Si fuera posible caminar al espacio, esta es la cantidad de pasos que darías
Desde la llegada de los wearables, nos hemos obsesionado con contar pasos. Esto es lo que ocurre cuando llevas ese concepto al límite.
Aunque no soy un billonario y no puedo costear mi propio cohete, siempre he querido ir al espacio. Así que decidí hacer el viaje a pie. Ese ha sido mi objetivo de fitness durante el último año: llegar caminando al espacio. O por lo menos al equivalente de eso. Ya voy a más del la mitad del camino y no planeo detenerme.
Pero vamos de vuelta al comienzo: durante varios años, me enfoqué en sumar los 10 mil pasos que se recomiendan por día. Me parecía un objetivo razonable y es algo que me brindaba motivación. Dado que vivo en una ciudad grande, puedo hacer la mayor parte de mis actividades a pie, y además tengo un escritorio que es caminadora a la vez, de manera que puedo superar los 10 km fácilmente antes de que termine el día. Pero después de tanto tiempo, apuntar a 10 mil pasos me empezó a resultar monótono. Hace un año noté que mi caminadora no sólo registra la distancia horizontal, sino también la vertical. Camino con una inclinación de 11%, así que después de 45 minutos puedo sumar 100 m, es decir la altura de la Estatua de la Libertad. Esto me hizo pensar qué pasaría si seguía caminando. ¿Qué tan alto podría llegar? Quizá 300 m por dia, es decir, la altura de la Torre Eiffel. ¿Y en unas cuantas semanas? Tal vez la cumbre de los Alpes. Investigué un poco y resulta que el espacio empieza a 100 mil metros de altura sobre el nivel del mar. A esto se le conoce como la línea de Kármán. Con un poco de paciencia, podría tomar una rampa a la exosfera (más vale que se cuiden, Branson y Bezos). Dado que me gusta comprometerme con las cosas, anuncié mi “caminata espacial” en Facebook. La publicación recibió un montón de respuestas, desde asombro hasta burlas. Pero lo mejor fue que una docena de personas quisieron unirse a esta locura.
De pronto, tenía una página de Facebook con 40 participantes de diferentes nacionalidades. A algunos los conocía, pero otros eran amigos de amigos. Algunos usaban caminadoras como yo, pero otros optaban por escaleras. Algunos lo harían en exteriores, como un artista que caminaba en los senderos de Boulder, Colorado.
Al poco tiempo, mis colegas habían creado hojas de cálculo e incluso diseñaron un logo. Intercambiamos consejos y estrategias. Algunos usaban Strava y otros la app de salud de Apple. También había fans de Fitbit. De hecho, descubrí que Fitbit tiene su propia versión de este reto.
“Me emociona mucho tener una nueva métrica que seguir y un objetivo creativo al cual apuntar”, escribió un entrenador basado en Oregon.
Todd, un piloto de Filadelfia, lo encontró divertido. “¡Toda mi vida he querido ir al espacio!”.
Por supuesto, no todo el mundo estaba interesado. Mi esposa me deseó suerte, pero prefirió concentrarse en actividades más convencionales.
Pero esto realmente conectó con muchas personas. Me preguntaba por qué esto nos resultaba más motivador que simplemente sumar 10 mil pasos. Por cierto, ese número, aunque es popular, en realidad no tiene un gran respaldo científico detrás. De acuerdo con un estudio de Harvard Medical School, la métrica de los 10 mil pasos comenzó como una campaña de marketing de un podómetro japonés en los años 60. La investigación también mostró que incluso 7,500 bastan para otorgar beneficios relacionados con la longevidad. Llamé al psicólogo Adam Dorsay, Psy.D., anfitrión del podcast SuperPsyched, para charlar al respecto. “Somos criaturas que buscan significado en la vida”, dice el experto. “Decir simplemente ‘10 mil pasos’ suena aburrido, pero decir ‘voy a visitar el espacio’ es algo completamente distinto y la motivación cambia repentinamente”.
