Enhanced Games: un evento deportivo que permite el dopaje
Sus críticos afirman que los Enhanced Games son una farsa, pero los creadores ven el uso abierto de sustancias para mejorar el rendimiento como algo inevitable en el mundo del deporte.
La premisa de los Enhanced Games es simple: ¿Qué pasaría si en vez de prohibir las sustancias para mejorar el rendimiento (PEDs, por sus siglas en inglés), simplemente las reguláramos? ¿Cuánto más rápidos y fuertes serían los mejores corredores, levantadores y peleadores del mundo?
Se rumora que los Enhanced Games, un proyecto respaldado por el cofundador de PayPal, Peter Thiel, tendrán lugar por primera vez en el verano de 2025. De acuerdo con un vocero, la fecha exacta dependerá de algunos detalles en los que aún están trabajando.
Se le ha promocionado como un evento anual, donde habrá deportistas de cinco ramas: atletismo, natación, gimnasia, halterofilia y disciplinas de combate. A todos se les permitirá el dopaje durante el entrenamiento y la competición.
“Es una tontería, ¿no creen?”, fue la respuesta de Lord Sebastian Coe, el presidente de World Athletics. Travis Tygart, quien encabeza la agencia antidopaje de Estados Unidos (USADA), lo llamó “una farsa, potencialmente ilegal en varios estados” y “un circo, no deporte”.
Tentado quizá por el premio de un millón de dólares por cada récord roto, el primer atleta olímpico en sumarse fue James Magnussen. “Me doparé hasta las branquias y romperé el récord (50 m estilo libre) en seis meses”, fue lo que dijo el nadador. El concepto es controversial, por decir lo menos.
Aron D’Souza, el emprendedor australiano que está detrás del proyecto, cree que con esto está liberando a los Juegos Olímpicos de las leyes draconianas que los rigen, las cuales, de acuerdo con un estudio de 2011 comisionado por la World-Anti-Doping Agency (Wada), de por sí están siendo rotas constantemente por el 44% de los atletas de élite.
En vez de eliminar las PEDs, habría que aceptarlas y promover la transparencia, esto por el bien del avance científico, dice D’Souza. Desde su perspectiva, “el movimiento del deporte ‘enhanced’ (mejorado) es algo inevitable”. ¿Qué es lo que la humanidad tiene por perder, o ganar, con la realización de unos Juegos abiertos al dopaje?
No hay vuelta atrás
El argumento de D’Souza es doble. Él dice que el dopaje ya es algo común, poco regulado y peligroso, además de que se está abusando de los atletas mientras que los burócratas “viajan por el mundo en jets privados”.
“Uno de los principios fundamentales es que queremos que nuestros atletas ganen tanto dinero como sea posible”, nos dice en la sede de los Enhanced Games, un club privado en Londres. Además del premio de un millón de dólares para quienes rompan récords, habrá un salario base (que no ha sido revelado) para quienes participen.
Como respuesta a las críticas en torno a las remuneraciones, World Athletics entregó 50 mil dólares por cada medalla de oro en los Juegos de París. Para los Juegos de Los Ángeles 2028, habrá premios también para cada plata y bronce.
En el mes de marzo, los miembros de la Wada condenaron los planes de D’Souza, tachándolos de peligrosos e irresponsables. “La salud y el bienestar de los atletas es la prioridad número uno de la Wada”, dijeron en un comunicado. “Claramente, este evento pondría en riesgo ambas cosas al promover el uso de sustancias y métodos potencialmente dañinos”.
A pesar de que hay una gran cantidad de dinero en juego para los atletas, hasta ahora sólo Magnussen se ha expresado públicamente en torno al asunto. Sin embargo, D’Souza afirma que su evento estará plagado de estrellas. “Miles de atletas nos han contactado, docenas de ellos, quizá cientos, que compiten por medallas olímpicas”. Las consecuencias para aquellos que se declaren abiertamente como participantes serán severas y probablemente permanentes. “Si acudes a esa actividad, no deberías estar involucrado en el deporte nunca más”, afirmó el jefe de World Aquatics, Brent Nowicki. “Una vez que cruzas ese puente, no hay vuelta atrás”.
En cuanto a D’Souza y su socio, el inversionista Christian Angermayer, ven este evento como una utopía, un camino que conducirá a descubrimientos científicos que podrían beneficiar a la humanidad en su conjunto, además de la base de una serie de patrocinios muy lucrativos de parte de la industria farmacéutica.
