Salud

8 maneras en que la Inteligencia Artificial puede ayudarte a estar más saludable

Cómo aprovechar los chatbots para mejorar tu bienestar sin caer en sus riesgos.

4 febrero, 2025
médico utilizando inteligencia artificial

Burt Rosen, de 59 años, es un montañista y un innovador en marketing que, como él mismo dice, “casualmente tiene dos tipos de cáncer”. Cada uno de sus padecimientos es un caso complejo —uno afecta su riñón y el otro son tumores neuroendocrinos pancreáticos metastásicos— y ambos requieren la atención de toda una red de especialistas. Como puedes imaginar, su registros médicos están repletos de información, tanto que recientemente le preguntó a ChatGPT: “Si subo los resultados de mi tomografía, ¿puedes traducirlos a un lenguaje comprensible para mí?”. En cuestión de segundos, la jerga médica se transformó en subtítulos claros, términos más simples y un resumen fácil de entender. “La IA es ahora mi asistente”, dice Rosen.

Aunque muchas personas aún no han utilizado inteligencia artificial, ya se emplea ampliamente en el sector de la salud. Los médicos la usan para ayudar en diagnósticos y documentación, mientras que pacientes como Rosen aprovechan su potencial. De hecho, según una encuesta del centro de investigación de políticas sanitarias KFF, uno de cada seis personas ya utiliza IA mensualmente para obtener información y consejos sobre salud. Pero, ¿es realmente una buena idea?

Primero, es importante saber que los chatbots —ChatGPT, Bard, Perplexity, Copilot, Gemini, entre otros— son un tipo de IA increíblemente poderosa llamada modelo de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en inglés). Sin embargo, como dijo la científica informática Yejin Choi en su famosa charla TED, estas inteligencias son “sorprendentemente inteligentes y asombrosamente estúpidas” al mismo tiempo.

Por ejemplo, en 2023, ChatGPT aprobó el Examen de Licencia Médica de los Estados Unidos. En 2024, obtuvo un 98 % en algunas preguntas de nivel avanzado. (Para ponerlo en contexto: la calificación mínima aprobatoria es 60 y el puntaje promedio de los examinados reales es 75 %). Sin embargo, en ocasiones, ChatGPT genera información completamente falsa, un fenómeno conocido como “alucinaciones”. En una ocasión, cuando se le preguntó cómo sabía sobre un medicamento para la diabetes, ChatGPT respondió que tenía una maestría en salud pública.

Además, a diferencia del software convencional programado para realizar tareas específicas, los LLM no están diseñados de esa manera: combinan información por su cuenta, lo que significa que nadie sabe exactamente cómo operan internamente. Por lo tanto, cuando algo sale mal, no hay forma de solucionar el problema reprogramando el sistema.

Así que no, la IA no reemplazará a tu médico de cabecera en el corto plazo. Pero los chatbots pueden ayudarte a gestionar tu salud —si sabes cómo aprovechar su poder y evitar sus trampas— dice Isaac “Zak” Kohane, M.D., Ph.D., de la Escuela de Medicina de Harvard. Como editor en jefe de NEJM AI —una revista científica sobre inteligencia artificial en la salud publicada por The New England Journal of Medicine— Kohane es una autoridad en el tema. Según él, la IA puede ayudarte en los siguientes aspectos:

médico utilizando inteligencia artificial
Getty

La Inteligencia Artificial puede ayudarte a

Comprender lo que realmente ocurre en tu cuerpo

Google es, en esencia, una biblioteca. Pero la IA, más allá de recuperar información almacenada, puede darle contexto a tus síntomas, adaptar la información a tu estilo de comunicación y conectar las piezas de tu historial médico. Esto puede ayudarte a saber qué preguntarle a tu médico, descifrar la jerga médica, obtener una segunda opinión preliminar e incluso sugerir posibles diagnósticos cuando los médicos no logran dar con la respuesta.

Este último punto es uno de los mayores superpoderes de la IA en la actualidad. Los especialistas médicos son expertos en identificar y tratar afecciones dentro de su campo, pero la especialización también puede limitar la visión global de un caso —como bien lo sabe cualquier persona que ha visitado neurólogos, psiquiatras, especialistas en cuello y doctores del sueño tratando de entender el origen de sus dolores de cabeza. La IA, en cambio, analiza el panorama completo de la medicina para sugerir alternativas.

