¿Es el ayuno el secreto para una vida más larga?
MH investiga si el creciente culto al ayuno en el mundo del fitness es legítimo.
Probablemente estés familiarizado con la idea, no siempre concreta, de que el ayuno promueve la buena salud. Tal vez te hayas sentido tentado a probar la Dieta 5:2, con su promesa de una pérdida de peso rápida y sostenible a través de dos días de 600 calorías por semana. Quizás hayas coqueteado con la idea de un ‘ayuno’ a base de jugos, probablemente basado en la premisa implausible de que puedes ‘desintoxicar’ tu cuerpo ingiriendo licuados de kale. Este es un mundo en el que abunda la pseudociencia y las curas milagrosas. Y sin embargo, ahora la ciencia dura y empírica se ha unido al ayuno. Y no solo eso, los beneficios podrían ser más poderosos de lo que nadie había imaginado anteriormente.
Investigaciones revolucionarias han demostrado que las dietas cortas que imitan el ayuno pueden desencadenar poderosos procesos naturales de curación y regeneración que yacen latentes en nuestros cuerpos. Procesos que no solo queman grasa, sino que también combaten enfermedades cardíacas, retrasan el envejecimiento, reducen el colesterol, reinician el sistema inmunológico y prolongan la esperanza de vida.
No se detiene ahí: los estudios más recientes han demostrado que el ayuno puede eliminar formas de cáncer humano en ratones y potenciar los efectos de la quimioterapia. En algunos ensayos, el ayuno en sí resultó tan eficaz como la quimioterapia. En resumen, la ciencia nos dice que pasar hambre podría prevenir y tratar algunos de los mayores asesinos de los hombres.
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Trabajo rápido
El hombre detrás de esta investigación y de la dieta estructurada y prescriptiva que estoy siguiendo es el Dr. Valter Longo. Profesor de gerontología en la Universidad del Sur de California, se embarcó en esta línea de investigación cuando notó por primera vez que las células de levadura, organismos simples que existen millones de años antes que los humanos, responden a los períodos de ayuno protegiendo las células y combatiendo toxinas. Longo descubrió que la levadura que había sido alimentada con una dieta baja en calorías vivió hasta 10 veces más que el grupo de control.
Los hallazgos más recientes de Longo muestran que los seres humanos tienen mecanismos de auto-curación similares enterrados en nuestro ADN y que el ayuno periódico en dietas bajas en calorías tiene un efecto regenerativo en el cuerpo en su conjunto. Algunas de las razones detrás de esto se comprenden; otras siguen siendo un misterio. Se cree que el ayuno mata las células cancerosas al privarlas de glucógeno (del cual dependen más que las células normales), engañándolas así para liberar radicales libres dañinos que provocan la ‘muerte celular’.
Pero los poderes curativos más generales del ayuno se derivan de un mecanismo diferente. Longo ha demostrado que el ayuno desencadena la creación de nuevas células madre, que reparan el cuerpo regenerando tejidos, órganos y sangre, y reiniciando el sistema inmunológico. Suena demasiado bueno para ser cierto, le digo a Longo cuando lo llamo en su laboratorio de California. “Bueno, la regeneración que desencadena el ayuno es sorprendente”, dice. “Durante la abstinencia, órganos como el hígado, así como todo el sistema inmunológico, disminuyen porque se consideran menos necesarios. Sin embargo, cuando el cuerpo reconstruye estos sistemas, activa la liberación de células madre saludables que regeneran versiones más nuevas, más jóvenes y más funcionales”.
Es como presionar el botón de reinicio del sistema operativo de tu cuerpo, dice. “La reconstrucción es tan masiva que probablemente sea lo más cerca que los humanos pueden estar del proceso de embriogénesis original, el crecimiento de un embrión durante las semanas uno a ocho del desarrollo humano”, revela. “Esto no es solo una proliferación de nuevas células, sino una muy coordinada. Es un programa evolucionado que ha existido durante miles de millones de años porque los organismos pasaban hambre todo el tiempo”. Para los primeros Homo sapiens, desprovistos de refrigeradores Smeg, los periodos de festín y hambruna eran la norma. Todo lo que necesitamos hacer, sostiene Longo, es redescubrir este estado primitivo de ser.
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Los Juegos del Hambre
Hay un inconveniente. No se trata solo de no comer durante cinco días. Debes restringir severamente las calorías, sí, pero la investigación de Longo muestra que las que consumas deben tener el equilibrio adecuado de nutrientes para desencadenar un proceso natural llamado autofagia, que anima a tu cuerpo a canibalizar los desechos celulares. Piensa en ello como tu propio proceso de reciclaje natural, eliminando las células dañadas que podrían causar enfermedades o problemas de salud. Lo más importante, la autofagia también apaga la enzima PKA, cuya ausencia se ha relacionado con la longevidad y la proliferación de células madre saludables, y disminuye la hormona IGF-1, que se asocia con el envejecimiento y el riesgo de cáncer.
