¿Estás listo para (la crisis) el despertar de la mediana edad?
Toma ventaja de la madurez y la experiencia que vienen con el paso de las décadas para alcanzar tus objetivos en el trabajo, la vida y las relaciones.
No creo en la idea de la crisis de la mediana edad. En vez de eso, llamémosle un despertar. Es ese momento en el que quizá te sientes atascado y empiezas a hacerte ciertas preguntas importantes: ¿En verdad estoy en la profesión adecuada o debería probar con otra cosa? ¿He descuidado mi capacidad física y mi salud? ¿Estoy contento con mi vida familiar? Sí, es algo duro, pero también es liberador.
Después de 30 años en el negocio editorial, me sentía atascado. Me di cuenta de que había logrado todo lo que podría alcanzar. Di un paso atrás para evaluar la situación y reconocí que la revolución digital sería imparable, y todos esos unos y ceros tendrían un enorme impacto en mi vida. En vez de renunciar, decidí meterme de lleno e intentar comprender este panorama nuevo y cambiante. Esto me brindó una dosis de energía y propósito que me permitió romper con la inercia. En ocasiones, simplemente tenemos que dar un vistazo a nuestro alrededor y replantearnos las cosas.
Este proceso toma tiempo. Para mi libro ROAR Into the Second Half of Your Life (Before It’s Too Late), entrevisté a más de 40 individuos, personas que habían hecho grandes cambios en la edad adulta. Lo que tenían en común es que hicieron el trabajo de verse a sí mismos y entender lo que les molestaba, de manera que pudieran descifrar cómo escapar. Para la mayoría, esto tomó más de un año. Aquí tienes algunas de las herramientas mentales que me ayudaron, y a ellos, a ver la luz de nuevo.
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Cómo superar la crisis de la mediana edad
1. Evalúa tus habilidades
Si trabajas en el mundo de los negocios, sabes sobre el FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Haz tu propio análisis. En mi caso, aunque puedo comprender las cuentas de un negocio, sé que las matemáticas no se me dan. Como resultado, evito involucrarme en proyectos que requieran lidiar con muchos números. Por otro lado, una fortaleza que tengo es la capacidad de identificar tendencias en los mercados. Pruébalo: tomarte un momento para estudiarte a ti mismo te permitirá encontrar talentos y habilidades que han estado escondidos por años.
2. Acude con tu familia y amigos
Esta tarea podría hacerte sentir vulnerable ya que se trata de contrastar cómo te ves a ti mismo con cómo te perciben los demás. Escribe cinco palabras que creas que te describen bien. Luego, pídele a las 10 personas más cercanas a ti que hagan lo mismo. Toma esas 50 palabras y busca patrones. ¿Cuáles son las que se repiten? ¿Las tienes tú? Cuando lo hice, una palabra que se repitió fue “generoso”. Leerlo de los otros fue como un refuerzo para mí. Ya que tengas las palabras, conviértelas en acciones. Esto será el combustible que te permita pasar de sentirte atascado a enfrentar tu siguiente reto. Para mí, esto fue lanzar una fundación, así como involucrarme en mentorías y actividades filantrópicas. Aunque yo no les pedí que me dieran cinco palabras negativas, ese también es un buen ejercicio. Tendría que incluir “impaciente”, “inflexible” y “posesivo”. Saber esto me permite mejorar mis interacciones con otras personas.
3. Imagínalo, planéalo y hazlo
Mi abuela me enseño a siempre soñar en grande y visualizar cómo quería que mi vida se viera en el futuro. Si no sabes lo que quieres y quién quieres ser, ¿cómo vas a llegar ahí?
Cada enero, armo mi plan anual, donde identifico aquellas cosas que espero lograr en diferentes áreas. Puedes hacerlo en cualquier momento, pero piensa en los siguientes 12 meses, de esta forma tendrás tiempo para implementar los cambios necesarios. Mi plan incluye elementos de relaciones, carrera, salud, fitness, pasatiempos y más. También puedes incorporar imágenes o frases que te brinden inspiración. Cuando era más joven, solía correr maratones, pero luego me pasé al triatlón. Lo que noté después de un tiempo es que me sentía atascado en cuanto a mi entrenamiento. Extrañaba el placer de las carreras largas a pie, así que a los cincuenta y tantos, regresé al running. Esta práctica me pone en un estado de calma, como una especie de meditación en movimiento que me permite eliminar la ansiedad, resolver problemas y encontrar claridad. Tras 10 o 15 kilómetros, tengo las endorfinas a tope y mi cuerpo y mente están en sintonía. Es ahí cuando tomo las decisiones más importantes. Busca las actividades que te funcionen mejor y sé constante con ellas.
4. Analiza a tu yo más joven
Voltear a ver a la persona que fui me ha permitido trazar el rumbo hacia el futuro. ¿Qué cosas que te brindaban alegría dejaste atrás? Todos hemos escuchado historias de personas que querían ser arqueólogas, por ejemplo, pero que optaron por la contabilidad porque parecía una opción más práctica. ¿Cómo puedes reconectarte con tu yo más joven y retomar aquello que te gustaba? Encuentra por lo menos una cosa y reincorpórala a tu vida. Yo comencé mi carrera como periodista y luego me pasé al área de negocios, donde los salarios son mejores. A los 50, comencé a escribir de nuevo. Esto me hizo recordar cuánto disfrutaba el proceso de sentarme a desarrollar una historia sobre un tema que me interesara. Esto avivó mi curiosidad nata, justo aquello que me llevó a ser periodista en primer lugar. Planeo seguir escribiendo como un pasatiempo. ¿Tú qué cosa dejaste atrás y hoy puedes utilizar para ir hacia adelante?
MICHAEL CLINTON es el fundador de ROAR: Reimagine, Own Who You Are, Act on Your Plan, and Reassess Your Relationships, un libro, sitio web y serial de eventos que te ayudan a tener éxito en la segunda parte de tu vida.
Este artículo salió publicado en la edición de julio/agosto de Men’s Health México y Latinoamérica.