Puedes perder la audición antes de lo que crees: protégete así
Esto además de impráctico, pone en riesgo a tu cerebro y tu salud. Afortunadamente, la tecnología puede ayudar. Toma nota.
Quizá pienses que no tendrás que lidiar con problemas de audición en los siguientes 20, 30 o incluso 50 años. Pero es posible que en los últimos tiempos hayas tenido que subirle el volumen a tu serie favorita con más frecuencia, o que te hayas tenido que acercar más a tu amigo para conversar cuando están en algún bar.
O quizá seas como Ibrahim Dabo, ahora de 41 años, quien tenía problemas para escuchar a los maestros durante sus clases en la universidad, así que se esperaba al final de cada lección para copiar todas las notas del pizarrón. “Me avergonzaba tener que decirle a mis amigos ‘¿Puedes repetir eso?’ dos o tres veces”, explica. “Me sentía incompetente. Me mantenía alejado de los contextos sociales. Dejé de ir al cine con amigos porque me sentía perdido”.
Se estima que un 15% de los adultos tiene algún grado de pérdida de la audición, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Las investigaciones sugieren que si no se trata, este problema puede conducir a otros más severos como depresión y Alzheimer’s.
Los expertos en salud auditiva afirman que si las tendencias continúan, el número de personas con problemas para escuchar se duplicará para el año 2060. En el rango de edad de 20 a 69 años, los hombres tienen el doble de probabilidades de padecer este problema que las mujeres, de acuerdo con el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders. Esto podría deberse a que los hombres suelen exponerse a ruidos más estruendosos (martillos neumáticos o conciertos de Kendrick Lamar, por ejemplo). Y luego está lo que enfrentamos en el día a día. La Organización Mundial de la Salud estima que mil millones de adultos jóvenes están en riesgo de sufrir pérdida permanente de la audición debido a “malas prácticas” como acudir a recintos con niveles muy elevados de ruido y usar audífonos.
Pero aquí está lo irónico: a pesar de que estamos acostumbrados a tener cosas en los oídos, alrededor del 60% de los adultos mayores afirman que no utilizan aparatos para escuchar mejor debido al miedo de que el resto del mundo los vea como discapacitados o viejos. Esto de acuerdo con una encuesta realizada por Siemens. Esa podría ser la razón por la que tantos hombres con pérdida de la audición esperan años para hacerse una prueba y recibir un diagnóstico. Además, algunos médicos no ven esta cuestión como algo urgente. “Si vas con un médico y le expresas preocupación por el tema, si tienes más de 50 te dirá que es algo normal y simplemente debes esperar a que se ponga peor”, dice Barbara Kelley, directora ejecutiva de la Hearing Loss Association of America. No te conformes con eso.
Por qué ocurre
“Vivimos en un mundo ruidoso”, dice Leslie Soiles, Au.D., audióloga de HearingLife. “Todo ese desgaste en las células ciliadas es acumulativo”, afirma.
Los estereocilios son las células con forma de vellos que se encuentran en la cóclea. Se doblan como respuesta a las ondas de sonido y esto envía señales que son procesadas por el cerebro. Estos vellos se desgastan con el tiempo, especialmente si enfrentas sonidos fuertes. Esto llega al punto que son incapaces de responder ante los tonos suaves.
En promedio, las personas que necesitan aparatos para los oídos esperan 10 años antes de acudir por ayuda. Ese es un error dado que los estereocilios no pueden recuperarse y necesitas sonidos cada vez más fuertes, los cuales empeoran la cuestión, de acuerdo con Soiles. La pérdida de audición que resulta podría incrementar el riesgo de padecer demencia.
El Dr. Frank Lin y sus colegas del Cochlear Center for Hearing and Public Health han investigado lo estrecha que es esta relación. Estudiaron a 639 adultos durante casi 12 años para explorar la correlación entre la pérdida de audición por envejecimiento y la demencia. Encontraron que, a comparación de quienes escuchaban bien, una pérdida ligera incrementaba el riesgo al doble. Una pérdida moderada lo triplicaba y las personas con pérdida severa eran cinco veces más proclives a desarrollarla. El Dr. Lin sugiere que todo esto podría ser el resultado de una combinación de factores, incluido el hecho de que el cerebro tiene que trabajar más duro para procesar los sonidos, atrofia cerebral por una falta de estímulos auditivos y aislamiento social. Un estudio reciente realizado por su equipo reveló que las personas que obtuvieron tratamiento para la pérdida de audición (incluidos aparatos), pudieron reducir tu tasa de deterioro cognitivo en 48% a lo largo de tres años. Esto podría reducir su riesgo de padecer demencia.
Mejora tu audición
Lo primero es descubrir cuánto puedes escuchar (o no). Hay apps gratuitas como Mimi, SonicCloud, JacoListen y Hearing Number que te brindan un score. Si tienes un problema de leve a moderado, considera un aparato auditivo. La mayoría son muy discretos y fáciles de usar. Ahora hay opciones más accesibles que aquellos personalizados con base en una receta médica. “Puede tomarle algo de tiempo al cerebro aprender a escuchar con un aparato”, dice Kelley.
Si la situación cambia y estos aparatos ya no te ayudan, acude con un audiólogo, otorrinolaringólogo o especialista en aparatos auditivos para que te brinde una receta. Los dispositivos personalizados tienen procesadores sofisticados que monitorean tu capacidad auditiva y regulan el ruido de fondo. No son baratos, pero recuerda que esto es más serio que sólo la salud de tus oídos.
Acabemos con el estigma
Si aún tienes dudas sobre si deberías utilizar un aparato, los audiólogos entienden por lo que estás pasando. “Los hombres son especialmente reacios a usar aparatos porque se les suele asociar con vejez e incapacidad”, dice Kelley. “Sienten como que esto los aísla”. Eso es una lástima porque, de hecho, un aparato puede ayudarte a reconectar con los demás. Para Dabo, descubrir que tenía pérdida de la audición fue algo devastador. Tenía 30 años cuando fue diagnosticado. Le dijeron que necesitaba aparatos en ambos oídos. “No conocía a nadie de mi edad que tuviera ese problema”, dice. “Me sentía defectuoso”. Era periodista y en ese momento dejó de escribir y comenzó a alejarse de la gente. “Cada vez que usaba los aparatos, volteaba hacia atrás y me preguntaba qué pensaban los demás sobre mí”.
Con el tiempo, comprendió que el problema estaba en su cabeza, no en sus oídos. “Extrañaba las interacciones con otras personas”, cuenta. Fue a una convención y ahí conoció a cientos de personas con pérdida auditiva y esto le ayudó a reconocer que no estaba solo. “Ya no me sentía como una víctima; me sentía agradecido porque tenía la posibilidad de participar en las cosas. Ahora soy mucho más productivo en el trabajo y puedo escuchar a los pájaros cantar. Es hermoso”.
Escucha mejor con estilo
1. Durante el Consumer Electronics Show de este año, la compañía francesa EssilorLuxottica presentó los NUANCE AUDIO GLASSES. Son lentes con micrófonos incluidos que puedes ajustar a tu ambiente. Se lanzarán a finales del año.
2. Puedes configurar tus AIRPODS para que te ayuden con la pérdida de audición. La función Live Listen de Apple te permite colocar tu teléfono o tableta cerca de una bocina durante un evento y transmite el audio a tus AirPods.
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