Una Dosis de Precaución
Sin embargo, no todos están igualmente convencidos. El profesor Kieran Clarke, del Departamento de Fisiología, Anatomía y Genética de la Universidad de Oxford, cree que el ayuno podría ser una cortina de humo para el mensaje real. “Muchos de los beneficios [del ayuno] se relacionan con la prolongación de la vida, y es posible, pero no sabemos si es el ayuno en sí lo que logra eso”, dice. “Podría estar relacionado simplemente con los beneficios de ayudar a las personas a alcanzar un peso corporal normal. Si observas los registros, las personas sanas casi invariablemente no ayunan”.
El Dr. Tim Woodman, director médico de Bupa UK, va más allá. Él cree que el ayuno podría tener efectos negativos en la salud. “Perder peso demasiado rápido significa que también tiendes a perder músculo y agua”, dice. “Como resultado, tu cuerpo comienza a funcionar más lentamente y necesita menos calorías para funcionar. Entonces, cuando vuelvas a comer normalmente, las calorías adicionales se almacenarán como grasa”.
Uno de los opositores más vocales a que se vea el ayuno como una bala mágica es el Dr. Joel Fuhrman, autor de “The End of Dieting” y “Super Immunity“. Fuhrman es el hombre detrás de la llamada ‘nutritarianismo’, la teoría de que la clave para la longevidad radica en maximizar la cantidad de micronutrientes por caloría consumida. El ayuno, sostiene, es una mera distracción. “La dieta moderna es tan pobre en nutrientes que hablar del ayuno sin enmarcarlo dentro de una dieta normal es inapropiado. Nuestras dietas carecen demasiado de micronutrientes, fitoquímicos y antioxidantes para mantener una función normal del sistema inmunológico”.
Si quieres vivir más y de manera más saludable, dice Fuhrman, olvídate del ayuno: simplemente come verduras crudas; una porción de 30g de nueces; semillas de chía y lino; un plato que contenga champiñones, frijoles y cebollas; y tres porciones de frutas, como cerezas, ciruelas y naranjas, todos los días. “Una dieta nutricionista es la forma más efectiva de no contraer enfermedades cardíacas, cáncer o demencia, y de acercarse a los 100 años de longevidad humana”, dice.
“Oh, y deshazte de la carne”, afirma Fuhrman. Según él, el verdadero obstáculo para nuestra esperanza de vida es la proteína animal. Puede ser esencial para construir músculo, quemar grasa, mantener un metabolismo saludable y suministrar una variedad de vitaminas importantes, pero a los ojos de Fuhrman, en última instancia no favorece a tu sistema inmunológico. “Estudios extensos que han seguido a las personas durante 15-24 años demuestran que consumir más productos de origen animal provoca cáncer, enfermedades cardíacas y una vida más corta”, dice. “No hay controversia aquí. Todos los científicos nutricionales están de acuerdo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha agregado recientemente las carnes rojas y procesadas a su lista de carcinógenos. Estos estudios no son nuevos, algunos datan de 2010, pero nuestra fascinación cultural por aumentar la ingesta de proteínas nos ha llevado a ignorarlos.
“Recomiendo hasta un 10 por ciento de tu dieta de productos de origen animal, y el otro 90 por ciento de plantas”, dice Fuhrman. Unos días de ayuno no ayudarán a menos que cambies tu dieta regular también. “La proteína animal eleva el IGF-1, lo que acelera el proceso de envejecimiento y afecta negativamente la esperanza de vida. Sí, la restricción calórica podría reducir brevemente el IGF-1, pero si luego consumes muchos productos de origen animal, no disminuirá en realidad. Sin embargo, si restringes la proteína animal y sigues una dieta más vegana, obtendrás los beneficios del ayuno sin necesidad de ayunar”.
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Cambiando el Enfoque
¿Comer o no comer? Sería ingenuo esperar un consenso claro sobre un concepto tan radical. Pero los argumentos de Fuhrman y Longo no son tan diferentes. Fuhrman reconoce que el ayuno es efectivo; simplemente tiene problemas con las mejores prácticas cuando quienes se abstienen temporalmente de comer vuelven a hacerlo. A pesar de los argumentos de los críticos del ayuno, la investigación sobre su potencial sigue siendo convincente.
Una amplia revisión en la revista “Research in Complementary Medicine” concluyó que existen “amplias pruebas empíricas y observacionales” de que el ayuno modificado supervisado médicamente combate la hipertensión, la diabetes y la obesidad. Esto es simplemente demasiado significativo para ignorarlo.
“Nunca diremos que el ayuno es tan efectivo que las personas pueden fumar y comer mal tan pronto como dejen de ayunar”, dice el profesor Longo. “De hecho, si alguien tiene una dieta vegana con bajo contenido de proteínas, un IMC de 23 y hace ejercicio regularmente, se beneficiará del ayuno, aunque no tanto como alguien que no está saludable”.
Vía Men’s Health UK
