Aquí te decimos qué tan seguido deberías hacer popó
Haciendo a un lado el uso de eufemismos, puede que seas más normal de lo que te imaginas.
¿Qué tan seguido deberías hacer popó? Si te preguntas si es normal no defecar todos los días o si es normal sentir que defecas todo el tiempo, bueno… es normal tener dudas. Resulta que, al igual que muchas cosas en la vida, la frecuencia con la que debes hacer popó es algo individual. Los médicos dicen que los movimientos intestinales varían de una persona a otra y se basan en una variedad de factores como el nivel de actividad, la edad, la dieta y si tienes alguna condición médica como el síndrome del intestino irritable (SII) o enfermedad inflamatoria intestinal.
Para responder a la pregunta de cuántas veces debes hacer popó, es bueno saber algo sobre el tiempo de tránsito intestinal, que se refiere a cuánto tiempo tarda la comida en moverse desde la boca hasta el final del intestino (el ano).
“Por lo general, puede tomar aproximadamente de dos a cinco días para que la comida se digiera completamente y salga del cuerpo”, según la Clínica Cleveland. Cuando comes, la comida pasa por el estómago y el intestino delgado. Sólo este proceso puede llevar de seis a ocho horas. A partir de ahí, la comida entra en el intestino grueso.
Una vez que la comida ingresa al intestino grueso, puede tomar alrededor de 36 horas para que se digiera completamente antes de que estés listo para tener un movimiento intestinal. Un movimiento intestinal es la última etapa en el proceso de movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo. Las heces fecales (la popó) están compuestas por lo que queda después de que tu sistema digestivo ha absorbido todos los líquidos y nutrientes de las bebidas y alimentos que has consumido.
Si tienes una dieta diaria que incluye una hidratación adecuada y consumes una cantidad suficiente de fibra, tus movimientos intestinales deberían ser muy frecuentes. En cuanto a la frecuencia con la que debes defecar, esto es lo que dicen los expertos.
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Pero realmente, ¿con qué frecuencia debes hacer popó?
Como se mencionó, la frecuencia de los movimientos intestinales puede variar entre las personas y está influenciada por muchos factores, como la dieta, el estilo de vida y la salud en general, explica el doctor Sameer Islam, gastroenterólogo en Lubbock Gastroenterology.
La frecuencia de los movimientos intestinales depende principalmente de lo que comes, cómo los alimentos y los desechos se mueven a través del sistema digestivo y otras condiciones predisponentes como los medicamentos actuales y los antecedentes médicos.
“Quiero destacar, sin embargo, que no hay reglas establecidas sobre cuántas veces uno debe hacer popó; la mayoría de las personas tienen un patrón regular que va desde tres veces al día hasta tres veces por semana. Eso se considera normal”.
El doctor Islam dice que lo más importante es cómo te sientes cuando estás estreñido. “Si tienes un movimiento intestinal todos los días, pero no sientes que estás evacuando todo, para mí eso es estar estreñido. Por otro lado, si tienes un movimiento intestinal tres veces por semana pero estás satisfecho con eso, no lo trataría”, indica el doctor Islam. “Por lo general, si tienes movimientos intestinales regulares sin ninguna molestia o esfuerzo excesivo, y la consistencia de las heces es normal (ni demasiado duras ni demasiado sueltas), generalmente no hay motivo de preocupación”.
Factores que pueden afectar la frecuencia con la que haces popó
Edad
Si te encuentras lidiando con un episodio de estreñimiento, puede deberse a la edad. Las personas mayores pueden experimentar una disminución en los movimientos intestinales debido a cambios relacionados con la edad en el sistema digestivo, cambios en la dieta y la hidratación, y una reducción de la actividad física, señala el doctor Islam.
Sin embargo, esta regla no es universal. Algunas personas mayores pueden mantener hábitos intestinales regulares incluso a medida que cambian y envejecen.
