Adelante: ordena el pastel de carne
Sí, la hamburguesa es la apuesta segura, pero cuando aprendes a sopesar los beneficios de probar nuevas opciones, las decisiones grandes (sobre el trabajo o la vida personal) se vuelven más fáciles.

Estás sentado frente a la mesa usual de tu restaurante favorito y estás a punto de pedir lo de siempre: una hamburguesa, cuando de pronto pasa un mesero al lado de tu mesa con un pastel de carne para alguien más. Se ve interesante. Nunca lo has probado y ahora te sientes tentado a pedirlo pero, ¿y si no te gusta? Como descubrí investigando para mi nuevo libro The Explorer’s Gene, esto es más que un dilema alimenticio, se trata de una metáfora de la vida.
En 1991, un guru de la administración de Stanford University llamado James March publicó un artículo titulado “Exploration and Exploitation in Organizational Learning” (exploración y explotación en el aprendizaje organizacional). Ahí, subrayaba la tensión entre adherirse a lo que resulta familiar por un lado, y probar algo nuevo, por el otro. Este “dilema de explorar/explotar” puede verse en todas partes, desde tu orden en un restaurante hasta decisiones de carrera, vida familiar o estrategia corporativa. Digamos que tu trabajo es crear widgets. Continuar produciendo lo mismo es pedir la hamburguesa; invertir más en desarrollo e investigación es pedir el pastel de carne. Si nunca exploras algo nuevo, terminarás estancado, pero si siempre exploras, nunca podrás disfrutar de lo que descubres. De manera que tomar buenas decisiones en este sentido es importante.
En los años que han transcurrido desde el artículo de March, ha aparecido toda una ciencia que busca entender cómo tomamos decisiones, en qué nos equivocamos y cómo hacerlo mejor. Esto no garantiza que elegirás de forma acertada el 100% del tiempo, pero puede ayudarte a definir cuándo tiene sentido arriesgarse y probar un pastel de carne metafórico. Así funciona.

Acepta el fracaso (temporal)
Si te quedas con lo usual, sabes lo que recibirás: más de lo mismo. Si exploras, darás un salto hacia lo desconocido. Eso significa que el resultado puede ser decepcionante. Por ejemplo, científicos de Harvard analizaron los datos de 195 mil comensales que hicieron 1.6 millones de órdenes mediante una empresa de entregas a domicilio: Deliveroo. Encontraron que cuando las personas probaron con un restaurante nuevo, evaluaron su comida de forma peor que cuando pidieron algo de un viejo conocido. En el corto plazo, y en promedio, explorar los llevó a sentirse menos satisfechos. Pero en el largo plazo ocurrió lo contrario. Cuando recibieron un platillo malo en un sitio nuevo no volvieron, pero cuando recibieron uno bueno, añadieron el lugar a su rotación usual. Como resultado, sus valoraciones en general incrementaron con el tiempo. Eso no habría sucedido si no hubieran explorado nunca. En otras palabras: no te obsesiones con los fallos. Estar dispuesto a aceptar una mala comida de vez en cuando es el precio que hay que pagar por descubrir otras que son mejores que lo de siempre.
Explota primero, luego explota
Pensemos en otro aspecto de la vida. Digamos que llevas un rato teniendo citas y ahora has encontrado a alguien que te gusta de verdad. ¿Cómo puedes saber si es hora de sentar cabeza? Una respuesta proviene de lo que los matemáticos de los años 60 llamaban “el problema de la secretaria”. Si estás buscando candidatos, las investigaciones muestran que deberías entrevistar por lo menos al 37% de los aplicantes sin tomar una decisión. Luego, deberás elegir al siguiente candidato que sea mejor que los anteriores. Si entrevistas a muy pocos, te perderás de las gemas escondidas; si hablas con todos, perderás tu tiempo y quizá te perderás de algunos buenos que habrán sido reclutados por la competencia.
La regla del 37% asume que no puedes volver a entrevistar a un candidato al que habías rechazado previamente, pero hay un principio general ahí que aplica también en situaciones de la vida real: el mejor resultado proviene de un periodo de exploración durante el cual pruebas diferentes posibilidades y recopilas información, seguido de un periodo de explotación, donde tomas lo que has aprendido y lo aplicas.
Resulta que esa es precisamente la conclusión a la que llegó el investigador Dashun Wang, Ph.D., cuando analizó la trayectoria laboral de 26 mil artistas, directores de cine y científicos. Todos tendemos a tener rachas durante nuestra carrera, periodos en los que somos especialmente creativos y productivos. Según el análisis de Wang, ni explorar mucho ni explotar mucho fueron, de manera aislada, formas de dar lugar a una racha positiva. La combinación que tendió a dar lugar a este fenómeno fue primero explorar y luego explotar.
Atrévete
Una forma en que los científicos estudian este tipo de decisiones es mediante juegos de apuestas. Las personas deben elegir entre máquinas cuyas probabilidades de dar un premio son reveladas sólo en parte. Quizá tienes suficiente información para saber que una máquina paga entre 45 y 55% de las veces, pero no estás tan seguro de otra que podría pagar entre 30 y 60% de las ocasiones. ¿En cuál deberías gastar tu dinero?
Un enfoque, el cual se conoce como “límite superior de confianza” implica elegir la opción con la ventaja más grande. Eso significa que no debes fijarte en el resultado promedio, sino en el límite superior de las posibilidades. En el ejemplo previo, la primera máquina podría parecer como la mejor apuesta, con un promedio de 50% de premios contra 40% de la otra. Pero el mejor escenario de la segunda máquina, 60%, es mejor que el mejor de la primera: 55%. Así que esa es la que eliges, y continúas jugando hasta que quede claro que sus probabilidades reales no son mejores que el 50-50 de la otra.
Lo que hace especial a este algoritmo es que garantiza que se minimiza el arrepentimiento en el sentido matemático de la palabra, donde arrepentimiento es la diferencia entre lo que ganaste y lo que podrías haber ganado si hubieras tomado las mejores decisiones posibles. En la práctica, eso puede significar elegir un trabajo que brinda un camino posible hacia el puesto de tus sueños, en vez de optar por uno que ofrece un mejor salario de entrada. Quizá no alcances lo que deseabas a fin de cuentas, pero no te arrepentirás por no haberlo intentado. Otro nombre para este algoritmo es “optimismo frente a la adversidad”, y esa es una buena forma de resumir cómo puedes lidiar con tus dilemas de explorar/explotar en la vida diaria. No siempre puedes estar seguro de que estás tomando la mejor decisión, pero el mayor error es siempre irte a la segura. “No se nos brinda información sobre el verdadero nivel de nuestras habilidades”, dice Charlie Wu. Ph.D., un científico cognitivo de la University of Tübingen en Alemania, quien estudia este tipo de decisiones. “Debemos adquirir ese conocimiento al interrogarnos a nosotros mismos”. Si no aplicas para ese trabajo; si no invitas a la chica a bailar y si no pides el pastel de carne, te quedarás con la duda”.
El nuevo libro de Alex Hutchinson es The Explorer’s Gene: Why We Seek Big Challenges, New Flavors, and the Blank Spots on the Map.
Cómo mantengo todo bajo control con Rudy Reyes
Este hombre es un marine retirado y es el fundador de Force Blue, una fundación dedicada a la conservación. También es coanfitrión de Special Forces: World’s Toughest Test. Así es como es capaz de lidiar con todo lo que la vida le arroja. –Como se lo dijo a Charles Thorp

