Salud

¿Puedes hackear tu cuerpo para vivir más?

Desde suplementos y clínicas hasta libros y podcasts, el interés y los medios para prolongar la vida están permeando a toda la pirámide de la industria del wellness.

29 enero, 2025

La tecnología enfocada en promover la longevidad ya no está exclusivamente al alcance de los multimillonarios. Desde suplementos y clínicas hasta libros y podcasts, el interés y los medios para prolongar la vida están permeando a toda la pirámide de la industria del wellness. ¿En verdad puedes dar la vuelta al reloj?

Ciento veintidós

Esa es, oficialmente, la máxima edad que ha alcanzado un ser humano en la historia. Se trata de Jeanne Louise Calment, una mujer que nació en el pueblo de Arles, Francia, en 1875 y murió en 1997. Ella decía que su secreto era que consumía oporto, aceite de oliva y chocolate. Cuando dejó de fumar, ya había cumplido un siglo.

Aunque Calment es claramente una anomalía, la longevidad extrema es algo cada vez más común. De acuerdo con un estimado de las Naciones Unidas el número de personas que tienen 100 años o más es de 935 mil a nivel mundial. Investigaciones de la University of Washington sugieren que para finales de este siglo, será posible vivir 125 o hasta 130 años. Son muchos los factores que intervienen en esto, desde una mejor nutrición hasta avances en la medicina. Sin embargo, los científicos también advierten que no todos podremos convertirnos en centenarios.

Pero, ¿qué tal si pudiéramos extender nuestra expectativa de vida de forma artificial? ¿Podríamos, mediante una combinación de dieta, suplementos, ejercicio y terapia genética, sobrevivir y sentirnos bien más allá de los 100 años?

Hay una enorme variedad de libros, sitios web, podcasts, suplementos y clínicas enfocados en hallar la fuente de la juventud. La idea es que, con suficiente dinero, podrás dar la vuelta a tu reloj biológico.

Uno de los hombres que lidera este movimiento es Bryan Johnson, un empresario estadounidense de 47 años que afirma tener la edad biológica de un adolescente, esto gracias a un régimen alimenticio estricto, así como ejercicio, suplementos, terapias e intervenciones médicas. Su objetivo es retrasar el envejecimiento, y la muerte, tanto como sea posible. Esto le cuesta unos dos millones de dólares por año y requiere el apoyo de “un equipo de clase mundial compuesto por doctores e investigadores”.

Los resultados que ha publicado en línea son sorprendentes. Afirma que en lo referente a masa muscular, grasa corporal, inflamación, VO2 máx, densidad ósea y sueño, está entre el 1% más elevado de la población. También presume pasar 179 minutos por noche teniendo erecciones, lo cual “supera al adolescente promedio de 18 años”.

Johnson promociona sus métodos bajo el nombre de Project Blueprint y ofrece “técnicas para prolongar la vida”, así como dietas y suplementos para el público en general. Gracias a su físico magro y piel perfecta, así como muy buen marketing, se ha convertido en uno de los referentes en el campo de la longevidad y cuenta con un gran número de seguidores en las redes. “Soy el tipo loco que está intentando no morir”, le dice a sus fans. Muchos de sus métodos, como su dieta vegana de 2,250 calorías por día, su rutina de ejercicio de una hora y su insistencia en dormir ocho horas por noche no son controversiales. Pero no se puede decir lo mismo sobre algunos otros, como terapia genética, inyecciones de células madre, intercambios de plasma con su hijo adolescente y un cóctel de 100 suplementos por día. El intercambio de plasma dejó de hacerlo después de no ver resultados claros.

El estilo de vida de Johnson requiere, además de una gran cuenta de banco, de un gran compromiso de tiempo y esfuerzo. En una llamada desde su casa en Los Ángeles, nos cuenta que pasa en promedio media hora en terapia y otra media hora visitando médicos todos los días. “Requiere tiempo y dinero, además de que es tedioso”, afirma. Sin embargo, insiste en que incluso las personas que no tienen tanto tiempo y dinero podrían seguir su ejemplo. El programa de alimentación y suplementación que ofrece cuesta 330 dólares (unos 6,700 pesos) por mes. “Esto es menos de lo que gastarías en el supermercado”, dice.

Además de esto, recomienda una rutina básica pero regular de ejercicio. “No importa lo que hagas. Ni siquiera necesitas acudir a un gimnasio. Puedes hacer estiramientos, calistenia, caminar o simplemente mantenerte activo durante seis horas por semana”.

A esto hay que sumar un descanso por las noches de ocho horas. “Me he vuelto un profesional para dormir”, añade. “No sólo deberías descansar cuando te resulte conveniente, debes hacer de ello una prioridad”.

