Mejores consejos para actualizar tu playlist de entrenamiento
Exígele a tus audífonos, exígele a tus músculos y disfruta tu entrenamiento.
Ya está comprobado que escuchar música afecta el rendimiento durante el entrenamiento. En cada sesión, te motivas con tus canciones favoritas. Por un lado, te gustaría hacer una actualización, pero no quieres arruinar tu playlist con malas adiciones. Incluso si Rocky tuviera una suscripción premium a Spotify, ¿no seguiría dejando que “The Eye of The Tiger” sonara en sus auriculares? Con estos consejos, harás las elecciones correctas para finalmente actualizar tu lista de reproducción de entrenamiento.
Tempo
Los beats por minuto (bpm), el ritmo de tu música, deben coincidir con el ritmo de tu frecuencia cardíaca. Cuanto más intenso sea tu entrenamiento, más alto será el bpm. Por ejemplo, un bpm relativamente bajo de 100-125 puede ayudar a mantener baja tu frecuencia cardíaca durante una carrera de larga duración. Al mismo tiempo, un bpm alto (>140) puede darte un poco de energía extra (¡léase: ¡agitación!) que necesitas durante un entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT). Al igual que con tu frecuencia cardíaca, puedes aumentar el ritmo de tu música durante tu entrenamiento.
Elección armónica
La música con una melodía y/o armonía agradable es más adecuada para tu entrenamiento. Por ejemplo, es mejor elegir una canción alegre que una canción con el mismo bpm que se toca en una tonalidad menor.
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Letras desconocidas
Las canciones cuyas letras conocemos siempre son agradables. ¿A quién no le da buena sensación cantar o rapear esa canción de [artista a elección]? Sin embargo, para tu entrenamiento, quizás sea mejor elegir una canción con un ritmo conocido pero con letras desconocidas. Cantar o rapear solo te distraerá de tu verdadero objetivo: entrenar duro. También podrías sumergirte en la música instrumental para evitar cantar sin querer.
Menos es más
El exceso nunca es bueno, y lo mismo aplica para la música. Si usas música en exceso durante tu entrenamiento, pierde su efecto. Elige momentos álgidos en tu entrenamiento o en tu semana de entrenamiento cuando necesites un poco de motivación extra. Por supuesto, sé cuidadoso con la música muy alta: estás desarrollando tus músculos, no tus oídos. Además, puede ser un desafío interesante entrenar en completo silencio. Quizás, si entrenas lo suficiente duro, podrás escuchar a tus músculos gritar cuando los desafíes.
Vía Men’s Health NL