Los dos proyectos que más ilusionan a Angermayer son el uso de psicodélicos como medicina y “tratar al envejecimiento como una enfermedad curable”. Él espera que los Enhanced Games un día sean recordados por la gente “al lado del alunizaje o el primer trasplante de un corazón de cerdo”. Desde su perspectiva, “el deporte natural ha llegado a su pico” y “el patriotismo está muriendo”. Sobre esto último: los atletas de los Enhanced Games no competirán en nombre de su país, sino para el beneficio de la humanidad. “No hay naciones aquí. Queremos promover una nueva perspectiva. ¿Podemos unirnos en torno al concepto de una superhumanidad, en la que superemos nuestros defectos biológicos? ¿Es posible hacer de eso una realidad? ¿Acaso no es algo que vale la pena apoyar?”.
En futuras ediciones de los Enhanced Games, incluso podrían enfrentarse humanos contra máquinas. “Para nosotros, el futuro no sólo son mejoras farmacológicas, sino de ingeniería”, explica D’Souza. “Se refiere a la interfaz entre cerebro y computadora o edición genética. Sé que suena como ciencia ficción, pero la IA lo era también hace cinco años y hoy está presente. ¿Quién querría ver los Juegos Olímpicos tradicionales cuando tienes una versión rápida y moderna: los Enhanced Games?”.
El riesgo y la recompensa
Como podrás imaginar, las críticas en contra de este concepto han sido severas. Varios atletas de alto perfil han condenado públicamente la propuesta, incluido el poseedor del récord masculino de los 800 m, David Rudisha, y la poseedora de seis medallas olímpicas en ciclismo: Anna Meares. Varios más se han rehusado a que los citemos aquí por miedo a represalias de parte de la organización. Una de sus preocupaciones principales es que los atletas jóvenes sean estigmatizados por su deporte y sus patrocinadores.
Moritz “Mo” Fürste es otro exolímpico, además de dos veces medallista, que encuentra risible todo el proyecto. “Si le ofrecieras a alguien un millón de dólares por cortarse la pierna, seguramente habría varios candidatos”, nos dice vía videollamada desde Hamburgo. “Me parece muy entretenido todo el asunto”.
Tras retirarse del hockey sobre pasto, Fürste cofundó Hyrox, la serie mundial del fitness racing. Su perspectiva ha sido moldeada tanto por su pasado como atleta de élite como su rol actual como emprendedor que tiene que luchar contra la amenaza del dopaje.
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La razón por la que estamos teniendo esta conversación, explica, es porque las sanciones actuales por dopaje impuestas por la Wada no son suficientemente graves. Las pruebas para detectar sustancias están siempre un paso detrás de lo que hacen los fabricantes de las mismas.
Por supuesto, eso no significa que las pruebas no sean exhaustivas. Un vocero de UK Anti-Doping, la agencia del Reino Unido, explica que el código de la Wada ha sido actualizado en cinco ocasiones desde que se presentó en 2003. “Siempre como resultado de un proceso de consulta” y “la mayoría de las violaciones a las reglas conllevan vetos de dos a cuatro años”.
Cuando Fürste competía, él y su equipo tenían que reportar dónde estarían durmiendo con 90 días de anticipación. Cualquier alteración al calendario tenía que ser declarada. Luego, se implementaron pruebas sorpresa cada cuatro a ocho semanas. Si no estabas presente para tres, contaba como un positivo.
Fürste siguió este estricto protocolo durante una década y sólo escuchó de una prueba positiva entre sus compañeros. En ese caso se trató de cocaína.
