La guía definitiva para hablarle sucio a tu pareja

¿Alguna vez has intentado ver porno sin sonido? Simplemente no tiene el mismo efecto—y eso se debe a que escuchar ciertas palabras o frases puede ser un gran estímulo. Mientras que las estrellas del porno no tienen reparos en pronunciar frases explícitas durante el sexo, muchos de nosotros, la gente común, tendemos a sonrojarnos con solo pensar en decir tales palabras en voz alta. Es hora de cambiar eso.

La psicología de hablar sucio “no ha recibido mucha atención en estudios”, dice Justin Lehmiller, Ph.D., investigador del Instituto Kinsey y asesor de Men’s Health. Sin embargo, algunos estudios han reportado que los estímulos eróticos (como el hablar sucio) activan el hipotálamo, una región del cerebro que influye en el comportamiento sexual.

No solo estos relatos subidos de tono pueden mejorar tu vida sexual, sino que también pueden fortalecer tu relación. La Dra. Jess O’Reilly, sexóloga residente de Astroglide, añade que hablar sucio también es una excelente manera de crear anticipación y cultivar el consentimiento, tanto antes como durante la intimidad. Al hablar sobre lo que quieres hacer, lo que planeas hacer o cómo te sientes en el momento, tú y tu pareja pueden tener una mejor idea de dónde están los límites y asegurarse de estar en la misma sintonía.

¿No estás seguro de cómo empezar? Te ayudamos.

¿Cómo sabes si a tu pareja le gusta hablar sucio?

Algo que debes tener en cuenta: hablar sucio no es para todos. Así que, antes de empezar a soltar frases explícitas, considera preguntarle a tu pareja si está de acuerdo—y, más específicamente, si hay alguna palabra en particular que le cause incomodidad o rechazo. (Recomendamos tener esta conversación cuando no estén en medio de un encuentro, para que nadie se sienta presionado a responder de una u otra manera).

La próxima vez que estén desayunando juntos o simplemente acurrucados en la cama, podrías preguntar: “Oye, por curiosidad, ¿cómo te sientes acerca de hablar sucio?” Y si está de acuerdo, podrías seguir con: “¿Qué te gustaría escuchar que te dijera? ¿Hay alguna palabra que no te guste?”

Algunas palabras o frases podrían estar fuera de los límites para ti o tu pareja, y es responsabilidad de ambos conocer cuáles son. Podrían decir, “Cuando mis parejas me llaman perra, no es realmente un estímulo para mí. Me encantaría si me llamaras puta en su lugar”. Las palabras sucias para las partes del cuerpo (como “coño”, “verga”, “polla”, “tetas”, etc.) también valen la pena discutir; no hay nada inherentemente malo en ninguna de ellas, pero algunas personas reaccionan de manera más fuerte a unas que a otras.

Empieza a hablar sucio con sexting.

De esta manera, puedes evaluar las reacciones de tu pareja de forma virtual, en lugar de cara a cara. (Es mucho más fácil que alguien diga que algo no es lo suyo por mensaje de texto que en medio del sexo). Comienza describiendo una escena. Recuerda que lo que estés escribiendo no tiene que reflejar lo que realmente estás haciendo en ese momento; puedes decir que estás desnudo en la cama cuando en realidad estás leyendo un libro en pijama. Prueba estos ejemplos:

Describe lo que estás usando.

• “Estoy con un traje y corbata. Me veo muy arreglado. Por ahora.”
• “Me estoy quitando el cinturón y pensando en ti.”
• “Estoy usando esa camisa que tanto te gusta. La azul.”

Describe lo que “estás” haciendo ahora mismo.

• “Estoy acostado en la cama desnudo.”
• “Me estoy tocando.”
• “Estoy tan caliente ahora mismo, pensando en ti.”

Describe lo que quieres hacer más tarde.

• “Quiero desnudarte tan pronto te vea.”
• “Quiero doblarte sobre mi escritorio cuando llegues.”
• “Quiero lanzarte en la cama y hacerte lo que quiera.”

Qué decir durante la charla sucia en persona.

Para los novatos nerviosos, escuchen: hay varias formas de comenzar a hablar sucio.

Lee-ann Cordingley, sexóloga clínica y coach sexual, sugiere practicar algunas palabras o frases subidas de tono en voz alta cuando estés solo para que te sientas más cómodo al escucharte decirlas.

Una vez que estés listo para intentar esto con tu pareja, Cordingley recomienda mantener las luces apagadas o a un nivel tenue, lo que podría hacerte sentir un poco menos expuesto e inhibido. Comienza con pequeños comentarios como “no pares” o “eso se siente tan jodidamente bien” que pueden llegar muy lejos.

Hacer preguntas también puede animar a tu pareja a subir el tono de la conversación, dice O’Reilly. Por ejemplo, podrías preguntarle:

• “¿Te gusta eso?”
• “¿Quieres que te haga venir?”
• “¿Quieres que me corra para ti?”
• “¿Dónde quieres que me corra?”
• “¿Quieres que te coma?”
• “¿Qué puedo hacer para que te sientas bien?”

Nicoletta Heidgger, sexóloga y presentadora del podcast Sluts and Scholars, también sugiere leer o escuchar literatura erótica para inspirarte. Y cuando tengas dudas, siempre puedes narrar lo que está sucediendo en el momento, dice Cordingley.

