Estilo

Cómo vestir como un papá cool

La paternidad y la moda pueden ir de la mano, por lo menos durante un tiempo.

26 julio, 2023
cómo vestir como un papá cool

Cuando nació mi hijo, nunca pensé que se convertiría en un pequeño humano al que disfrutaría vestir. Sí, sé que es una frase extraña. Asumo que la mayoría de los padres cuentan los días para poder jugar futbol con sus hijos. Pero cuando mi hijo cumplió dos años, ocurrió un parteaguas: ahora era capaz de portar un atuendo durante más de cuatro horas sin decorarlo accidentalmente ya sea con fluidos corporales o alimentos. Su capacidad de mantenerse relativamente limpio y mi interés en la moda se alinearon y de pronto teníamos algo en común.

Entre los dos y los cuatro años, él me permitió vestirlo con lo que quisiera. Leggings de rayas con botas rojas de hule, un cuello de tortuga y una gorra; un abrigo amarillo para lluvia o un suéter de punto con una parka. Estaba cómodo con cualquier cosa, y siempre lucía muy bien.

Sí, confieso que quizá lo traté como un accesorio durante ese tiempo y sí, en ocasiones elegí atuendos para él que complementaran el mío.

Sí, confieso que quizá lo traté como un accesorio durante ese tiempo y sí, en ocasiones elegí atuendos para él que complementaran el mío. La selección de prendas era el área de la paternidad donde me sentía más en control. Los horarios para dormir y comer eran un desastre, pero por lo menos los dos nos veíamos arreglados. Eso me hacía sentir como que por lo menos tenía una cosa en orden.

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Luego, todo se derrumbó. Para la Navidad de 2019, viajamos a casa de mi hermano. Los primos mayores de mi hijo son ávidos fanáticos del Manchester United y jamás portan nada que no sea el uniforme de ese equipo. De pronto, el overol de leñador y la camisa de franela que portaba le parecieron completamente aburridos a mi hijo. A partir de esa Navidad, sólo quería usar ropa deportiva y ya no quería ayuda para vestirse. El caos regresó.

Un día a finales del año pasado, íbamos tarde y nos estábamos subiendo al auto. Él no encontraba una gorra que creía que sería perfecta para complementar su outfit (no era así). Perdí la paciencia y le dije “¡Te ves bien así, ahora vámonos!”. Nos marchamos sin la gorra. Él lloró y mi esposa respondió con gran sabiduría: “No se trata de qué usas, sino de cómo te sientes”. No estoy seguro si las palabras eran para mí o para él, pero tuvieron sentido para ambos.

Mi hijo se estaba convirtiendo en aquello que asusta a todos los padres, pero que al mismo tiempo los emociona: un individuo independiente. Intentar controlarlo sólo traería más problemas. Desde la situación de la gorra, he aprendido a aceptar el estilo cambiante de mi hijo. Y hemos encontrado tantas otras cosas que compartir (el espacio, la pintura, acampar) que no he tenido que comprar una camiseta de futbol (todavía).

Oliver Jeffers, autor e ilustrador de libros para niños, incluido Stuck, Here We Are: Notes for Living on Planet Earth y What We’ll Build.

Este artículo salió publicado en la edición julio/agosto de Men’s Health México y Latinoamérica.