Pero, ¿acaso nunca se cansa de este estilo de vida estricto? Seguramente, de vez en cuando se relaja y se come una hamburguesa acompañada de una cerveza, ¿cierto?

No. Todo lo contrario. “La gente asume que estoy haciendo un sacrificio”, explica. “Pero yo argumentaría que es más fácil vivir en este sistema de bienestar y salud que en una montaña rusa”.

Sin un plan concreto, afirma Johnson, constantemente nos sentimos tentados por los malos hábitos y tenemos problemas para evitar la comida chatarra, cafeína, alcohol y drogas recreativas. “Necesitas tomar esas decisiones todos los días y eso resulta agotador. Nada de eso te hace realmente feliz”.

Johnson es uno de varios multimillonarios que están buscando el elixir de la juventud. El dueño de Amazon, Jeff Bezos, los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, el cofundador de PayPal, Peter Thiel, así como el hombre detrás de ChatGPT, Sam Altman, han invertido mucho en la idea de prolongar la esperanza de vida. Es una industria lucrativa que ha atraído a muchos charlatanes. Por cada terapia que tiene algún respaldo, hay docenas de tratamientos que son completamente inútiles.

Un experto en longevidad que hace todo lo posible por distanciarse de estos últimos es el médico canadiense Peter Attia. Él explica que la longevidad tiene dos componentes: la esperanza de vida (“lifespan”) y la calidad de vida (“healthspan”). El Dr. Attia cree que “con suficiente tiempo y esfuerzo invertidos, puedes extender tu esperanza de vida en una década y tu calidad de vida en dos, lo cual significa que podrías sentirte como alguien 20 años más joven”.

En su libro reciente Outlive: The Science & Art of Longevity, describe cómo es que la mayoría de nosotros sucumbiremos ante una de las cuatro principales enfermedades crónicas del envejecimiento: enfermedad cardiaca, cáncer, enfermedad neurodegenerativa y diabetes tipo 2, acompañada de disfunción metabólica. Para combatir a estos “cuatro jinetes”, como los llama, el Dr. Attia propone una combinación de ejercicio, nutrición, descanso y salud emocional. En cuando a la nutrición, lo que aconseja es bastante claro: “No consumas ni muy pocas calorías ni demasiadas. Come suficientes proteínas y grasas esenciales; obtén las vitaminas y minerales que necesitas y evita patógenos como E. coli y toxinas como mercurio y plomo.

Lo más importante de todo es el ejercicio, particularmente la fuerza, estabilidad y capacidad aeróbica. “Considero al ejercicio como la ‘droga’ más potente en el arsenal de la longevidad”, afirma.

El Dr. Attia, quien entrenó como cirujano general y oncólogo, empezó a sentirse frustrado con la forma en que funciona el sistema médico, el cual se enfoca en tratar las enfermedades, en vez de trabajar para prevenirlas. Él está convencido de que, sin importar los genes que tengamos, podemos elevar nuestra expectativa de vida si somos estratégicos en cuanto a la forma en que cuidamos nuestra salud. Él sugiere que hay genes relacionados con la longevidad que pueden activarse o desactivarse con base en el ambiente, el estilo de vida y el comportamiento de las personas. Por ejemplo, un gen llamado FOXO3, se activa cuando nos ejercitamos o cuando hay una ligera falta de nutrientes.

El Dr. Attia menciona un estudio de 2007, realizado por investigadores canadienses y estadounidense que encontró que el entrenamiento de fuerza en personas mayores puede revertir parcialmente la debilidad muscular causada a nivel genético. En pruebas con animales, un compuesto llamado rapamicina ha conseguido ralentizar el envejecimiento, mientras que la restricción calórica ha logrado incrementar la esperanza de vida. Hay un medicamento para la diabetes, llamado metformina, que, dice, podría proteger frente al declive cognitivo causado por el envejecimiento. Pero, algo en lo que insiste es que aún no hay evidencias concluyentes de que esto funcione en seres humanos. “Por un lado, hay ‘estudios’ epidemiológicos creados con el simple objetivo de generar clicks y que hacen afirmaciones absurdas. Por el otro, hay ensayos clínicos que casi siempre tienen algunas fallas”, explica.

El problema con todos estos intentos por incrementar la longevidad (algunos funcionan y otros no) es que requieren mucho tiempo y esfuerzo. Al obsesionarse con el futuro, muchas personas dejan de disfrutar el presente.

Puedes estar seguro de que a sus 122 años, Jeanne Louise Calment no estaba preocupada por terapias genéticas, intercambios de plasma o restricción calórica mientras disfrutaba su oporto, aceite de oliva y chocolate.

hombre dentro de una cámara de crioterapia
El autor resiste el frío dentro de una cámara de crioterapia. Foto: Julian Benjamin

¿Quién quiere vivir para siempre?