Un objetivo novedoso y ambicioso puede resultar estimulante para individuos con cierto tipo de personalidad. Un gran ejemplo es el emprendedor australiano Andy van Bergen, quien hace una década creó un movimiento global llamado Everesting.
Esto consiste en montar una bicicleta y sumar una elevación equivalente a los 8,849 msnm del Monte Everest sin parar. Por ejemplo, podrías subir una colina de 900 m 10 veces seguidas. Esto se le ocurrió a van Bergen porque quería algo que sus amigos no ciclistas pudieran ver como una gran hazaña. “Cuando les decía que había sumado 6,000 m de elevación el fin de semana no significaba nada para ellos”. Así que pensó en el Everest como un símbolo que cualquiera puede visualizar.
“Cuando te dicen que no puedes hacer algo, que es imposible, eso es como ponerle una manta roja en la cara a un toro”, explica.
“Me encanta plantearme objetivos que no puedan lograrse mañana o pasado. Las cosas que realmente valen la pena requieren mucho trabajo”. Cuando llamé a van Bergen y le conté, me dijo que caminar al espacio era una locura. Eso es un gran cumplido viniendo de él. Llegar al espacio es el equivalente de subir el Everest 11.3 veces, aunque, por supuesto, nuestros objetivos son muy distintos. Lo mío no es un fin de semana. Tengo todo un año para hacerlo. O puede ser más que eso. Algunas personas lo están tomando con más calma. No es una carrera, es un objetivo en común y un grupo de personas que se apoyan.
Hablamos entre todos e intercambiamos consejos. Hay un participante, por ejemplo, cuya entrada está de subida, de manera que cada vez que llega a casa suma una buena cantidad de metros. Hablamos sobre los retos que enfrentamos, nos reímos y nos presionamos de forma amistosa. Algo que nos gusta es llevar un registro de lo que ocurre a la altura a la que llegamos, puede ser el vuelo de un pájaro u 11 veces la Torre Eiffel, por ejemplo.
Hace no mucho, alcancé 50,292 metros, un poco más que la mitad del camino. Así que esto quizá me tome más de 12 meses, pero planeo llegar a esa línea eventualmente. Y una vez que lo logre, ¡el siguiente objetivo será Marte!
Alcanza la altura de…
La estatua de la Libertad
93 m
La gran pirámide de Guiza
146 m
La torre Eiffel
330 m
El Salto Ángel
979 m
El Mont Blanc
4,809 m
La altitud promedio de vuelo de una cigüeña
4,880 m
El monte Everest
8,849 m
La altura alcanzada por un globo meteorológico
30,400 m
La línea de Kármán
100,000 m
Otros retos extremos que debes probar
La caminata espacial y el Everesting no son los únicos objetivos virtuales que existen. Si quieres un reto adicional, prueba con estas sugerencias, cortesía del director de fitness de Men’s Health, Ebenezer Samuel, C.S.C.S.
Cargar un tanque
El número: 61,300 kg
¿Tus brazos son suficientemente fuertes para cargar un tanque Abrams M1? La idea es hacer curls. Podrías optar por mancuernas de 20 lbs. Si haces 4 series de 10 repeticiones por brazo cada día, te tomará 85 jornadas. Si lo haces 4 veces por semana, serán 5 meses y medio; con 2 sesiones semanales tomará poco menos de un año.
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Levantar un avión
El número: 183,500 kg
Sí, tu pecho es suficientemente fuerte como para soportar el peso de un Boeing 747. Si quieres terminar en menos de un año, haz press de banca dos veces por semana: 4 series de 8 repeticiones con 135 lbs. El total será de 47 semanas. Descansa por lo menos dos días entre sesiones y tus hombros te lo agradecerán.
Rema el Amazonas
El número: 6,400 km
Ponte cómodo en la remadora. Necesitarás remar 4,000 metros por día (te tomará unos 20 minutos) durante 4 años y 4 meses para hacer el equivalente de este trayecto que recorre casi toda América del Sur de este a oeste. Lo bueno es que esto fortalecerá tus piernas, espalda y glúteos.
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Este artículo salió publicado en la edición de junio de Men’s Health México y Latinoamérica.