Medicamentos
Ciertos medicamentos también pueden afectar los movimientos intestinales. “Algunos medicamentos, como los opioides utilizados para el manejo del dolor, pueden causar estreñimiento al ralentizar el movimiento de las heces a través de los intestinos”, comparte el doctor Islam. “Los antidepresivos, los antiácidos que contienen aluminio o calcio, y ciertos medicamentos para la presión arterial también pueden contribuir al estreñimiento”.
Enfermedades crónicas
Si tienes una enfermedad crónica como el SII, es posible que notes que tu patrón de movimientos intestinales puede cambiar de movimientos intestinales frecuentes a sentirte estreñido.
Falta de movimiento
Por último, la falta de movilidad, como estar postrado en cama o tener actividad física limitada, puede afectar la frecuencia de los movimientos intestinales. “La actividad física ayuda a estimular los movimientos intestinales al promover las contracciones musculares en los intestinos”, explica el doctor Islam. “Cuando se restringe la movilidad, la falta de ejercicio puede disminuir la motilidad intestinal, lo que puede llevar al estreñimiento”. Sin embargo, vale la pena mencionar que estos factores no son absolutos y pueden variar entre las personas.
¿Cómo puedes hacer popó más frecuentemente?
Existen varios factores en el estilo de vida que pueden ayudar a promover movimientos intestinales más frecuentes y ayudarte a mantener un sistema digestivo saludable. Si la frecuencia habitual no te parece útil, aquí tienes algunas estrategias aprobadas por expertos para cambiarla.
#1 Evita retrasar los movimientos intestinales
Cuando sientas la necesidad de hacer popó, el doctor Islam recomienda no retrasarlo. “Ignorar o posponer la necesidad puede hacer que las heces se vuelvan más duras y difíciles de pasar. Responder rápidamente a las señales del cuerpo puede ayudar a mantener la regularidad”.
#2 Considera los probióticos
Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden ayudar a promover un equilibrio saludable en el intestino y se encuentran en alimentos como el kéfir, el chucrut y el yogur, así como en suplementos. “Los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud digestiva y la regularidad en algunas personas, pero es mejor consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento”, comparte el doctor Islam.
#3 No uses las redes sociales mientras estás en el baño
Pasar mucho tiempo sentado en el inodoro puede provocar una posición prolongada que puede tensar los músculos y nervios alrededor del área pélvica, explica el doctor Islam. “Esto puede contribuir a problemas como hemorroides, reducción del flujo sanguíneo y adormecimiento. Generalmente se recomienda minimizar el tiempo que pasas en el inodoro para evitar estos problemas”.
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#4 Consume suficiente fibra
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) recomienda 38 gramos de fibra para los hombres de hasta 50 años, mientras que los hombres mayores de 50 años deben consumir 30 gramos diarios.
Si buscas tener movimientos intestinales más frecuentes, apunta a una dieta rica en fibra proveniente de frutas, verduras y granos integrales. Esto te ayudará a tener movimientos intestinales más regulares.
#5 Establece una rutina regular en el baño
“Los pacientes subestiman la importancia de tener un ritmo regular para los movimientos intestinales”, comenta el doctor Islam. “Tu cuerpo quiere tener un ritmo y una consistencia regulares, por lo que es recomendable reservar un tiempo regular para usar el baño, especialmente después de las comidas. Los hábitos consistentes pueden influir en los reflejos naturales del cuerpo, por lo que tener una rutina regular en el baño puede ayudar a entrenar a tu cuerpo para tener movimientos intestinales más predecibles”.
#6 Haz ejercicio
El ejercicio diario y la actividad pueden ayudar a promover movimientos intestinales más frecuentes de varias formas, incluyendo la reducción del tiempo de tránsito y la estimulación de la motilidad intestinal, señala el Dr. Islam. Incluso algo tan rápido como dar una vuelta a la manzana todos los días puede ayudar a mantener el sistema digestivo funcionando correctamente.
El ejercicio diario y el movimiento también pueden aliviar el estrés y mejorar el bienestar general. “El estrés puede afectar negativamente la digestión y los movimientos intestinales. El ejercicio regular te permite controlar los niveles de estrés y crear un ambiente más favorable para una digestión saludable”, dice el Dr. Islam.