Todos sabemos que la nutrición, el ejercicio y el descanso pueden protegernos de los daños que acompañan al paso del tiempo, pero ¿qué hay de los tratamientos diseñados para promover la longevidad? ¿En verdad pueden ayudarte? Dominic Bliss los puso a prueba para averiguarlo.

Mi camino rumbo a una vida más larga comienza con un pinchazo en el dedo. Después de colocar cuatro gotas de sangre en un pedazo de papel secante, envío la muestra a un laboratorio en Croacia. Ahí, una compañía llamada GlycanAge analizará los compuestos en mi sangre para revelar el estado de mi sistema inmune y el nivel de inflamación crónica que tengo. Esto está diseñado para mostrar mi edad biológica. ¿Será más o menos similar a mi edad cronológica? Tendré que esperar dos semanas para averiguarlo.

Mientras tanto, me apunto para una serie de tratamientos diseñados para incrementar mi longevidad y calidad de vida. En Londres, acudo a una clínica llamada Hum2n, donde se ofrece crioterapia, terapia de oxígeno hiperbárico, tratamiento de hipoxia intermitente y tratamiento intravenoso de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+). No soy fan de las agujas así que me salto esta última.

Durante 20 minutos, me encuentro dentro de una cámara hiperbárica de 3 m de largo. Te sientas en asientos tipo cine y respiras mediante una máscara de oxígeno mientras que tu cuerpo está sujeto a una presión atmosférica mayor. Con 1.3 atmósferas, bastó para que se me destaparan los oídos, como cuando desciendes en un avión. Algunos de los clientes de la clínica piden una presión mucho mayor.

De acuerdo con Hum2n, esto mejora los niveles de energía y el descanso, además de que reduce el estrés, combate infecciones, estimula la regeneración celular y promueve la producción de colágeno. “Es la terapia número uno, probada clínicamente para promover la longevidad”, dicen.

Mi siguiente experimento es con la crioterapia. Entro a una cámara de frío usando sólo un traje de baño, calcetines, guantes y una banda para la cabeza. Paso dos minutos dentro a una temperatura de -90º C. Una vez que pasa el shock inicial, siento una especie de euforia, producida por las endorfinas. Algunos pacientes de la clínica se someten a este proceso varias veces por semana e incluso optan por tres minutos a -130º C. En Hum2n afirman que “estimula el flujo sanguíneo, reduce la inflamación y promueve la reparación de tejidos, además de que le da un impulso al metabolismo”.

La prueba final es el tratamiento de hipoxia intermitente. Durante 10 minutos, respiro a través de una máscara mientras una máquina regula el flujo de oxígeno hacia mis pulmones, alternando entre una concentración de 40% de oxígeno y 8%. En la clínica afirman que esto “promueve la longevidad al mejorar la salud cardiovascular y respiratoria”, además que de que mejora el VO2 máx, el perfil de colesterol y la presión sanguínea.

El fundador de Hum2n es Mohammed Enayat. Es un médico británico que tiene 40 años de edad, pero afirma que su edad biológica es de 24. Enayat explica que la medicina moderna es muy buena para tratar las enfermedades una vez que aparecen, pero no hace un buen trabajo para lidiar con los factores que están detrás. “Estás apagando incendios, pero sin enfocarte en lo que los está causando”, asegura. De acuerdo con él, mediante los tratamientos adecuados, puedes ralentizar o incluso revertir el proceso de envejecimiento. “Hay ciertas condiciones que desarrollas a partir de la parte final de tus treintas que tienen un componente genético. Esos genes pueden activarse o desactivarse con base en la forma en que vives tu vida”. Pone como ejemplo el gen APOE, el cual está relacionado con el riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca o Alzheimer’s. “Al ser muy estricto con la dieta, nutrición y estilo de vida, puedes asegurarte de que este gen no se active”, dice el Dr. Enayat.

El autor se relaja en una cámara hiperbárica, la cual busca regenerar las células e incrementar los niveles de energía. Foto: Julian Benjamin

Otra clínica londinense que ofrece terapias antienvejecimiento es Grey Wolfe. Aquí, los miembros tienen acceso a una cámara hiperbárica, un sauna infrarrojo y un espacio de meditación. Comienzo con este último. Me recuesto en una cama curva y tengo puesto un monitor de ritmo cardiaco ajustado al pecho y otro de ondas cerebrales. También me pongo audífonos. Durante 30 minutos, lo que experimento es una combinación de terapia de luz y sonido. Una voz gentil me anima a respirar profundo. En Grey Wolf lo describen como “una máquina revolucionaria de salud mental y neurorelajación”, lo cual “ayuda a mejorar la concentración y el rendimiento cognitivo, así como mejorar la recuperación y fortalecer el sistema inmune”. Elada Eimate, la técnica encargada de operarla, me explica que esto contribuye al antienvejecimiento al reducir la inflamación en el cuerpo relacionada con el estrés.

