Salud

Cuándo el cáncer testicular te ataca

Las tasas de cáncer testicular van al alza y es más común en los hombres de entre 20 y 40. Aquí, uno de ellos describe su experiencia (fue diagnosticado a los 24) y revela las señales de alerta que deberías tener en mente.

17 septiembre, 2024

Al principio, sentí algo de dolor. El asunto es que generalmente, si aprietas tus testículos, va a doler. Así que pensé “probablemente no sea nada”. De cualquier forma, quería que me revisara un médico. Acudí con uno y me dijo “lo más probable es que no haya nada, pero orina en este vaso y hazte un ultrasonido para saberlo con certeza”.

Era agosto de 2017, el jueves previo a un fin de semana de asueto. Me encontraba en un viaje de trabajo y cuando regresé, pensé “debería hacerme ese ultrasonido cuanto antes”. Acudí a que me hicieran todo un panel de pruebas. El doctor me llamó de inmediato y me dijo “tienes que regresar”. Volví al consultorio después del trabajo y el único médico que quedaba me dijo “Oye, escucha, tienes cáncer. No lo sabemos al 100%, pero tendremos que retirar tu testículo y entonces podremos estar seguros”.

tratamiento del cáncer testicular
Getty

Naturalmente, me fui a la playa con mis amigos ese fin de semana. Pensé “no me voy a sentar a sentirme triste en mi casa durante las vacaciones”. Cuando volví, acudí al hospital Memorial Sloan Kettering y me hicieron algunas pruebas más. “Tenemos que quitártelo cuanto antes”, fue lo que me dijeron. Mi familia voló desde Nueva York a Chicago para acompañarme. Fue un procedimiento muy doloroso, como si alguien hiciera un corte en tu estómago y te sacara un testículo, porque eso fue esencialmente lo que sucedió. Le hicieron algunos análisis. “Lo sacamos a tiempo”, dijeron. “No necesitas quimioterapia ahora mismo, pero vamos a monitorear la situación”.

Estuve bien por un año. Durante este tiempo, acudí a revisión cada seis semanas. Me hacían pruebas de sangre, radiografías de tórax y resonancias ocasionales. Típicamente, lo que ocurre es que una enfermera entra a la habitación y te dice “Estás bien, puedes irte a casa”, pero esta vez entró el doctor que me hizo la cirugía. Eso parecía una mala señal. Mis marcadores sanguíneos estaban elevados. “Necesitarás otra cirugía, quimioterapia, radiación o una combinación de esas cosas”.

Tenía cáncer de fase II. Se había extendido a los nódulos linfáticos cercanos a mi estómago. Me dijeron “Escucha, el pronóstico es bueno. Si te damos estos dos medicamentos y quimioterapia, la tasa de supervivencia es muy elevada. Eres joven, así que te recuperarás”. Ellos eran los mejores del país, así que decidí confiar en lo que me decían. No sabía nada sobre el tema, nadie en mi familia había tenido este problema.

En julio de 2018, empecé a recibir cuatro rondas de quimioterapia. Mientras esto ocurría, se me caía cada vez más el pelo. Al final, estaba perdiendo incluso las cejas. Además, te sientes enfermo todo el tiempo. La quimioterapia no me hacía vomitar, pero me dio neumonía y eso fue horrible.

La quimioterapia terminó en octubre. Me tomó cuatro meses superar el mismo número de rondas, aunque originalmente se suponía que serían cada tres semanas. A lo largo del proceso, me sentí confiado porque el pronóstico era positivo. Simplemente debes sonreír, apretar los dientes y lidiar con ello. Claro, siempre está esa pequeña voz en la parte trasera de tu cabeza que te dice “¿Y si eres parte del 1% que no tiene suerte?”. Sentía como que tenía que consolar a otros, en vez de a mí mismo, no quería que mis familiares y amigos se preocuparan.

Para marzo de 2019, comencé a sentirme como antes, aunque continué experimentando efectos secundarios durante dos años. Sentía adormecimiento en los dedos, un síntoma frecuente. También tenía algunos puntos de visión borrosa y un zumbido en los oídos, pero eso ya quedó atrás. Lo que sí ocurre de vez en cuando es que algunos sabores me recuerdan a la quimioterapia.

Intento no pensar en la posibilidad de que esto regrese. Es algo que genera ansiedad y siempre está ahí, pero debes confiar. Antes de la quimio me dijeron que había un 14% de probabilidades de que regresara. Después de esta, el porcentaje bajó a entre 3 y 5%. Con cada año que pasa, te sientes un poco más seguro de que ya lo superaste.

La clave para vencer al cáncer es la prevención. Debes tocar tus testículos y si sientes algo raro, acudir con un especialista para que te revise. Tengo amigos que me han dicho “sí, sentí algo y me preocupa, pero no quiero ver a un doctor”. Obviamente, esa no es la mejor forma de lidiar con las cosas. Acude a una revisión médica general cada año. Para la mayoría, una vez que cumplimos 18, y mamá ya no está para llevarnos al doctor, nos olvidamos de la salud por completo. No te saltes esta cita anual, y hazte análisis también.

La clave para vencer al cáncer es la prevención. Debes tocar tus testículos y si sientes algo raro, acudir con un especialista para que te revise

Antes del cáncer, me interesaba mucho el ejercicio, pero era principalmente para verme bien. Ahora pienso más en lo que ocurre en el interior de mi cuerpo y le pongo más atención a la nutrición. Intento hacer más de esas cosas que se supone que son buenas como ayuno intermitente, sauna y baños en agua helada. Levanto pesas cinco o seis veces por semana e incluyo algo de cardio, dependiendo de cuáles sean mis objetivos en ese momento.

Me considero alguien muy afortunado. Mis padres se aman y tenemos una gran familia. He tenido el privilegio de acudir a la universidad y nada catastrófico había ocurrido en mi vida. Esperas que siempre sea así, pero cuando pasa algo, te hace darte cuenta de que todo puede cambiar en un momento y permite que aprecies todo lo bueno que hay en tu vida. Te hace consciente de las personas que te aman y de la importancia de tener cerca a la familia y a tus amigos.

Después de esta experiencia valoro a quienes me rodean y sé que no todo el mundo tiene la misma fortuna. Espero que todos sean capaces de obtener gratitud y aprecio por lo que tienen sin tener que pasar por algo como esto. Así es como intento vivir mi vida cada día.

–Como se lo dijo a Rachel Epstein.

Este artículo salió publicado en la edición de septiembre de Men’s Health México y Latinoamérica.

¿Ya te suscribiste al Newsletter de Men’s Health México y Latinoamérica? 

Haz click aquí y recibe las mejores rutinas, consejos para bajar de peso, recomendaciones de salud y todo el contenido que necesitas para ser la mejor versión de ti.

Síguenos en nuestras redes socialesInstagramFacebookX (Twitter) y Threads

Dale potencia a tu bandeja de entrada

Regístrate para obtener entrenamientos para desarrollar músculos, consejos de expertos para perder peso y planes de comidas nutritivas, enviados a tu correo electrónico cada semana.