orgasmos combinados son un cambio de juego. Recuerda, los juguetes son tus aliados, no tus adversarios.

Vía Men’s Health

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