A continuación, paso 30 minutos en el sauna infrarrojo. De acuerdo con la clínica “es una forma de calor más gentil que penetra el cuerpo a nivel celular, incrementando el flujo sanguíneo”, lo cual resulta en “una profunda desintoxicación, relajación y sanación”. Eimate dice que el sauna produce sustancias antidepresivas naturales en el cerebro, con lo cual se reduce la inflamación e incrementan las endorfinas. Por si esto no bastara, asegura que el proceso produce colágeno “el cual es necesario para la piel, articulaciones, pelo y uñas. Esto es esencial para combatir el envejecimiento”.

Un par de días más tarde, recibo los resultados de mi prueba de GlycanAge. Resulta que mi edad biológica es seis años menor que la cronológica. Lo encuentro ligeramente decepcionante dada la cantidad de ejercicio que hago y cuán cuidadoso soy con mis decisiones alimenticias. En el reporte que acompaña los resultados, me recomiendan consumir más proteína, poner atención a las deficiencias de vitaminas y minerales, revisar mis niveles hormonales, considerar una restricción calórica, descansar más entre sesiones de entrenamiento, revisar mi presión sanguínea y perfil lipídico, consumir suplementos de omega-3, mejorar la calidad de mi descanso y controlar el estrés.

Es mucha información y, francamente, al pensar en todo lo que tenía que hacer, sólo conseguí estresarme más. Prefiero concentrarme en lo básico y muchos de los expertos están de acuerdo con eso. Uno de los principales investigadores en el campo de la longevidad es el israelí Nir Barzilai, director del Institute for Aging Research en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York. Para reducir la edad biológica, él recomienda cuatro cosas fundamentales: ejercicio, nutrición, descanso y conexiones sociales. “Si te enfocas en esas cuatro, puedes avanzar mucho”.

hombre con una máscara para respirar
Respira profundo y prepara la chequera: dar la vuelta al reloj puede ser muy costoso. Foto: Julian Benjamin

El tiempo lo dirá

Por ahora, la mejor apuesta es lo básico, pero un día quizá podamos detener o incluso revertir el envejecimiento al adoptar estrategias más radicales. Esto es lo que piensan los científicos al respecto.

Las victorias sencillas

Restricción calórica

En el laboratorio, algunos animales han vivido más gracias a esto, pero aún no está claro si ocurre lo mismo con los seres humanos. Un estudio de 2021 revela que aún hay dudas en torno a los riesgos de implementar esta estrategia a largo plazo.

Dieta mediterránea

Varios estudios de la Universidad de Palermo, la de Viena y la Kapodistrian de Atenas han relacionado este tipo de dietas con una mayor esperanza de vida, así como una mejor calidad de vida.

Los tratamientos clínicos

Terapia de oxígeno hiperbárico

Un estudio* israelí de 2020 encontró que esta terapia puede producir un incremento en la longitud de los telómeros en las células. Esto podría ayudar a prolongar la esperanza de vida, aunque aún se necesitan más investigaciones al respecto.

NAD+

El tratamiento intravenoso de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+) se ofrece en muchas clínicas debido a su potencial para tratar enfermedades neurodegenerativas y esclerosis múltiple. Aún se necesitan más investigaciones.

Las opciones experimentales

Rapamicina

Se produjo por primera vez a partir de bacterias halladas en la isla de Pascua. Esto ha ralentizado el envejecimiento en gusanos, moscas y ratones. Aún falta ver si los humanos experimentan los mismos efectos. Tiene efectos secundarios.

Metformina

Un estudio* canadiense concluyó que esta sustancia, usada para tratar la diabetes tipo 2, “podría ralentizar el proceso de envejecimiento a través de un mejor flujo sanguíneo y proveer protección frente al declive cognitivo asociado a la edad”. Tiene efectos secundarios.

Lo que viene en el futuro

Terapia génica con folistatina

Esto permitió extender la vida de animales de laboratorio, pero los expertos aún son escépticos. “Si quisiera crear una ‘fuente de la juventud’, no sería esta sustancia”, dice Robert Kotin de UMass Chan Medical School.

Células madre y genes antienvejecimiento

“Esta combinación podría potencialmente neutralizar la mayoría de los efectos relacionados con el envejecimiento prematuro”, de acuerdo con un estudio* de 2018. Los investigadores esperan que esto de lugar a terapias eventualmente.

*FUENTES: SCIENCE; AGING; FRONTIERS IN ENDOCRINOLOGY; UNIVERSITY OF OKLAHOMA 

El conejillo de Indias

Foto: Julian Benjamin

Dominic Bliss es colaborador de Men’s Health y escribe sobre ciencia, deportes, viajes y fitness.

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