Cómo evitar la eyaculación precoz, un experto te lo dice
La eyaculación precoz, o llegar al clímax más rápido de lo deseado, es un problema bastante solucionable. Abordarlo solo requiere un poco de previsión.
La eyaculación precoz es un desafío común, pero existen estrategias efectivas para mejorar el control y prolongar la duración del acto sexual. Aquí hay algunos consejos, cortesía de Zachary Zane, experto en sexualidad, que podrían ser útiles
Consejos para evitar la eyaculación precoz
1. Rocíate
Seguro has visto los condones que te ayudan a durar más, esto es algo similar. Zane explica que los spray para la eyaculación precoz, como Promescent, contienen agentes adormecedores seguros para el cuerpo, como la lidocaína, que disminuyen la sensibilidad en esa área. Zane sugiere probarlo maturbándote primero. Puede llevarte algunas veces descubrir cuántas rociadas necesitas. (Muy pocas y aún tendrás demasiada sensación; demasiadas, y no sentirás tu pene en absoluto). Avísale a tu pareja que lo estás usando para confirmar que no es alérgica a ninguno de los ingredientes.
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2. Justicia por tu propia mano
Otra opción, sugiere Zane es que si sabes que probablemente tendrás relaciones sexuales con tu pareja, puedes masturbarte antes de que ella llegue. Podrías descubrir que te lleva más tiempo eyacular si lo hiciste recientemente.
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3. Aprieta
Sin embargo, estas son soluciones temporales, ¿verdad? Idealmente, deseas una solución a largo plazo que te permita controlar mejor cuándo eyaculas sin depender de aerosoles o tener que eyacular una hora antes. Aquí es donde entran en juego los ejercicios de Kegel. Los Kegels implican contraer y liberar los músculos de tu suelo pélvico: la elaborada red de músculos que rodea la base de tu pene. La idea es aprender a controlarlos, lo que a su vez te ayudará a controlar cuándo llegas al orgasmo.
Para aislar los músculos del suelo pélvico, párate desnudo frente a un espejo. Sin usar las manos, intenta levantar tus testículos contrayendo los músculos del suelo pélvico. Visualiza “levantar tus partes” o “acortar tu pene”. Cuando hagas esto, deberías observar un levantamiento de tu pene y testículos. Si haces esto durante cinco minutos, tres a cinco veces al día, es probable que comiences a notar un mejor control eyaculatorio en unas pocas semanas o un par de meses. Dirígete aquí para aprender más sobre los ejercicios de Kegel.
4. Vive al límite
Una vez que hayas aprendido a hacer Kegels, puedes practicar el “edging” mientras te masturbas, otra forma de desarrollar control eyaculatorio, sugiere Zane. El “edging” es básicamente la máxima provocación: llevarte justo al “borde” del orgasmo, luego detenerte, descansar y repetir. En tu caso, practicarás estimulándote vigorosamente, replicando lo que sientes mientras tienes relaciones sexuales con tu novia. Justo antes de llegar al “punto sin retorno”, aprieta tus músculos del suelo pélvico (un apretón de Kegel), deja de estimularte, toma algunas respiraciones y espera a que tu excitación disminuya. Luego, comienza a estimularte nuevamente. La idea es aprender a identificar cuándo estás a punto de llegar y cómo evitar lanzarte sobre ese punto sin retorno.
5. Apunta
Y si realmente quieres asegurarte de que nada obstaculice el placer de tu novia, considera usar un juguete para el punto G, señala Zane. Usa el juguete en tu pareja primero y luego, cuando esté a punto de alcanzar el clímax, cámbialo por tu pene para que ambos puedan llegar al orgasmo juntos.