¿Alguna vez le ofrecieron PEDs? “Una vez”, nos dice. Fue cuando estaba entrenando para un reality show una vez terminada su carrera. “El dueño del gimnasio me preguntó si quería tomar algo para ponerme en forma. Tuvimos una conversación amable y no acepté la propuesta”. Aunque él no se sintió tentado, sabe que muchos otros sí lo serán. “Puedes encontrar a personas dispuestas a hacer cosas tenebrosas por un millón de dólares”. ¿Le preocupa que esto siente un precedente para los atletas amateur? “Sí. Podría incentivar a la gente a consumir PEDs desde que son muy jóvenes”. En cuanto a la seguridad, D’Souza es optimista. “Quiero dejarlo muy claro”, dice. “Apuntamos a que los Enhanced Games sean el evento deportivo más seguro de la historia. Hasta 44% de los atletas ya están utilizando sustancias, pero lo hacen a escondidas. Se inyectan en su cochera sin supervisión. Al echar luz sobre este rincón oscuro, haremos que sea más seguro”. Cuando le digo que la seguridad no puede garantizarse dentro de un cuadrilátero o tatami, donde es más probable que se quiebren huesos a que se rompan récords, no parece preocuparle demasiado. “El nombre de PEDs es algo impreciso”, explica. “La mayoría de las mejoras farmacológicas son para la recuperación, no para adquirir fuerza. Al mejorarla, estaremos incrementando la longevidad y las capacidades de los atletas, particularmente en disciplinas de combate”.
Fürste no cree que el enfoque de los Enhanced Games pueda hacer del deporte algo más seguro para los atletas. “Lo que dicen es muy ingenuo”, afirma. “¿Van a hacerle pruebas a miles de atletas varias veces al año? Cuando yo competía, nos hacían análisis exhaustivos un par de veces por año. Revisaban todo, era un proceso de dos días. Eso ya está sucediendo, así que decir que sería más seguro es una burla”.
Una píldora mágica
Las dudas han comenzado a emerger, tanto interna como externamente. Michael Sagner, especialista en medicina para la longevidad, recientemente se incorporó a la comisión de ciencia y medicina de los Enhanced Games, pero ya ha tenido desencuentros con D’Souza. Se supone que la comisión debe ser autónoma, pero tras averiguar que varios miembros son accionistas de la empresa, el profesor Sagner pidió su remoción y la eliminación de una afirmación que se lee en el sitio web: “El deporte es más seguro sin pruebas de dopaje”. “No tiene sentido”, dice, apuntando a su computadora cuando lo visitamos en su oficina. “Pedimos que se retirara esto unas 50 veces”. Por el contrario, el profesor Sagner quiere que los Enhanced Games sean “el evento con más pruebas de dopaje en la historia” y está trabajando para desarrollar protocolos de análisis sofisticados que permitirán que el evento inaugural sea viable.
“Utilizar PEDs es mucho más seguro de lo que la gente piensa”, continúa, y apunta al hecho de que la cafeína estaba prohibida por la Wada (esto cambió en 2003) y que los esteroides anabólicos, una droga de clase C, son técnicamente legales en el Reino Unido (donde está la sede de los Enhanced Games) cuando son recetados por un médico. Sin embargo, dado que se les considera como “trampa”, no se usan de forma segura. Él espera que el evento sirva como un incentivo para que haya más escrutinio e investigaciones en torno a los PEDs. Sagner afirma que, dado que su nombre está asociado con el proyecto, ha recibido correos anónimos de personas que lo amenazan con reportarlo ante las autoridades sanitarias. Como médico, tiene mucho que perder: su licencia y su credibilidad. ¿En verdad vale la pena? “No lo sé”, dice, visiblemente alterado. “Nunca he recibido una sola queja tras tratar a miles de pacientes”.
Un posible resultado de todo esto, apunta, es que nos demos cuenta de que no necesitamos PEDs, que sus beneficios se han exagerado. También tiene dudas en torno a si un régimen de drogas le permitirá a Magnussen romper algún récord. “Si cree que hay una píldora mágica que vaya a darle una marca, no está muy bien informado”.
La gran incógnita
Para Magnussen, el único atleta confirmado hasta la fecha, este evento representa una segunda oportunidad de probar los límites de su potencial y le permitirá combinar una mentalidad más madura, a sus 33 años, con las capacidades de un atleta de 20. “Es una auténtica posibilidad”, nos cuenta desde su casa en Bondi Beach, Australia. “El misil” es dos veces olímpico y se perdió el oro en Londres por una centésima de segundo. Con su 47.10, es el quinto más rápido en la historia en los 100 m estilo libre. Como el rostro los primeros “Juegos de los esteroides”, Magnussen sabe que lleva una gran parte de la carga sobre sus hombros, pero espera que las lecciones aprendidas al más alto nivel beneficien a las personas normales.
