Esteroides en redes sociales: el nuevo riesgo para jóvenes
El uso de esteroides crece entre jóvenes por TikTok y Telegram. Expertos alertan sobre riesgos físicos y mentales.
La búsqueda de un mejor físico ha sido durante mucho tiempo un motor de la cultura fitness, pero hoy está tomando un giro más oscuro en las redes sociales. Plataformas como TikTok y Telegram están alimentando un aumento alarmante en el uso de esteroides entre hombres jóvenes: en TikTok, a través de clips breves y sin filtros donde muestran sus ciclos; en Telegram, mediante canales encriptados que permiten la venta ilegal y el intercambio de consejos. Mientras eventos como los ‘Enhanced Games’ abrazan abiertamente el uso de sustancias para mejorar el rendimiento, esta ola impulsada por influencers corre el riesgo de normalizar el abuso de esteroides a gran escala.
Lo que antes se susurraba en los vestidores del gimnasio ahora se transmite para obtener likes y validación. Los algoritmos premian los cuerpos extremos y las rutinas de alto riesgo, convirtiendo lo tabú en contenido, mientras que los chats privados propagan tips sin regular y combinaciones cada vez más peligrosas. Bajo el disfraz de “eduentretenimiento”, muchos contenidos terminan promoviendo y vendiendo, atrapando a usuarios jóvenes en un ciclo de presión, validación y escalada. A medida que aumentan las dosis y la transparencia se vuelve espectáculo, las consecuencias —disforia corporal, infertilidad, atrofia testicular, problemas cardíacos— son cada vez más evidentes.
El Cliente A nunca pensó que enfrentaría un ataque cardíaco a los 21 años, pero el mensaje que acaba de llegar a mi celular sugiere lo contrario. Es un archivo PDF con los resultados de análisis de sangre de un joven usuario de esteroides, identificado como Cliente A. El documento, de 17 páginas, muestra niveles alarmantes de cortisol, estradiol y prolactina peligrosamente bajos, lo que conlleva riesgos como disfunción eréctil, sensibilidad a la insulina, problemas cardíacos, disminución de la libido y ginecomastia (crecimiento del tejido mamario).
“Francamente, está por tener un ataque cardíaco muy pronto”
Otro mensaje llega poco después. “Estos son los resultados de un chico joven”, explica Clayton Dean, dueño de la compañía privada de análisis HEAL Labs. “Es el típico que sigue a gurús de TikTok y compra productos de laboratorios clandestinos. Francamente, está por tener un ataque cardíaco si continúa así, su fertilidad y hormonas están apagadas. Es atroz”.
Dean añade: “Esto es algo que ocurre en un ciclo, pero cuando no se monitorea ni se trata, es solo el comienzo de problemas mayores”. Los resultados de Cliente A no solo reflejan su salud, sino una tendencia creciente: el impacto del contenido relacionado con esteroides en plataformas como Telegram y TikTok. En TikTok, ha emergido una comunidad bajo el hashtag #TrenTok (mezcla de trenbolona y TikTok), donde jóvenes discuten su consumo de esteroides con detalle.
Sin filtros ni regulación
Publicar bajo #TrenTok permite evitar la advertencia que aparece al buscar “esteroides” directamente, y crea un espacio donde usuarios impresionables absorben consejos tanto de consumidores experimentados como de quienes glorifican su uso. Hashtags como #teenbodybuilding y #teenfitness hacen esta tendencia aún más preocupante. “Este problema es enorme y crece día a día”, dice Clayton. “La venta de sustancias de laboratorios clandestinos y fuentes no reguladas es enorme en plataformas ocultas como Telegram, WhatsApp, TikTok e incluso Instagram”.
“Influencers sin experiencia real, sin conocimientos médicos ni formación, promueven ciclos de esteroides y dosis extremas para ganar dinero”, agrega Clayton, “sin comprender los efectos potenciales”.