6:00 AM: Inicia con fuerza
“Me encanta empezar el día completando alguna tarea”, dice Reyes. Eso significa escuchar las noticias o un podcast de historia como History Extra de BBC mientras lava los trastes de la noche anterior.
8:00 AM: La planeación es clave
El trabajo de su fundación y lo que hace en la televisión tienen una cosa en común: son impredecibles. “Debes aprovechar cuando se presentan las oportunidades y no puedes hacer eso si no estás preparado”, dice. Prende su computadora y anota ideas para el programa mientras conversa con el equipo de Force Blue sobre las misiones que deben organizar.
10:00 AM: Hora de sudar
“Me cuesta trabajo quedarme dormido si no entreno con intensidad en algún momento”, dice. Hace 20 series de cuatro ejercicios, incluidos press de banca y lanzamientos de pelota medicinal. Procura ir a un gimnasio donde conoce a las personas porque “el mejor accesorio de entrenamiento es un buen compañero”. Luego, practica artes marciales por 45 minutos.
12:00 PM: A comer
Reyes consume su primera comida al mediodía. Usualmente, esto consiste en pollo, vegetales y arroz. “Me obsesionaba comer dentro de los 30 minutos posteriores a entrenar, pero ahora me he relajado un poco”. Sentir hambre le recuerda sus días de entrenamiento en el ejército. “Sé lo que es tener hambre de verdad y no es como lo que ocurre en la vida de civil”.
1:00 PM: Adiós al estrés
Acude al campo de tiro no sólo para perfeccionar su oficio, sino como una forma de no ser responsable de otros durante un rato. “Alguien más está a cargo ahí y me gusta experimentar este cambio de roles de vez en cuando”, dice.
3:00 PM: Terapia peluda
Una caminata y tiempo de juegos con su pastor alemán, Hank, le ayudan a lidiar con el estrés postraumático. Antes de tener a Hank y a sus dos gatos, los recuerdos de la guerra lo consumían. Cuidarlos le permite mantenerse presente.
6:00 PM: Relajación
“He vivido en muchos sitios ruidosos e incómodos, así que procuro que mi casa sea como un templo”. Se toma dos horas para preparar la cena y comerla viendo un documental y disfrutando una copa de vino.
9:00 PM: A dormir
“El descanso ha sido un problema desde que estaba en el ejército”. La mayoría de sus operaciones se realizaban de noche “incluso cuando estaba en la base, tenía el sueño muy ligero”. Ahora procura dormir lo mejor posible para estar siempre listo para la acción.
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