Participar en los Enhanced Games significa también que puede usar “supertrajes” de poliuretano, aquellos que fueron prohibidos en 2010, después de que en un Campeonato Mundial se establecieron 29 récords. En el evento inaugural, Magnussen le estará apuntando a la marca de 20.91 del brasileño César Cielo en los 50 m estilo libre. Esa marca se estableció un mes antes de que se prohibieran los trajes en cuestión. “Vamos a traer de vuelta esos trajes y comparar manzanas con manzanas”, cuenta. El excampeón mundial de los 100 m estilo libre (2011 y 2013) también tiene un enfoque nuevo en cuanto al entrenamiento. Ahora realiza más esfuerzos cortos y explosivos. “Además, por supuesto, está el aspecto de las sustancias”, explica. “Esto me permitirá entrenar más, recuperándome rápidamente e incrementando la intensidad con más frecuencia. No espero entrar a la alberca y sentirme como Superman de inmediato”.
Por ahora, dice que es “completamente natural”. “El primer paso será volver a mi mejor condición física de forma natural. Después de eso, me sentaré con los médicos para realizar un análisis completo de mis biomarcadores para determinar qué puede mejorarse y cómo optimizar el rendimiento”.
Él dice que no será una cuestión de adivinar. “No voy simplemente a tomar un montón de sustancias para ver qué funciona. Si en algún punto experimento efectos secundarios indeseables, probaremos otras opciones. Queremos hacer esto de una forma tan segura como sea posible”. En vez de ver a Magnussen como un “conejillo de Indias”, Brett Fraser, el encargado de los atletas en los Enhanced Games, prefiere pensar en él como un pionero. Como exnadador elite, Fraser está seguro de que los avances médicos que vendrán como resultado de los Games podrán ayudar a prolongar la vida y la salud, además de favorecer la felicidad de los atletas y la raza humana en su conjunto. Sin embargo, con apenas 34 años, no está seguro si él participaría. “Quizás. Me gustaría saber más sobre los PEDs no invasivos primero”. Por otro lado, Angermayer admite que sigue un régimen farmacológico, aunque sólo está dispuesto a admitir que toma inyecciones para el control del peso y que pasa tiempo en una cámara hiperbárica para obtener ganancias cardiovasculares.
D’Souza, por su parte, afirma que estará ahí en la línea de salida desde el primer día.”Definitivamente usaré PEDs”, dice. “No puedo esperar. Quiero competir. Quiero ver de qué soy capaz”.
¿En qué consiste un régimen “enhanced”? La TRT (terapia de reemplazo de testosterona) es algo a lo que aluden tanto D’Souza como Magnussen. Es un ejemplo revelador dado que más allá de que promete incrementar la densidad ósea, la masa muscular y la sensibilidad a la insulina, aún no se conocen con claridad los efectos a largo plazo por falta de investigaciones al respecto.
Actualmente, la TRT sólo se receta cuando un paciente exhibe síntomas de baja testosterona como pérdida de libido, un conteo de esperma bajo o una reducción de la masa muscular, y se usa sólo para que recupere los niveles normales. Para aquellos que no tienen síntomas, no se recomienda el tratamiento. Los efectos secundarios van desde sarpullidos o irritación hasta un mayor riesgo de cáncer de próstata o ataque cardiaco.
La conclusión
Si investigas un poco debajo de la superficie, queda claro que los Enhanced Games están plagados de contradicciones. En su sitio web afirman que “el deporte es más seguro sin pruebas antidrogas”, pero D’Souza asegura que a los participantes se les realizarán análisis durante todo el año, de manera que el dopaje no comprometa a la salud. “No queremos que un atleta sufra un ataque cardiaco en plena transmisión”, ha dicho con anterioridad. “Eso sería terrible para nosotros, y para el atleta, por supuesto”.
En los Enhanced Games se garantizará un terreno de juego parejo y sacará el dopaje de las sombras, me dice repetidamente Fraser. Aunque no se le pide a los atletas que revelen lo que toman “mi cuerpo, mi decisión”, dice D’Souza.