El ejercicio constante también puede ayudar a mantener un peso saludable o ayudar en la pérdida de peso, lo cual es importante tener en cuenta porque el peso adicional y la obesidad se asocian con un mayor riesgo de estreñimiento, comparte el Dr. Islam. “Al controlar el peso a través del ejercicio, puedes mejorar la regularidad intestinal”.
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#7 Controla los niveles de estrés
Existe una fuerte conexión entre el intestino y la mente, según Henry Ford Health. Es por eso que el estrés a menudo conduce a irregularidades intestinales. Reducir los niveles de estrés y manejarlo puede ayudar a mejorar la salud intestinal en general. Esto implica incorporar cosas como ejercicios de respiración profunda, meditación o práctica de yoga en tu rutina diaria o semanal.
#8 Mantente hidratado
Mantener una buena hidratación a lo largo del día es otra clave para tener movimientos intestinales saludables. El agua ayuda a que los alimentos se muevan a través del sistema digestivo y mantiene las heces blandas para evitar el estreñimiento.
La cantidad de agua necesaria para una hidratación óptima puede variar según varios factores, como el nivel de actividad, la edad, la salud general y el sexo. La hidratación puede provenir tanto de alimentos como de bebidas.
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“Vale la pena mencionar que tus necesidades de hidratación pueden aumentar en ciertas circunstancias, como experimentar diarrea o vómitos, clima caluroso o actividad física intensa, ya que pueden provocar una mayor pérdida de líquidos”, dice el Dr. Islam.
¿Deberías consultar a un médico?
Con qué frecuencia debes hacer popó realmente depende de cada individuo. Si te encuentras yendo todas las mañanas como un reloj después de tu primera taza de café, entonces genial, pero si vas con menos frecuencia, no te alarmes. La mayoría de las personas tienen un patrón intestinal que es regular para ellas.
Si te preocupa la frecuencia y regularidad de tus movimientos intestinales, siempre puedes programar una cita con tu médico. Y debes hacerlo de inmediato si notas un cambio significativo y persistente en los movimientos intestinales, como un cambio repentino en el color, la consistencia o un aumento o disminución en la frecuencia, dice el Dr. Islam.
Otra razón para buscar atención médica de inmediato es la presencia de sangre en las heces. “Ya sea roja brillante o oscura y alquitranada, la sangre en las heces nunca debe ser ignorada”, comparte el Dr. Islam. “Puede indicar varias condiciones, como fisuras anales, cáncer colorrectal, hemorroides o enfermedad inflamatoria intestinal”.
Otros signos y síntomas de advertencia incluyen malestar o dolor abdominal, pérdida de peso inexplicable y antecedentes familiares y factores de riesgo. “Si tienes dolor o malestar abdominal persistente o recurrente que no se alivia con medicamentos de venta libre u otras medidas de autocuidado, vale la pena hablar con tu médico”, dice el Dr. Islam. El dolor abdominal puede ser un síntoma de varias condiciones gastrointestinales.
Además, si tienes antecedentes familiares de enfermedades gastrointestinales o si tienes otros factores de riesgo, como cáncer de colon, enfermedad inflamatoria intestinal o antecedentes personales de pólipos, es esencial realizar controles regulares y discutir cualquier inquietud con tu médico, recomienda el Dr. Islam.
Hacer popó y la salud en general
Aunque los movimientos intestinales son una parte importante de la salud, la frecuencia de los mismos por sí sola no se considera el mejor indicador de salud en general, señala el Dr. Islam. En lugar de centrarse únicamente en la frecuencia de los movimientos intestinales, generalmente considera otros factores al evaluar la salud en general.
Estos factores pueden incluir el color y la consistencia de las heces, así como la presencia de sangre. Otros síntomas como el dolor abdominal, la hinchazón, los calambres, la fatiga y la pérdida de peso que se asocian con cambios en los movimientos intestinales son todos importantes para tener en cuenta.
Vía Men’s Health
