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Consejos para cuidar a tus padres cuando envejecen

En algún punto, probablemente tendrás que cuidar a tus padres, tanto en térmimos de salud como financieros. No es fácil ni divertido, pero hay formas de hacerlo menos estresante. Te decimos cómo.

8 junio, 2023
mejores consejos para cuidar a tus padres al envejecer

Jason Lee tenía 9 años cuando a su padre, Robert, le diagnosticaron diabetes. Durante 15 años, Robert, un psicólogo retirado, pudo mantener la situación bajo control, hasta que una noche despertó sintiéndose desorientado. Su azúcar en sangre había caído a niveles peligrosos. La conmoción despertó también a Jason, quien descubrió en el rostro de su padre algo que no había visto antes: pánico.

Robert se recuperó y no tuvo ninguna complicación seria, pero Jason sabía que su padre no era el mismo de antes, ahora era un hombre vulnerable. Jason tenía dos opciones: podía ignorar la realidad o hacer lo posible por ayudar a su madre. Eligió la segunda opción y cuando su madre sufrió un ataque cardiaco, 10 años después, él estaba listo para ayudarla a ella también. Ahora, con 41 años, Jason sabe cómo administrar insulina en caso de emergencia y cómo leer los niveles de azúcar. También puede monitorear un marcapasos y organizar historiales médicos. No había un instructivo para todo esto. Él, como millones de personas más, quienes además de cumplir con sus trabajos deben cuidar a algún miembro de su familia, tuvo que aprender sobre la marcha.

Aunque la expectativa de vida continúa creciendo, el riesgo de desarrollar enfermedades debilitantes como diabetes y Alzheimer’s sigue latente. Convertirte en el responsable de tus padres no es sencillo. Cuesta tiempo y dinero, además de que implica renunciar hasta cierto punto a tu libertad, pero con el enfoque adecuado, puede convertirse en algo manejable.

PASO 1: Hablen al respecto y hagan un plan

Tus padres y tú deben tener una conversación sobre temas incómodos: la mortalidad, el orgullo y la independencia.

Charles Pyke, fundador de Pyke and Associates, ha preparado a cientos de clientes para estas discusiones. Su enfoque está basado en abordar el tema con respeto para generar confianza y ayudar a los padres a darse cuenta cuando ya no son capaces de cuidar de sí mismos en sus últimos años. La forma de hacer eso es mediante preguntas hipotéticas:

Tú: “Mamá, ¿quién quieres que se haga cargo de tus decisiones financieras cuando llegue ese momento?”.

Ella: “Supongo que alguno de mis hijos”.

Tú: “¿Y ese hijo sabe todo lo que tienes?”.

Este método permite que tus padres consideren el tema, reflexionen al respecto y cedan un poco de control. “Las respuestas que ofrezcan revelarán si están listos para ese momento o no”, dice Pyke.

Si tus padres aceptan tu ayuda con gusto, perfecto, están listos para el siguiente paso. Si la rechazan, repite las preguntas más adelante, dice el psicoterapeuta Matt Lundquist. Quizá son obstinados o quizá temen convertirse en una carga. O quizá es algo más profundo. “Antiguos resentimientos, decepciones y frustraciones entre padres e hijos suelen salir a la luz durante estas situaciones”, dice Lundquist. “Por un lado está la cuestión práctica y por el otro están los sentimientos que reemergen”. Sé paciente. Lundquist afirma que el éxito está en planear en conjunto con ellos y con las personas que vayan a jugar un rol en esta etapa, esto incluye familiares, una enfermera, amigos, etc. Hay que tomar en cuenta las cuestiones logísticas (llevarlos a visitas médicas, conseguir medicamentos), financieras (hablamos de eso más abajo) y emocionales (también hablaremos de eso). Hay que ser claros en cuanto al tiempo que dedicará cada persona y quién es responsable por qué cosa. Pero deben estar dispuestos a hacer ajustes en caso de que las circunstancias cambien, afirma Pyke.

Si todo esto suena como un trabajo es porque lo es. Y luego está la cuestión del dinero.

