Esto es lo que realmente debes saber sobre ‘La dieta del azúcar’
¿Pueden el azúcar sin límites y la proteína restringida ser una buena idea?

Los promotores de la llamada “dieta del azúcar” han elogiado este enfoque como un método para reducir grasa sin perder músculo. Para el influencer fitness Mark Bell, esta dieta implica consumir 30 g de grasa al día, carbohidratos ilimitados y 100 g de proteína. Bell pesa 95 kg, por lo que eso equivale a solo 1.05 g de proteína por kilogramo de peso corporal. Por lo general, se recomienda que un hombre que busca desarrollar o mantener músculo consuma entre 1.6 g y 2.2 g de proteína por kilogramo de peso corporal.
“Realmente lo estoy intentando con todo lo que tengo en cuanto a jugos, frutas e incluso azúcar pura, miel… y solo trato de consumirlo”, explicó en un Reel de Instagram sobre su estrategia. “La mayoría de las veces, cuando alguien empieza a verse así de delgado, es cuando comienza a sentirse fatal por su dieta. Pero no creo que eso pase con la dieta del azúcar. Esta no es una dieta con la que busques estar en déficit calórico.”
Y ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Metabolism sobre los efectos de una dieta restringida en proteína en hombres sugiere que algunas de las afirmaciones de la dieta del azúcar tienen fundamento. Sin embargo, antes de emocionarte como niño en dulcería, hay cosas que debes considerar.
¿Qué encontró el estudio?
Investigadores analizaron los efectos de una dieta restringida en proteína (0.8 g por kilogramo de peso corporal al día) sobre el metabolismo energético en hombres sanos y delgados. Para ello, realizaron tres experimentos. El primero exploró la respuesta metabólica inmediata de los participantes a una comida baja en proteína y alta en carbohidratos, en comparación con una comida habitual rica en proteína. Después, monitorearon su adaptación a largo plazo a una dieta restringida en proteína y alta en carbohidratos durante cinco semanas.
En el segundo experimento, los participantes siguieron una dieta restringida en proteína durante cinco semanas, y luego regresaron a su dieta habitual rica en proteína por otras cinco semanas. En el tercero, los investigadores analizaron si reemplazar la proteína por grasa tenía algún efecto. Los participantes pasaron cinco semanas en una dieta restringida en proteína, seguida de una dieta alta en grasa, y luego volvieron a su dieta habitual rica en proteína durante cinco semanas.
Los investigadores descubrieron que seguir una dieta restringida en proteína durante cinco semanas requería un mayor consumo de energía para mantener el peso corporal, independientemente de si la proteína era reemplazada por grasas o carbohidratos. En otras palabras, los hombres necesitaban consumir más calorías para mantener su peso, incluso si la proteína reducida se sustituía por grasas o carbohidratos.
Entonces, ¿cuál es la base científica de todo esto? Tras recolectar y analizar los datos de los experimentos en humanos, además de algunos estudios adicionales en ratones, los investigadores encontraron que los niveles de FGF21 en plasma en ayuno aumentaron durante la restricción proteica. ¿FGF qué? Acrónimo de “Factor de crecimiento de fibroblastos 21”, FGF21 es una hormona que ayuda a regular vías metabólicas importantes como la homeostasis de la glucosa (la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en sangre) y la sensibilidad a la insulina. Los investigadores concluyeron que el mayor consumo energético requerido para mantener el peso en dietas bajas en proteína probablemente se debía en parte a estos niveles elevados de FGF21.

¿Qué significa esto para nosotros?
En general, estos hallazgos sugieren que las dietas con menor contenido de proteína (pero aún dentro de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud) pueden promover adaptaciones metabólicas saludables en hombres sanos y delgados. Basado solo en este estudio, tampoco comprometerías tu masa muscular, ya que esta no se vio afectada a pesar del cambio en los requerimientos energéticos.
Sin embargo, dicho esto, una dieta con proteínas moderadas sigue siendo la mejor opción, especialmente si entrenas con regularidad, ya que este macronutriente es crucial para la recuperación, reparación y crecimiento muscular. Debido a la naturaleza del estudio, los investigadores no pudieron evaluar los efectos a largo plazo de una dieta baja en proteínas, y los niveles elevados de FGF21 podrían revertirse en este corto periodo. Con el tiempo, niveles crónicamente elevados de esta hormona podrían causar disfunción metabólica y pérdida de músculo.
Y volviendo a la dieta del azúcar, además de reducir la proteína, esta es alta en, bueno, azúcar. Estamos a favor del consumo moderado de azúcar, pero desafortunadamente, el exceso puede provocar todo tipo de problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta y, como te recordaría tu dentista, caries.
La conclusión
Aunque este estudio brinda una perspectiva única sobre las respuestas metabólicas humanas a dietas bajas en proteína, fue un ensayo muy pequeño. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, incluyendo estudios con muestras de participantes más grandes y diversas. Lo más importante es que aún no se conocen los efectos a largo plazo.
Cuando se trata de nutrición, un enfoque equilibrado y personalizado de la dieta –incluyendo la ingesta de proteína– sigue siendo absolutamente clave.
Vía Men’s Health UK
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