¿Deberías consumir proteína en polvo caducada? Aquí te lo decimos
Existe una simple manera de saber si puedes tomarla o tienes que tirarla.
Todos tenemos un gran bote de proteína en polvo arrumbado al fondo de la despensa. Pero a medida que terminas esas últimas cucharadas, existe la posibilidad de que haya pasado su fecha recomendada de consumo. Sí, la proteína en polvo puede vencerse. Pero ¿qué pasa si te urge tomar tu licuado de proteína y sólo tienes un bote de proteína caducada? ¿Es seguro usarla de todos modos?
Entendemos tu temor, nadie quiere una infección estomacal completamente evitable causada por algún producto vencido. Además, no tiene sentido consumir una proteína en polvo que haya perdido su capacidad para hacer lo que se supone que debe hacer: construir músculo y fuerza. Por lo tanto, consultamos a los expertos sobre cuán legítima es la fecha de caducidad.
“Por lo general, consumir una proteína en polvo unas semanas o incluso meses después de la fecha en el envase es seguro, pero la calidad de la proteína comenzará a disminuir”, dice Chris Henigan, M.S., R.D., L.D.N., de Simple Start Nutrition. Las proteínas en polvo (gracias a Dios) no se echan a perder de la misma manera que otros productos de origen animal, como la carne o los lácteos. Sin embargo, es posible que no sea tan eficaz en su función.
Si algo realmente extraño está sucediendo dentro de tu envase, puede ser mejor optar por la precaución. Si tu proteína en polvo ha desarrollado un sabor u olor desagradable, o ha sido almacenada en un ambiente que no es ideal (demasiado caliente/húmedo/mojado), es probable que sea mejor desecharla, dice Kieran McSorley, R.D., de Brentwood Physiotherapy.
Profundizamos un poco más para ver si vale la pena correr el riesgo de terminar ese bote.
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¿Cuándo caduca la proteína en polvo?
La respuesta breve: Verás una fecha de caducidad en el envase que va desde seis meses hasta un año, dependiendo del tipo de proteína en polvo que compres.
La respuesta más larga: La fecha real de caducidad depende de cómo la almacenes.
“Algunas proteínas en polvo ponen una fecha de caducidad en su envase, pero no están legalmente obligadas a hacerlo”, dice Henigan. “Las fechas de caducidad o incluso las fechas de mejor consumo sugieren que esta es la fecha en la que el producto se vuelve menos óptimo. Es decir, después de esta fecha, el producto generalmente es seguro para consumir, pero puede tener un menor contenido de proteínas debido a la degradación del producto”.
Henigan dice que la mayoría de las investigaciones indican que si tu proteína en polvo se almacena adecuadamente (sin temperaturas extremas ni humedad), debería ser segura para consumir hasta dos años. La calidad del producto puede disminuir después de su fecha de caducidad, pero eso “no significa necesariamente que el polvo sea inseguro para consumir después de esa fecha”, dice McSorely.
Eso se debe a que un ambiente seco dentro del envase hace que sea casi imposible que los microbios crezcan dentro del polvo, dice Bob Roberts, Ph.D., profesor de ciencia de los alimentos en la Universidad Estatal de Pensilvania. Lo mismo ocurre con las proteínas en polvo a base de plantas.
Entonces, a menos que estés almacenando tus envases en un lugar cálido y húmedo (como el baño o tu casillero del gimnasio), es probable que no te enfermes.
Dicho esto, hay algunas otras cosas a considerar.
¿Qué sucede con la proteína en polvo al caducar?
En cuanto al poder de construcción muscular de la proteína en polvo, disminuye después de que haya pasado la fecha de uso.
Puedes culpar a una reacción química llamada reacción de Maillard: La proteína reacciona con el azúcar que queda de cuando los fabricantes extrajeron el suero de la leche, lo que resulta en una descomposición gradual del aminoácido lisina.
“Si pierdes lisina, entonces el polvo no será una proteína completa“, dice Roberts.
Eso significa menos poder de construcción muscular para tu proteína.
¿Puede ser dañina la proteína en polvo?
Tomar proteína en polvo vencida puede no causar problemas de salud inmediatos, pero puede que no sea tan efectiva como la proteína en polvo que no ha caducado.
“Con el tiempo, la potencia de la proteína y otros nutrientes en el polvo puede degradarse, lo que lo hace menos efectivo para construir y reparar tejido muscular”, dice McSorley. “Además, el polvo puede desarrollar un sabor u olor desagradable, lo que puede hacerlo desagradable de consumir”.
En términos de problemas físicos, es posible que te lleves una sorpresa. “Si la proteína en polvo ha empeorado, puedes enfermarte, probablemente te dé dolor de estómago, náuseas, posiblemente vómitos”, dice Henigan.
¡Hora de revisar esas etiquetas!
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Cómo saber si la proteína en polvo se ha estropeado
Si ha pasado mucho tiempo desde que venció, Henigan dice que algunas formas de saber si tu proteína en polvo se ha estropeado incluyen un mal olor, cambios en el color o grumos.
Si solo han pasado uno o dos días de la fecha indicada, intenta poner un poco en tu lengua. Otra señal reveladora de la reacción de Maillard es una pérdida de sabor, dice Roberts. Si sabe a cartón, desecha la proteína en polvo.
Y si tu proteína en polvo siempre ha tenido sabor a cartón, entonces seguro lleva mucho tiempo abandonada en la alacena.
Quizás sea hora de ir de compras en busca de una nueva.
Cómo mantener fresca la proteína en polvo
Para preservar la vida útil de tu proteína en polvo, guárdala en un lugar fresco y oscuro, dice Henigan, y asegúrate de mantener el medidor (la cucharita) seco.
“Siempre cierra bien la tapa después de cada uso para evitar la oxidación y la contaminación”, dice McSorley. También puedes considerar trasladar el polvo a un recipiente hermético, como un tarro de conservas, para proteger aún más su frescura. Vale la pena mencionar que algunos fanáticos del gimnasio pueden encontrar más prácticos los paquetes individuales de proteína en polvo, y gracias a este formato de empaque, la frescura puede asegurarse por más tiempo.
Vía Men’s Health
