El intenso régimen de James McAvoy para ganar músculo
Descubre cómo el actor transformó su cuerpo con la ayuda de su entrenador, combinando ejercicio y una dieta rica en proteínas.
James McAvoy protagoniza Speak No Evil, película de terror psicológico que llega a Prime Video el próximo 12 de septiembre y, aunque no viene mucho al caso para la trama, el tipo se sigue viendo muy en forma.
Ya habrá tiempo de hablar sobre su actuación, por lo pronto, queremos saber ¿qué demonios hace para estar tan fuerte? Y es que, desde su participación en Split y Glass, McAvoy lleva a todos lados al menos 8 kilos de músculo extra, según su entrenador Magnus Lygdback.
Para lograr ese físico imponente, McAvoy pasó largas horas en el gimnasio bajo la guía de Lygdbac. Pero no solo se trata de entrenar duro; una dieta adecuada es esencial para ver resultados, y McAvoy siguió un plan alimenticio bien equilibrado que Lygdback compartió con Men’s Health.
El actor comía cada tres horas y, generalmente, iba al gimnasio dos horas después de una comida o snack. Tras su entrenamiento, consumía otra comida inmediatamente. Este enfoque constante en la nutrición aseguraba que su cuerpo tuviera los nutrientes necesarios para construir músculo.
Para aumentar de volumen, McAvoy contaba macronutrientes—carbohidratos, grasas y proteínas—para asegurarse de consumir suficientes de cada uno. Comenzaba cada día con un desayuno sustancioso que incluía cuatro huevos enteros, camote y tocino de pavo. Sí, leíste bien, huevos enteros con yema y todo.
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“Come el huevo completo”, aconseja Lygdback. “Hay muchos nutrientes en la yema”. Y es que, contrario a lo que muchos piensan, comer huevos no es perjudicial para la salud. De hecho, estudios han demostrado que incluso consumir tres huevos al día es seguro para personas con enfermedades cardíacas.
Entre comidas, McAvoy optaba por snacks ricos en proteínas, como albóndigas de pavo. Su almuerzo normalmente consistía en cordero o res, acompañado de carbohidratos, grasas saludables y vegetales. Luego, seguía con otro snack proteico antes de una cena que incluía más vegetales, proteínas, carbohidratos y grasas.
Aunque contar macros puede ser tedioso, no dejes que eso te desanime de intentar el enfoque de McAvoy. En lugar de pesar y medir cada alimento, puedes usar tu puño para determinar el tamaño de las porciones. Por ejemplo, en el desayuno, consume tres o cuatro huevos. Para los snacks, elige una porción de proteína del tamaño de tu puño. En el almuerzo y la cena, incluye una porción de proteína y otra de grasas del tamaño de tu puño, y dos porciones de vegetales del tamaño de dos puños.
“Esta dieta es accesible para todos porque puedes elegir tus proteínas, carbohidratos y grasas”, explica Lygdback. “Elige y combina a tu gusto y pruébalo”.
Así que, si estás buscando transformar tu físico como James McAvoy, quizá sea hora de prestar atención tanto al gimnasio como a la cocina. Con dedicación y el plan adecuado, tú también podrías lograr resultados impresionantes.
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