PASO 2: Organicen las finanzas

En la mayoría de los casos, el dinero es un factor que complica las cosas. Eso significa que necesitas conocer los ingresos, gastos, activos y responsabilidades de tus padres. Sin esos datos, resulta muy difícil organizar un presupuesto. Y créenos, lo necesitarás.

De acuerdo con una encuesta de 2010 realizada por los Centers for Medicare and Medicaid Services, 80% de los adultos de 65 años y más tienen por lo menos una condición crónica, mientras que 70% o más tienen por lo menos dos. Y esas condiciones son costosas. En la mayoría de los casos, a pesar de contar con seguros de gastos médicos mayores, las familias tienen que desembolsar una buena cantidad de dinero para cuidar a sus padres (esto incluye consultas médicas, deducibles, anualidades, transporte, medicamentos, personal de asistencia, etc.).

Aunque sea abrumador contemplar todos estos gastos, tener claro el presupuesto que se requiere te ahorrará tiempo y estrés. Pero antes de usar tus ahorros para financiar estas necesidades, deberás convencer a tus padres de que es el momento de usar los suyos, de acuerdo con el asesor financiero, Joe Ferrer. Averigua cuánto dinero reciben por su pensión, si tienen activos o alguna otra fuente de ingresos.

Si tus padres no tienen ahorros, lo primero que hay que hacer es dividir responsabilidades entre los hijos y otros familiares, dice Ferrer. Con el apoyo de la familia, idealmente no tendrás que gastar lo que estás guardando para tu propio retiro. Sin embargo, si hay una fuente de ingresos como una pensión y tu padre lo gasta todo en el bar, es hora de tener otra conversación incómoda.

Si esa plática no rinde frutos, habla con ellos sobre nombrar a un abogado que pueda tomar decisiones financieras y médicas en su nombre. “Hay muchas ocasiones en las que los hijos deben ser firmes, insistir y establecer límites legales, de manera que sus padres no terminen en bancarrota”, asegura Lundquist. Plantea la discusión sobre el abogado en torno a eso: las consecuencias en términos de salud y bienestar de cometer errores en el manejo del dinero.

Si estás haciéndote cargo de todo lo demás, sí, también deberías poder tomar decisiones en torno a sus finanzas, pero si se requiere a un tercero, también podría funcionar. Sólo asegúrense de definirlo antes de que tus padres experimenten algún deterioro cognitivo y eso los haga aún más reacios al cambio, sugiere Lundquist. El objetivo es encontrar la opción que genere menos estrés para todos los involucrados. Y eso nos lleva a…

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PASO 3: Cuiden su salud mental

Ayudar a tus padres a levantarse de la cama e ir al baño; tomar decisiones en torno a sus tratamientos médicos; brindarles apoyo económico; mudarte con ellos (o que ellos se muden contigo) y hacerte cargo del aspecto emocional de su vejez son cosas incómodas, y lo primero es aceptarlo, dice Lundquist.

Incluso si tienes los recursos económicos para contratar a alguien que ayude con sus necesidades físicas, no puedes blindarte del dolor de verlos envejecer y volverse menos funcionales. Si aún no vas a terapia, este es el momento para empezar a hacerlo.

“Creo que las personas deben tener conversaciones honestas sobre el impacto y las consecuencias de pasar por esto”, explica Lundquist. “Como ocurre con cualquier cosa grande e importante en la vida, tendrás que aceptar que esto tiene un impacto en ti y la terapia puede ayudarte a preservar tu independencia y mantener un lazo efectivo con tus padres, justo en el momento en que más lo necesitan”.

Jason Lee, el protagonista de esta historia, es la prueba. Ahora que es quien se hace cargo de sus padres y ha aceptado la carga emocional de esta responsabilidad, dice que “pensar en los años por venir no me genera ansiedad. He decidido abordarlos con alegría y verlos como una oportunidad de generar recuerdos que atesoraré el resto de mi vida”.

Este artículo salió publicado en la edición de junio de Men’s Health México y Latinoamérica

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