Un talento extraordinario
Carlos Alcaraz ya no es una promesa, es una realidad y se ha convertido en una de las figuras más relevantes del Circuito de la ATP.
Eso es lo que exhibe Carlos Alcaraz. Verlo deslizarse por la arcilla para llegar a una bola que para cualquier mortal sería inalcanzable e impactarla con gracia, potencia y precisión es uno de los más grandes espectáculos que brinda el deporte actual. Bienvenidos al show de “Carlitos”.
Durante años, se le consideró “el futuro del tenis” y es que desde pequeño, Carlos Alcaraz ya mostraba las aptitudes para sumar su nombre al de Carlos Moyá, David Ferrer, Rafael Nadal y otros ídolos de la península ibérica. La cuestión es que hoy, Alcaraz ya no es una promesa, es una realidad. Este chico se ha convertido en una de las figuras más relevantes del Circuito de la ATP.
Con 20 años, se ubica en el número dos del ranking mundial, sólo detrás del serbio Novak Djokovic, a quien ya ha desbancado antes. En total, ha pasado 36 semanas como el mandamás del deporte blanco. Es el campéon vigente de Wimbledon tras coronarse en 2023 venciendo al mismo Djokovic y también sabe lo que es probar la gloria en Flushing Meadows, donde ganó su primer U.S. Open un año antes. En pocas palabras: es un monstruo de las canchas.
Indudablemente, lo primero que viene a la mente al ver un desarrollo tal en tan poco tiempo (su debut en el circuito fue en febrero de 2020) es ¿hasta dónde llegará? ¿Podrá eclipsar un día los logros del “Big 3”? Aunque es natural pensarlo, quizá lo mejor sea tomar las cosas con calma. Lo que está claro de momento es que Carlos está jugando su mejor tenis y, lo que es más importante, lo está disfrutando.
Carlos Alcaraz, con los pies en la tierra
Algo tan impresionante como su condición física y su capacidad de colocar la pelota donde desea con precisión milimétrica es su madurez. “Quiero que los que me conocen sigan llamándome Carlitos, porque es como siempre me han llamado”, le dijo a MH España. “No quiero que, de repente, porque haya crecido o porque sea tenista me llamen Carlos. Quiero que nunca dejen de verme como el chaval que he sido siempre”. Esta afirmación denota una humildad que pocas veces se ve en un chico tan joven. Esto, sin duda, tiene que ver con la buena crianza de parte de sus padres (su padre era director de una academia de tenis) y la asesoría de su entrenador, el extenista Juan Carlos Ferrero, otro ídolo español que sabe lo que es tocar el cielo con las manos.
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Al más alto nivel
Carlos Alcaraz, oriundo de El Palmar en Murcia, es hoy uno de los aliados principales de Louis Vuitton. La Maison lo ha elegido como embajador y debemos decir que es un “match made in heaven”. Una muestra de esta colaboración es este Malle Vestiaire, un baúl desarrollado por los artesanos de la marca con los mejores materiales y el icónico Monogram que identifica a Louis Vuitton alrededor del mundo. Tiene, además, un logo pintado a mano que está inspirado en la carrera de Alcaraz. Es una pieza exquisita que va a juego con el talento y la enorme capacidad del español. ¿Su parte favorita? “Que está lleno de recuerdos especiales para mí, particularmente mis dos victorias en Grand Slam”, afirma y añade que se siente orgulloso de lo que ha resultado a partir de esta colaboración. El futuro de esta alianza luce brillante y en MH siempre estaremos pendientes.