Rachel Wright, MA, LMFT, recomienda usar tus sentidos para describir lo que estás sintiendo, viendo, oliendo, saboreando y escuchando. Aquí tienes algunas de las sugerencias de Wright sobre qué decir:

• Para cómo se sienten las cosas: “Siento increíblemente bien contra mí.”
• Para cómo se ven las cosas: “Te ves increíblemente sexy ahora mismo.”
• Para cómo huelen las cosas: “Hueles delicioso. Podría quedarme aquí toda la noche.”
• Para cómo saben las cosas: “Sabes tan jodidamente dulce. Podría comerte en cada comida.”
• Para cómo suenan las cosas: “Me encanta escuchar el sonido de tu culo golpeando contra mí.”

Más de 40 frases para hablar sucio:

¿Aún te cuesta saber qué decir? Guarda algunas de estas para usarlas en el futuro. Incluso puedes tomarte el crédito—no diremos nada.

• “Eres tan sexy. Me encanta cuando estás desnudo(a).”
• “¿Qué quieres que te haga?”
• “Quiero sentir lo mojado(a) que estás.”
• “Sé una buena putita y ábreme las piernas.”
• “No puedo esperar a deslizar mi verga dentro de ti.”
• “No puedo esperar a ver tus labios alrededor de mi polla.”
• “¿Quieres sentir lo duro(a) que me pones?”
• “Quiero que me digas exactamente qué hacer para hacerte venir.”
• “Dime dónde quieres que te toque.”
• “¿Te gusta cuando te acaricio rápido o lento?”
• “Muéstrame cuánto me deseas.”
• “Abre bien las piernas. Tu cuerpo es mío esta noche.”
• “¿Qué tal si vienes aquí y me muestras quién manda?”
• “He sido malo(a) hoy… ¿cómo me vas a castigar?”
• “Quiero comerte.”
• “Me encanta cómo hueles.”
• “Muéstrame exactamente lo que quieres que te haga.”
• “Quiero que te inclines para mí.”
• “Empuja tu culo hacia mí. Quiero sentir todo de ti.”
• “Quiero llenarte.”
• “¿Qué tan profundo quieres que vaya?”
• “Quiero que me mires a los ojos mientras estoy dentro de ti.”
• “Me encanta escuchar cómo gimes mientras te lo hago.”
• “Te necesito tanto ahora mismo.”
• “Ponte encima de mí y no te bajes hasta que te corras.”
• “Quiero besar cada centímetro de tu cuerpo.”
• “Tu lengua se siente tan bien ahí.”
• “Provócame hasta que esté suplicando por ello.”
• “Te gusta cuando hago eso, ¿no?”
• “Me encanta cuando tienes el control.”
• “Esta noche quiero hacerte venir una y otra vez.”
• “Me encanta vernos en el espejo.”
• “Simplemente recuéstate y relájate mientras te hago sentir bien.”
• “Provócame hasta que esté suplicando por ello.”
• “¿Qué tan caliente estás ahora mismo?”
• “Voy a hacerte gritar de placer.”
• “¿Qué tan rápido crees que puedo hacerte venir?”
• “Quiero arrancarte la ropa ahora mismo.”
• “Podría pasar todo el día dentro de ti.”
• “¿Qué tan duro(a) lo quieres esta noche?”
• “Me encanta cuando nos corremos al mismo tiempo.”

4 Consejos hablarle sucio a tu pareja

La confianza es clave.

Al principio se va a sentir raro. Honestamente, puede que se sienta extraño durante un tiempo. Sin embargo, cuanto más confianza tengas al decirlo, más excitante sonará y más excitado se sentirá tu pareja. Con el tiempo será más fácil, pero mientras tanto, finge hasta que lo logres.

Deja de sobrepensar.

Como mencionamos antes, es importante establecer las bases antes de entrar en materia. Siempre y cuando hayas tenido una conversación sobre los límites con tu pareja y estés respetando esos límites, no te preocupes demasiado por lo que sale de tu boca. Deja de sobrepensar y di lo que te resulte natural.

Observa cómo reacciona tu pareja.

Considera las acciones y respuestas de tu pareja después de decir algo nuevo durante el dirty talk. ¿Se involucraron más en la acción o se reservaron un poco? Si es lo primero, pregúntales si lo que dijiste estuvo bien. Un “¿te gustó?” en el momento adecuado nunca ha hecho daño. Si les gusta, sigue adelante. Si no, detente.

Lo contrario también es útil: reacciona apropiadamente a lo que tu pareja dice. Si algo que dijeron realmente te excita, ¡díselo! La comunicación abierta es la clave para el mejor dirty talk (¡sorpresa!).

Sigue tu dirty talk con aftercare.

El dirty talk puede volverse muy intenso, muy rápido. Por eso es una buena idea practicar el aftercare: básicamente, cualquier rutina que ayude a que todos se sientan seguros y cuidados después de una interacción sexual.

“Asegúrate de hablar con tu pareja después del sexo para ver cómo están procesando y sintiéndose con respecto a la sesión de dirty talk,” dice Jen Hinds, M.Ed., educadora en sexo y relaciones. “Si las cosas se pusieron muy calientes verbalmente, querrás asegurarte de que tu pareja se sienta escuchada, porque pueden surgir grandes emociones.”

Especialmente para aquellos que disfrutan del juego verbal degradante consensuado, el aftercare es una parte esencial del sexo para mantener el consentimiento, la comunicación y los límites en línea para todos.

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Vía Men’s Health

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