Quienes publican este contenido son tan vulnerables como quienes lo consumen, y actualmente, los videos sobre esteroides han acumulado más de 580 millones de vistas. “Algunos de estos gurús tienen los peores análisis que hemos visto y luchan con sus propios problemas”, señala. Las consecuencias incluyen efectos físicos como disfunción eréctil, atrofia testicular, ginecomastia y ataques cardíacos; y efectos mentales como cambios de humor severos (“roid rage”), depresión y ansiedad al terminar los ciclos. Incluso se ha documentado disforia corporal post-ciclo.
No obstante, Clayton también reconoce que algunas plataformas ofrecen información útil. “Hay muchos profesionales bien educados y creíbles compartiendo contenido seguro y valioso”, dice. Incluso hay marcas clandestinas con altos estándares de calidad. “Especialmente por su accesibilidad económica, para quienes no pueden costear tratamientos más caros y regulados”.
El valor del shock
El youtuber Jesse James West, conocido por sus documentales sobre cultura de gimnasio, comprende bien los riesgos de este ecosistema digital. Tras lanzar su documental sobre esteroides, donde entrevista a adolescentes sobre el uso de PEDs (Performance Enhancing Drugs), afirma: “Decidí hacer este video porque muchos adolescentes están glorificando el uso de esteroides. Creo que está afectando negativamente a los jóvenes en un mundo donde les cuesta encontrarse a sí mismos”.
Sobre si #TrenTok crea un ciclo de validación y extremismo, Jesse responde: “Sí. Los algoritmos sociales promueven el valor del shock, y eso incluye adolescentes usando esteroides. Es como ver un choque automovilístico: no puedes dejar de mirar”. Agrega: “Como creador, tengo que jugar con ese valor de shock, o nadie verá el contenido educativo… La gente quiere ver el choque”.
Este tipo de contenido —junto con el acceso constante en línea— ha coincidido con una generación de jóvenes más consciente de su salud. La doctora Orlanda Harvey, investigadora en la Universidad de Bournemouth, estudió el uso recreativo de esteroides en hombres para su doctorado. Cree que esta coincidencia no es casual. “El internet y las redes sociales brindan acceso 24/7 a imágenes idealizadas. Ha habido una proliferación de historias de transformación física usando esteroides, que ofrecen modelos a seguir para quienes aspiran a esos cuerpos o niveles de fama”, explica.
Dentro de los grupos de esteroides
Para comprender mejor la tendencia, intenté ingresar a Telegram. Fue sorprendentemente fácil encontrar un canal dedicado al uso de esteroides. Los miembros compartían combinaciones, fotos de transformación (la mayoría de hombres jóvenes, varios con aspecto de superhéroe) y reseñas de productos. Un usuario escribió: “Testosterona arriba, venas marcadas, sin descanso, sin excusas”. Otro afirmó falsamente que un stack lo ayudó a perder 35 kg, usando capturas de una transformación de Men’s Health como prueba.
Una publicación detallaba un pedido de trenbolona. “Se llama el rompe-relaciones por una razón”, decía. “Originalmente diseñada para engordar ganado, nunca fue aprobada para humanos, pero eso no ha detenido a los bros del gimnasio de convertirse en granadas hormonales”. Se mencionaban efectos como “sudores nocturnos, insomnio y una tos infernal”.
Otro usuario comparó el uso de esteroides con pilotos de IndyCar manejando a 320 km/h todos los días. “Si intentas ir a toda velocidad sin plan, serás la mancha roja en la carretera”.
Pese a los riesgos, algunos usuarios se sienten como “dioses” o “superhéroes”, según Orlanda. Uno le confesó: “Era muy delgado, así que quería verme como un hombre”, otro buscaba “facciones más masculinas”.
Aun así, el peligro persiste. Clayton cree que las plataformas deben hacer más para limitar la promoción de productos ilegales. “Esto incluye restringir el alcance de personas o permitir contenido solo de negocios verificados”. Sin embargo, apps como Telegram complican la regulación con su cifrado y mensajería privada. “El usuario debe investigar y verificar fuentes. El objetivo siempre debe ser la salud y el bienestar, no solo la estética”.
Vía Men’s Health UK
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