¿Y qué hay del legado? Magnussen insiste en que unos juegos donde se permita el dopaje no resultarán en que los niños y jóvenes crean que deban consumir sustancias para ser competitivos. A los niños pueden inspirarlos la dedicación y los sacrificios que exhibe un peleador de MMA, “pero eso no significa que vayan a la escuela y golpeen a otros niños en la cara”, apunta. La respuesta de parte de las instituciones ante la posibilidad de la realización de los Enhanced Games ha sido de rechazo, pero ni la Wada ni el Comité Olímpico Internacional han explicado exactamente por qué se oponen con tal severidad. El asunto es que, ya sea que les guste o no la idea, este evento parece que será una realidad. Se han propuesto varias ciudades de Estados Unidos, específicamente Los Ángeles, Las Vegas y Miami, como sedes potenciales.
Quizá sea un fiasco y se derrumbe por sí mismo, como ocurrió con el festival Fyre. Pero también podría ser un parteaguas, el evento que inaugure una nueva era en el deporte, la ciencia y el entrenamiento. Lo cierto es que hay personas, tanto atletas en activo como exatletas, que están poniendo sus reputaciones, y sus cuerpos, en la línea.
¿Serán estos juegos el catalizador que lleve a las empresas farmacéuticas a generar sustancias tipo Ozempic que nos permitan entrenar más duro, recuperarnos más rápido y vivir más? Quizás. Pero no deja de ser un riesgo y si las cosas salen mal, no hay forma de volver atrás para muchos de los involucrados.
El juego de las sustancias
El profesor Michael Sagner detalla cuáles sustancias podrían formar parte de los Enhanced Games. Nota: sin supervisión médica y análisis clínicos, cualquier PED podría ser extremadamente peligrosa.
Testosterona
Prohibida por la Wada en todo momento
“La TRT probablemente será la base de los regímenes de la mayoría de los hombres y mujeres”.
Esteroides anabólicos
Prohibidos por la Wada en todo momento
“Se les sintetizó por primera vez en 1935. Estas hormonas imitan a la testosterona para regenerar tejidos”.
HGH
Prohibida por la Wada en todo momento
“La hormona del crecimiento humano (HGH) promueve la regeneración de tejidos y la eritropoyetina (EPO) incrementa los glóbulos rojos. Esto ayuda al ejercicio aeróbico”.
Narcóticos
Prohibidos por la Wada en todo momento
“Son comunes en los deportes de contacto. Los opioides actúan como antidepresivos para ayudar a reducir el dolor”.
Estimulantes
Prohibidos por la Wada en todo momento
“Se usan en los deportes que requieren ráfagas de alta intensidad, tales como los sprints y la halterofilia”.
Betabloqueantes
Prohibidos por la Wada en algunos deportes (incluido el tiro con arco, tiro con rifle y golf)
“Reducen el ritmo cardiaco, así como los síntomas de nerviosismo y ansiedad”.
Cannabinoides
Prohibidos por la Wada en competencia (el CBD está exento)
“Se les suele usar con propósitos médicos, para promover la relajación y la reducción del dolor”.
Transferencia de genes
Aún no se pronuncia la Wada al respecto
“Podrían permitir a los atletas mejorar sus capacidades físicas. Los riesgos no están claros todavía”.
Récords rotos
Las sustancias para mejorar el rendimiento están prohibidas en el deporte profesional, pero tienen una larga historia en este ámbito. Aquí cinco de los casos más sonados.
Alemania Oriental
Décadas de los 80 y 90
Para promover la causa del comunismo, más de 9 mil atletas fueron obligados a consumir esteroides. Esto dejó a muchos con consecuencias de salud permanentes, incluidas enfermedades cardiovasculares, infertilidad y cáncer.
Marion Jones
2007
Confesó haber utilizado esteroides que le proveyó la Bay Area Laboratory Cooperative. Renunció a los tres oros y dos bronces que ganó en los Juegos Olímpicos del 2000.
Ben Johnson
1988
Con un tiempo de 9.79 s en la final olímpica de los 100 m planos en Seúl, el corredor canadiense venció a su gran rival, Carl Lewis. Más tarde, dio positivo por el esteroide estanozol.
Equipo de ciclismo Festina
1998
Al masajista del equipo lo atraparon transportando anfetaminas, EPO y esteroides de cara al Tour de France. Este escándalo dio pie a la creación de la Wada en 1999.
Lance Armstrong
2012
Después de negarlo por años y de ser acusado por su excompañero, Floyd Landis, el ciclista estadounidense y sobreviviente del cáncer, aceptó haberse dopado durante sus siete victorias en el Tour de France.
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