Por ejemplo, Courtney Morales Hofmann es madre de un niño que, a los 4 años, dejó de desarrollarse con normalidad. Sufría dolor crónico y una de sus piernas se arrastraba al caminar. Durante tres años, visitaron a 17 médicos sin obtener un diagnóstico claro. Cuando ChatGPT se lanzó al público, Morales Hofmann pasó una noche ingresando todos los reportes de radiología, análisis de laboratorio e información médica de su hijo en el sistema. La IA le sugirió una docena de posibles diagnósticos y, tras analizar las respuestas, ella creyó haber encontrado la causa. Dos semanas después, los médicos confirmaron la condición de su hijo y, un mes más tarde, una cirugía solucionó el problema.

Sin embargo, los resultados no siempre son útiles. En un estudio de 2023, los farmacéuticos (usando una versión anterior de ChatGPT) encontraron que el chatbot solo proporcionaba respuestas correctas a preguntas sobre medicamentos en una de cada cuatro ocasiones. Otro estudio, publicado en Mayo Clinic Proceedings: Digital Health, reveló que la IA no solo brindó información errónea sobre temas médicos, sino que también creó referencias falsas que parecían reales. Aunque la IA ha avanzado desde entonces, la lección sigue siendo la misma: si un chatbot no respalda sus afirmaciones con fuentes verificables y expertos genuinos, hay que ser muy cauteloso. Además, como los bots extraen información de la literatura médica existente, cualquier sesgo en esas fuentes se reflejará en los resultados que obtengas.

Obtener la información correcta

La IA solo es tan buena como los datos que le proporcionas. Como harías con un pasante en la oficina, dale instrucciones específicas y aclara cuánta información deseas y qué nivel de tecnicismo prefieres en la respuesta.

Por ejemplo, cuando Hugo Campos, defensor de los derechos de los pacientes, tuvo un problema con su padre anciano, le indicó a ChatGPT que pensara, actuara y hablara como un especialista. Escribió: “Eres un dermatólogo residente que presenta el caso de un paciente varón de 94 años con seis semanas de sarpullido pruriginoso en brazos, muslos y parte baja de las piernas”. Esto llevó a ChatGPT a proporcionar respuestas detalladas y profesionales.

También funciona en sentido contrario. Si la terminología del informe médico que tu doctor escribió en tu expediente te resulta incomprensible, pásalo por la IA con esta indicación: “Como si fueras un profesor explicándole esto a un joven de 16 años, resume la consulta y extrae los puntos clave”.

Incluso puedes divertirte con ello. Después de que Burt Rosen recibió el resumen de su tomografía, le pidió a la IA que lo redactara con el estilo de Samuel L. Jackson, permitiendo palabras altisonantes. La respuesta concluyó con: “Ahora ve y habla con tus doctores, pero recuerda: sigue luchando como el badass que eres”. ¿Cuándo fue la última vez que tu médico de cabecera te dijo algo así?

Profundizar mucho más

El tiempo de un doctor es limitado, pero la IA siempre está disponible. Supongamos que eres un apasionado del ejercicio y tu médico te recomienda estatinas. Has escuchado que pueden causar rabdomiólisis (“rhabdo”), una afección potencialmente mortal en la que los músculos se degradan.

Le preguntas a ChatGPT: “Hablando como un médico, analiza las opciones para un atleta de élite con colesterol alto que no quiere tomar estatinas por miedo a la rabdomiólisis”. Si la respuesta es genérica y omite la parte de “atleta de élite”, no te detengas ahí.

Pídele que actúe como un fisiólogo del ejercicio y que detalle cuánta actividad y qué tipo de entrenamiento podrían aumentar el riesgo de rabdomiólisis. La herramienta afinará su respuesta. Con la IA, puedes seguir indagando hasta obtener información útil para tu caso.

Verificar decisiones importantes

Si el tratamiento de tu médico parece estar empeorando tu situación o estás considerando una cirugía, es crucial obtener una segunda opinión. La IA puede ser una forma rápida y accesible de obtener otra perspectiva antes de consultar a otro especialista en persona.

“El uso de estos modelos de IA como una fuente de segunda opinión instantánea y de bajo costo es una gran oportunidad”, dice el Dr. Kohane.

Puedes ingresar tus informes de laboratorio y otra información médica en el chatbot, pero primero elimina datos personales como tu nombre, el de tu doctor, fechas y ubicaciones para proteger tu privacidad. Luego, pregunta si los resultados podrían indicar un diagnóstico que no se haya mencionado. También puedes pedir recomendaciones sobre qué tipo de especialista sería el más adecuado para una segunda opinión.

Pero lo más importante es consultar con un médico real. “Como dijo Reagan a los soviéticos: ‘Confía, pero verifica’”, recuerda el Dr. Kohane. “Los modelos de IA están mejorando rápidamente, pero aún cometen muchos errores”.

Experimenta con ellos ahora, antes de que realmente necesites ayuda. Y dado que la IA a veces inventa datos, solicita fuentes antes de seguir su consejo—y revisa cada enlace, porque también puede inventarse esos.

Ser tu aliado

Todavía falta un tiempo para que ChatGPT pueda llamar a tu aseguradora y resolver un problema con tu factura médica, pero puede ser un recurso valioso.

Cuando una clienta de la defensora de pacientes Grace Cordovano, PhD, tuvo una negación de cobertura injustificada, ella recurrió a ChatGPT y le dijo: “Eres un abogado experto en beneficios de discapacidad del Seguro Social y Medicare en Nueva Jersey”. La IA generó una carta con un lenguaje legal detallado, lista para afinar y presentar.

Aprovechar mejor tus datos de salud

Es posible que la IA ya esté trabajando para ti más de lo que imaginas. Los wearables que monitorean métricas de salud —como sueño, glucosa, frecuencia cardiaca y variabilidad de la frecuencia cardiaca— procesan estos datos con IA para generar conclusiones.

Tu “batería corporal” está baja. Tu “puntuación de sueño” es alta. Estas herramientas hacen visible lo que normalmente pasa desapercibido, lo que te ayuda a identificar tendencias y adoptar hábitos saludables, explica Jennifer Goldsack, CEO de la Digital Medicine Society, un think tank global enfocado en salud digital.

Tomemos el monitoreo del sueño. “Sabemos que la percepción del sueño no siempre coincide con la realidad, porque está influenciada por la fatiga y otros factores”, señala Goldsack. Pero si tu dispositivo te indica que duermes mal después de dos copas de vino, puedes hacer ajustes en consecuencia.

Los monitores continuos de glucosa llevan el control de la salud a un nivel completamente nuevo. Ya no necesitas un pinchazo en el dedo o la opinión de un médico para saber cómo reacciona tu cuerpo ante ciertos alimentos o cómo el sueño afecta tu glucosa. Obtienes un grado de control e información sin precedentes.

Dicho esto, “estos dispositivos no son herramientas de diagnóstico y nunca han afirmado serlo—y no debemos interpretarlos como tales”, advierte Goldsack. Son útiles para identificar patrones, establecer metas y fomentar hábitos saludables, pero no deben confundirse con diagnósticos médicos.

Ser un paciente informado y empoderado

Cuanto más informado estés, más efectivo serás al trabajar junto con tu médico. Por ejemplo, cuando un paciente con presión arterial inestable quiso probar un monitor portátil, utilizó la IA para encontrar razones científicas que respaldaran su solicitud. Luego presentó estos argumentos a su médico, quien estuvo de acuerdo en que tenía sentido.

Punto clave: le pidió a GPT-4 que “redactara su respuesta con un nivel de calidad adecuado para una publicación en JAMA” (Journal of the American Medical Association).

Tener un compañero de entrenamiento

Tú (o tu entrenador) quizás ya estén utilizando IA para diseñar rutinas de ejercicio. Si te encuentras en un “desierto de fitness” —sin acceso a buenos entrenadores o programas— o si ya tienes experiencia en el gimnasio y sabes lo que haces, la IA podría ser una herramienta útil.

Pero, como con cualquier cosa relacionada con la inteligencia artificial, a veces la planificación de entrenamientos es útil y precisa; otras veces, es vaga y poco personalizada. En un experimento de Men’s Health, en el que ChatGPT actuó como entrenador personal durante un mes, el chatbot tardó demasiado en sugerir que se consultara a un médico ante una lesión.

Si algo no se siente bien, investiga más. Pregunta nuevamente y revisa de dónde obtiene su información.

Vía Men’s Health

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